Por: Jaime Cháidez
La danza tijuanense atraviesa por un buen momento, las compañías obtienen reconocimientos, becas, se presentan en foros internacionales y nacionales, existe una muestra internacional de danza —Cuerpos en Tránsito, que en abril llega a su edición xv— brotan jóvenes bailarines en distintos diplomados e intervienen con danza la calle, las plazas comerciales y los bares de la ciudad.
¿Representa esto un boom de la danza en Tijuana?
En voz de sus propios participantes sí lo es y no.
No todos los booms son sinónimos de calidad, “quizás cantidad, pero no de calidad”, aclara Minerva Tapia, directora de su propia compañía.Henry Torres, director artístico de Lux Boreal opina que “faltan líderes de proyectos artísticos, faltan profesionales”.
Para Carlos González, codirector de Péndulo Cero Danza Contemporánea, lo que está sucediendo es un “despertar de la danza tijuanense” y rememora el trabajo que han realizado bailarines desde hace más de 30 años.
El crítico de danza, César Delgado, opina que la danza de Tijuana es de “buena factura, de primer mundo. La danza tijuanense se ve como un movimiento sólido, propositivo y de grandes alcance en la cultura nacional”, señala el también periodista, desde su natal Nayarit.
Y Miroslava Wilson, también codirectora de Péndulo Cero, no tiene duda: “¡Sí, sí hay un boom de la danza en Tijuana! Es muy claro como cada grupo organizado está en su estilo, en su manera, pero firmes y trabajando mucho”.
Las siguientes son las declaraciones textuales de varios de los protagonistas del movimiento que se viene dando en la danza tijuanense 2013.
Carlos González Codirector de Péndulo Cero
“En lugar de llamarlo boom, yo diría que es un despertar de la danza tijuanense porque ese movimiento que se inició con maestros como Antonio Galindo, Alberto Galindo, Ricardo Peralta, etcétera es parte de la historia que permite seguir desarrollando ese campo que prepararon los antecesores.
Es importante mencionar a personajes como Jorge Domínguez que en la década de los 1990 apoya la danza regional creando escaparates como lo es Cuerpos en Tránsito para seguir motivando al cambio la manera de hacer la danza.
Creo que en este momento la danza tijuanense está en fase del despertar con una transformación constante y cambios maravillosos, cada una de las compañías, cada bailarín, cada artista escénico vive y está presente con el linaje del trabajo constante. Se está vivo, se disfruta la danza que hacemos, la compartimos y mantenemos el deseo constante de seguir la vida, porque la vida es movimiento”.
Minerva Tapia Directora de su grupo de danza
“Tijuana ha tenido un desarrollo dancístico gradual y muy propio en los últimos 50 años. Actualmente existe un sinfín de espacios donde se ofrecen clases de diferentes danzas para todos los niveles, desde aficionados, principiantes, técnicos, diplomados y hasta licenciatura. Creo que de todos los géneros dancísticos es indiscutible que la danza clásica y contemporánea ha destacado a nivel nacional e internacional y tienen un lugar especial en la historia de Tijuana. Ambas danzas también han tenido una relación continua y a veces interrumpida con la ciudad de San Diego, donde ha existido un transitar de ideas y colaboraciones.
Para que Tijuana siga teniendo un desarrollo positivo creo que a la par de estar disfrutando efectivamente un cambio importante en lo que refiere a danza, se debería justo en este momento hacer evaluaciones para no perderse en una falsa imagen de lo que es la profesionalización. No todos los booms son sinónimo de calidad quizás de cantidad, pero no de calidad”.
Miroslava Wilson Codirectora de Péndulo Cero
“¡Sí, sí hay un boom de la danza en Tijuana! Es muy claro como cada grupo organizado está en su estilo, en su manera, pero firmes y trabajando mucho. Esto genera una resonancia muy potente.
También hay muchos jóvenes bailando, los estilos se diversifican cada vez más. Sí, la danza hoy tiene una voz fuerte. También observo que cada acción soporta el rumbo de grupos como Péndulo Cero y nuestros colegas como Subterráneo Danza, Lux Boreal y Minerva Tapia, entre otros, y es la cohesión, la constancia, la reflexión de renovarse constantemente. Nuestra apuesta es que este no sea un boom sino un gusto extendido, continuado, desarrollado y expandido del arte, ¡a eso nos sumamos!”
