Cuando Santiago Feliú era niño, a mediados de los años sesenta, a su casa llegaban a tocar unos jóvenes compositores que en aquel entonces fraguaban lo que más tarde recibiría el nombre de Nueva Trova Cubana, pues su hermano Vicente era parte importante de aquel incipiente movimiento. Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Donato Poveda y Noel Nicola eran algunas de esas visitas musicales que mezclaban en sus canciones el amor con la revolución y que iban cautivando al pequeño Feliú.
No tuvo que pasar mucho tiempo para que esas melodías poéticas germinaran en aquel niño, llevándolo a tomar una guitarra a los seis años que, sin ser zurdo, agarró al revés. Desde ese entonces ya no la soltó ni la enderezó, tocando y cantando por todo el mundo. A sus 40 años, Santiago Feliú constituye junto con Carlos Varela, Frank Delgado, Gerardo Alfonso y Kelvis lo que ya se denomina la Novísima Trova Cubana, generación que se nutrió de los trovadores anteriores, pero que incorpora nuevas realidades y sonidos en sus composiciones. Actualmente Santiago se encuentra en nuestro país presentando un nuevo disco titulado Sin Julieta, el cual incluye un tema llamado Iceberg, considerado por su autor "no la más bella, pero sí mi mejor canción de amor".
De esta manera, San Luis Potosí será parte de compartir esta excepcional noche de toda una institución en la cantautoría de Santiago Feliú, quien estará presentándose este 6 de Octubre en el espacio de la Querencia Restaurant Concert Hall a partir de las 21:00, quien compartirá el escenario con el cantautor potosino, Dario Parga.
Todavías puedes reservar al teléfono: 8144344.
Aquel día le escuchamos, casi de estreno, 'Batallas sobre mí', entre otras canciones que él había compuesto con anterioridad a ésta y otras inmediatamente después. Nos dimos cuenta de que 'Santi' había crecido, de que había librado una verdadera batalla interior buscando su propio perfil creativo y de que esa 'Batalla...' particularmente, marcaba un hito importante en su vida, en su modo de asumir la canción y la guitarra. Aunque, a decir verdad, ya desde que tomó por primera vez una guitarra en sus manos lo hizo de una manera muy peculiar...
Sucede a veces que los fotógrafos o los diseñadores cometen el error de imprimir al revés el negativo de una hermosa toma de un guitarrista derecho, y el resultado es que contemplamos un guitarrista supuestamente zurdo. Pero Abi y Sebastián no se equivocaron. No hay error. Santiago. Santiago toca 'a la zurda'...¡por partida doble! El coloca la guitarra para tañer con su mano izquierda y formar las notas y acordes sobre el diapasón con su mano derecha, ¡pero no le cambia el orden a las cuerdas! ¡las deja 'a la derecha'!. Así le quedan los bajos 'abajo' y los agudos 'arriba'. He visto antes a algún guitarrista zurdo tocar así, pero en lo que alcanza mi experiencia, ninguno que lo hiciera así de bien, llenando tanto el espectro de posibilidades del instrumento y eso, claro, con una técnica que ha tenido que inventarse el solito. La primera impresión suele dejar atónito a todo el pueda entender un poco lo que él se trae, precisamente, entre manos.
Esta forma de guitarrear genera algunos timbres especiales y un 'sentimiento' armónico propios que han marcado la creación de Santiago y que él ha ido desarrollando en sus composiciones posteriores.
En este, su primer disco, esto puede palparse significativamente. Pero hay más: están presentes las distintas fuentes que han alimentado el manantial creativo: la música pre renacentista europea, raíces comunes a distintas culturas latinoamericanas, sanas influencias de sus 'antepasados' de toda la trova cubana, algo de rock sinfónico, algo de country music y algo de rítmica quebrada e improvisación melódica que el ha ido encontrando por diferentes caminos. Las acertadas orquestaciones de Oriente López y de Pablo Menéndez, así como los montajes ideados por el propio Santiago, contribuyen a resaltar éstas aristas de su 'musicar'. Aquí está felizmente plasmado el mundo de Santiago, con sus 'amigos que dibujan soles', con amores de estos y otros tiempos, con sus fantasías, ansiedades y decisiones, con sus urgencias de justicia y belleza 'para todos'.
Sobre la canción hay a veces mucho que contar, pero siempre será más lo que hay que cantar. Para eso está aquí la voz fresca y sonora de Santiago Feliu - de este mismo 'Santi' que hemos visto crecerse como trovador -, en éstas canciones donde nos muestra su sensible descubrimiento de la vida, donde le rinde un homenaje íntimo y colectivo a la vida, y donde hace, de esta manera, una hermosísima y convincente defensa de la VIDA.
Dueño de una trayectoria artística de casi dos décadas, el artista nacido en La Habana hace 40 años lleva grabados siete discos y concretadas múltiples presentaciones en España y Argentina donde goza de gran popularidad.
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