Un recinto religioso que data del siglo XVIII, ubicado en el poblado Pame (xi´ói) de Santa María Acapulco, San Luis Potosí, fue restaurado por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC).
Tras haberse incendiado en 2007 y someterse a una serie de restauraciones durante siete años, el templo de la comunidad que resguarda la imagen religiosa Nuestra Señora de la Asunción fue reabierto recientemente, informó el INAH, a través de un comunicado.
A la ceremonia de reapertura asistieron la arquitecta Begoña Garay, del Centro INAH San Luis Potosí, y la restauradora Renata Schneider, de la CNCPC, responsables de la restauración del recinto. Así como el coordinador Nacional de Antropología del INAH, Diego Prieto; la subdirectora de Conservación e Investigación de la CNCPC, Isabel Villaseñor; además del director del Centro INAH San Luis Potosí, Juan Carlos Machinena.
En el evento, Santos Nieto Medina, representante de la comunidad Pame, agradeció la ayuda de los especialistas para recobrar el rostro de su iglesia y realizar fiestas y celebraciones comunitarias.
A decir de Renata Schneider, una de las responsables de la restauración, los criterios y normas que siguieron respetaron los materiales originales de las piezas. Sin embargo, en el caso de los objetos que se perdieron en su totalidad y que son motivos de culto, se realizó una réplica.
“Hacer un trabajo de simple estabilización no tiene sentido en estos casos; no rehacer el brazo de una virgen que otorga la bendición durante una celebración, implica que simplemente no hay fiesta”, expresó.
Los trabajos de restauración, manifestó, también obtuvieron sus bases de los testimonios de los habitantes de la comunidad con la finalidad de recuperar la mayor parte del contexto simbólico del templo, su función y su estética.
En su oportunidad, la arquitecta Begoña Garay subrayó que la intervención del templo de Santa María Acapulco contó con una amplia participación de la comunidad.
“Todo el trabajo del artesón y de los muros lo hice con miembros de la comunidad porque ellos son los que tienen el conocimiento de la tecnología tradicional. Fue como un proceso de reapropiamiento del templo a partir de su reconstrucción”, apuntó.
Los trabajos de restauración del recinto religioso incluyeron la intervención de 32 tallas de madera, entre esculturas y muebles; ocho libros impresos del siglo XVIII, dos lienzos, así como nueve libros parroquiales, entre los que destacan cuatro de bautizo, uno de defunción y tres de matrimonio. Entre otras cosas también se restauró, una copia del siglo XIX del título de composición de tierras de Santa María Acapulco y un vestido de seda de finales del mismo siglo.
En el caso de la pintura mural, se realizaron trabajos en 759.54 metros cuadrados. Las escenas teológicas importantes pintadas en el recinto recibieron restituciones cromáticas detalladas, las cuales pudieron reconocerse gracias a la técnica del puntillismo.
Durante la ceremonia que tuvo lugar en la Sierra Gorda Potosina, se realizó el levantamiento de una ofrenda y una misa acompañada de piezas musicales de la época virreinal interpretadas por un trío de violines. El evento conmemoró el regreso del recinto a la comunidad Pame.
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