domingo, 20 de octubre de 2013

Noche de danza al recordar a la Mtra. Lila López: Nucleodanza y Unidanza





Por: Roberto A. Valenciano Capín

Con esa inyección de ese espíritu de convicción por la danza que le fue inculcada por esa hermosa mujer ataviada con nuestro vestuarios nacionales que enalteció a S.L.P., con todo cuanto creo como: El Ballet Provincial de San Luis y el Festival Internacional de danza que lleva orgullosamente su nombre y. que es el más importante a nivel internacional.
 
A quien además les inoculo esa pasión y entrega por la danza , "de esta mujer creativa quien amo y respeto nuestras raíces, creando un legado con el que hoy contamos hoy en sus obras coreográficas. Ejemplo  para todos nosotros y a la vez una motivación para seguir investigando el sentir a lo que tanto amo y la llevaron a penetrar en el tiempo".
 
Estas  fueron las emotivas palabras de una de sus bailarinas y alumnas de la maestra Lila López, La Mtra. Guadalupe Orellana, directora de Nucleodanza para con-celebrar el décimo segundo aniversario luctuoso de la Mtra. Lila López 
 
Una  de las tres noches de danza en donde tuvieron el honor de compartir esta función en este icónico escenario del Centro de Difusión Cultural "Raúl Gamboa Cantón" del IPBA.

En esta función, dos ex bailarines y alumnos de la Mtra. Lila López se unieron en una sola voz, nos referimos a la Mtra. Guadalupe Orellana con su proyecto Nucleodanza y el Mtro. Mtro. Fernando Escalante con Unidanza Contemporánea de la U.A. S.L.P 
 
No hay mejor forma de iniciar con este pulso creativo de uno de los integrantes de Nucleodanza, Josué Ramírez al crear la coreografía" La Martiniana" en homenaje a la Mtra. Lila López.


Un dueto en donde este joven coreógrafo busca a través de la pertinencia de la fluidez del movimiento y la concordancia de dialogar, logra detonar puntuales sensaciones a través de este nudo que le une y lo desune a esta inminente y sustancial otredad, la muerte, al ser bailada por: Guadalupe Orellana y Mónica Salas.
 
Para proseguir con el estreno en esta capital potosina de la primera coreografía de largo aliento de la compañía universitaria, Unidanza Contemporánea, titulada " Antes, durante y después de la tormenta".
 
Una idea original del Mtro. Fernando Escalante y Miriam del Pilar Morán, pero en su esencia misma es a partir de una obra colectiva, al integrarla trabajos de los antes referidos, Diana Batres, Valeria Vélez y Antonio Martínez.
 
Aún así, destaco la curiosidad por disfrutar de este otredad de este trabajo dancístico y de correr los riesgos pertinentes que conlleva, lo cual se agradece.
 
Un entusiasmo inicial bajo esta bella imagen de una analogía del recuerdo a través de esa barcaza de papel entre esos visos de esta sutil tormenta, donde queda planteada bajo este pulso estético de su director pero que desafortunadamente se fueron desvaneciendo en su laxitud ante los subsecuentes trazos  coreográficos, sin ofrecer ningún elemento relevante como propuesta escénica, interpretativa y, mucho menos, como resultado de la inspiración de este alentador tema propuesto por esta compañía universitaria, al ser trazadas en una serie de coreografías reiterantes en sus propios y débiles  discursos, con el infortunio que  no logran trascender en una unidad.
 
Pero aun así, se logran percibir someramente trazos de esta búsqueda de este camino expresivo ante unas enfáticas composiciones visuales, aún así prevaleció el caos, pero no como discurso, sino como producto de la prisa en la hechura que se reflejó en la puesta en escena.
 
Un respiro, para llegar plenamente a la alegoría,  el colorido de este proceso trunco que quedo en la búsqueda de su lenguaje dancístico de Ramón Castillo (qepd), al volverse en si mismo la danza en este diálogo y en este hallazgo que incide en este cruce de lenguajes como es el folclor y lo contemporáneo, al quedar plasmado en su "Tierra Mestiza", interpretada por: Isis Chávez, Elena Rico, Starenka Torres y Josué Ramírez.


Y cerrar este homenaje con un fragmento de "El Verde esmeralda " de Tonio Torres. Un verde esmeralda se ve al horizonte, resguardando guerreros después el combate, oasis de vida que alimenta el espíritu, recuerdos cromáticos del ultimo embate.
 
Es esta instancia iluminadora de estos cinco guerreros de la danza de algo sostenible a la permanencia a este diálogo profundo sobre la intimidad de este proceso de transferencia simbólica, de lo singular a lo absoluto, los cuerpos ceden sus derechos de representarse a sí mismos. Pierden. Siempre hay una pérdida en toda representación. Y toda pérdida, en mayor o menor sentido, es dolorosa. 

Una función dancística que busca diseminar el legado de la Maestra Lila López. De ahí que este homenaje es con el día a día, al seguir su ejemplo: ¡vaya pues esta función dedicada a ella! con amor, respeto y admiración.

Lila López destacó en múltiples facetas: bailarina, coreógrafa, maestra, promotora cultural y directora de compañía. Personalidad que tuvo el valor de abandonar la relativa comodidad de hacer su carrera en la capital del país para realizar planes artísticos y de vida al interior del país.

 

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