Una tercera entrega de esta edición Solo Jazz volvió a convocar a los gustosos del también llamado arte de la improvisación en el Bicentenario con la presentación del proyecto del saxofonista argentino Luis Nacht y de esta manera concluir exitosamente esta sesión musical.
Una tercera llamada y poco a poco, los integrantes toman lentamente posesión de sus instrumentos; Luis Nacht, su saxofón, pero lo mejor empieza cuando se da esta invitación a ser parte de esta travesía a través de esta música invisible propuesta por este cuarteto de jazz argentino-mexicano.
Al respeto definió como:"Bueno, la música para nosotros es transmitir emocionalidad, a través de la música, de cosas complejas o sencillas pero que siempre estemos diciendo algo, o le provoquemos a las personas una fantasía, una idea de algo, que le haga viajar la música, y que es muy poderosa. Como vimos hoy, la gente se quedó emocionada, muy contenta y eso lo provoca algo que es invisible, nosotros lo hacemos, pero no se puede ver, no se puede tocar, es como el amor…"
En esta noche Luis Nacht permite que vayamos más allá y nos deja que nos asomemos a estas ideas y seamos parte de éstas que rondan en su mente, al momento toman su forma de hacer y de crear música de muy buen talante, al momento de darse ese diálogo invisible con los músicos-amigos- que lo acompañan; Benjamín García (bajo), Hernan Hecht (batería) y Patricio Carpossi (guitarra), atienden cada gesto de su guía, quien aletea sonriente uno de los diapasones de su sueños entre una serie de de-construcción de imágenes que hacen que voltie y a la vez cerciorándose de que sus acompañantes sigan este diálogo que se transmina en piezas como:-incertidumbre-, -danza en el río-, la modista-, -lo invisible-,- la certeza-,- searching- el zinzal-, está última rememorando a esa típica ave que se postra diariamente en su ventanal en Buenos Aires, al hacer una imitación de su canto y de esta manera dar el tono de esta pieza .Una mezcla que por instantes resulta muy ecléctica, una alquimia libre en donde se va sustanciado en la plena de improvisación o una sucinta partitura que se le agregan las sensaciones momentáneas que han distinguido a este arte sincopado del jazz y así deshilvanar esta travesía sonora en conjunción con esta organicidad auditiva expuesta por este cuarteto de excelentes músicos.
Más allá de un discurso establecido, se deja sentir la espontaneidad, el humor y lo más importante, un feeling más lirico como instrumentalmente lleno de riquezas en crear ambientes y una creatividad visceralmente rica que se vuelve en un canto a la vida.
Con un recorrido en y sobre temas llenos de vitalidad y armonía que sin más fueron agradecidos por un cálido aplauso de un público que asistió a este espacio cultural y contastar en esta noche que se ha preservado un nivel de efervescencia musical.
Con un recorrido en y sobre temas llenos de vitalidad y armonía que sin más fueron agradecidos por un cálido aplauso de un público que asistió a este espacio cultural y contastar en esta noche que se ha preservado un nivel de efervescencia musical.
Un Luis Nacht que mas que afirmar lo dicho una noche anterior por la jazzista canadiense Lorraine de ser los potosinos -buenas personas-, lo destaca con ímpetu y regala una pieza más titulada -Taff-rememora esa parte vital de la selva en Tucumán.
De esta manera, queda un buen talante sabor y texturas en estos tres días en que degustamos de este paraíso de la plena libertad de la improvisación como es el jazz.
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