Henry Torres Director artístico de Lux Boreal
“No existe un boom. Pienso firmemente que Tijuana es una ciudad muy fértil para las artes, además de inspiradora y un real escaparate para creadores consolidados y emergentes. Pero esto no quiere decir que exista un boom. De lo que sí se trata es de condiciones que permiten el surgimiento de cualquier propuesta artística, misma que después de ser lanzada tiene que enfrentar un proceso de validación regional y nacional.
Hay que contar con la influencia que han plasmado las compañías como Minerva Tapia, Subterráneo, Aleph Teatro Kinésico, entre otras.
Aun así, no existe el boom que debiera. Faltan líderes de proyectos artísticos, faltan profesionales que aglutinen el talento de los creadores y bailarines de la región para realmente catapultar el potencial existente y así, sí existiría algo parecido al pomposo significado de la palabra boom”.
César Delgado Crítico de danza
“Hay, digamos, danza de buena factura. De primer mundo. Y aunado a esto, la gestión de algunos grupos (como Lux Boreal y Péndulo Cero), que lleva a obtener apoyos económicos que son fundamentales para su trabajo creativo. Es importante que los bailarines puedan vivir de su trabajo. Que realmente sean profesionales. Que puedan dedicar todo su tiempo a las diversas facetas de la construcción de la danza fronteriza.
Desde el (llamado) centro del país, donde temporalmente estoy, porque radico en Rosamorada, Nayarit, la danza tijuanense se ve como un movimiento sólido, propositivo y de grandes alcance en la cultura nacional. Algo insólito. Al considerar que en tiempos pasados se consideraba que fuera de México, D.F. todo era ‘la barbarie’”.
Jorge Domínguez Creador de la Muestra Cuerpos en Tránsito
“Pienso que la danza, específicamente la contemporánea, está en el umbral de una buena época, donde los eventos acontecidos a partir de Cuerpos en Tránsito han sembrado el campo en forma diversa y generosa, sumando el desbroce que significaron los 15 años previos al festival. Las aportaciones de la Escuela Campobello, los distintos momentos y maestros de la Casa de la Cultura y los grupos y coreógrafos que iniciaron el movimiento que hoy se manifiesta tan ampliamente, todo eso contribuye a que veamos esto que se antoja repentino, pero que lleva ya al menos tres décadas gestándose.
Lo importante ahora es reforzar el ámbito académico, que promueva una educación y formación artística de más amplio espectro, actualizada y rigurosa, donde lo que suceda próximamente con la apertura de la licenciatura en la UABC vendrá (o no, dependiendo de la experiencia y capacidad de los maestros que allí vayan a enseñar), vendrá, repito, a dar un nuevo impulso, si las condiciones lo permiten.
Por otro lado, pienso que aun hacen falta espacios y frecuencia en las presentaciones. Una golondrina no hace verano y una función cada 2 o 3 meses no crean un verdadero público”.
Gregorio Coral Director de Subterráneo Danza Contemporáneo
“La danza contemporánea se ha desarrollado en gran parte por la voluntad que demuestran los bailarines y coreógrafos.
Antes existía un vacío respecto a intérpretes locales, las compañías estaban conformadas en su mayoría por bailarines de afuera. Ahora, en las compañías actuales, existen bailarines tijuanenses, los cuales han surgido de los diplomados y seminarios de danza que se ofrecen en la ciudad.
Sin embargo, un problema muy importante es la poca existencia que existe de coreógrafos preparados y experimentados, las nuevas generaciones no están ateniendo este asunto tan vital para el desarrollo de la danza. Están desarrollando su trabajo solo con buenas intenciones y buenas ideas, pero sin un amplio rigor formativo o de investigación.
La danza la propicia el coreógrafo, no el bailarín, hay que apostarle al coreógrafo antes que al bailarín, o a la par.
Es el coreógrafo el que tiene la iniciativa para crear una compañía, el que tiene la inquietud de desarrollar un lenguaje dancístico, que después convertirá en una técnica, con la cual podrá formar bailarines. Es el interesado de autogestionarse para difundir su trabajo, crear públicos, y buscar apoyos en las instituciones.
Observo que en Tijuana existen excelentes bailarines, salones para entrenarse de buena calidad, maestros que imparten clases de excelente nivel, festivales con buen apoyo, amplia apertura de las instituciones para apoyar la danza, y un público más interesado en ver danza.
Sin embargo, veo en desproporción el desarrollo y consolidación de coreógrafos, lo cual me hace pensar en un boom a medias de la danza en Tijuana”.
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