Fotografías: Cortesía de Moscow State Ballet
Por: Roberto A. Valenciano Capin
Llegó a estas tierras potosinas, una de las obras fundamentales del repertorio balletistico como es el Lago de los Cisnes, en donde el bien triunfa sobre el mal, bajo el Moscow State Ballet, dirigida por Anna Grogol.
Al tener como escenario, el centenario Coloso de Villerías que lució lleno y de esta manera cumplir con las expectativas de un público potosino muy consentidor, quien por cierto aplaudió las dos escenas y sus descansos que la integran.
De nueva cuenta llega por enésima vez por estos lares, otra afrenta escénica llegada desde estas tierras rusas, para abordar una de las obras consideradas epítome de los ballet clásicos,como es el Lago de los Cisnes, que en esta ocasión quedó a deber esta puesta en escena, sobre todo en lo interpretativo y aunado a esta suma expresividad implícita planteada por el gran Marius Petipa y aunado a la música inspiradora de Piotr Tchaikovski por parte de esta compañía de ballet rusa creada en 1997.
Aún así se agradece por ofrecer una versión apegada a su particella original, integrada por dos actos. Así como de una cuidada escenografía gracias a los bellos telones que hacen que el espectador se remonten a la sobriedad palaciega, así como esta evocación boscosa y la orilla del lago, sin hacer dejo de los vestuarios acorde a la obra.
Pero aun así, quedo entredicho en cuanto a este despliegue de esta pasión y teatralidad enfatizada por la directora de este Ballet moscovita, en la rueda de prensa ofrecida a los medios locales.
Un Lago de los Cisnes que narra la historia de Odette -una interpretación con solvencia de Lyudmila Titova-, una joven maldecida por el brujo Von Rothbar, quien la condenó a la figura de un cisne durante el día y durante la noche, humana. En donde una declaración de amor verdadero romperá la maldición, rota está por Sigfrido, una de las más destacadas interpretaciones, calidad técnica y fluidez, junto con este travieso y creíble bufón de la corte, quien tuvo el atino de conectar con el público, ante un corpo de ballet que inicio un tanto floja y un poco de descordinada a pesar de momentos logrados como fue la escena de los cisnes, así como este evocativo aire español.
Indudablemente, una puesta en escena de esta memorable obra que está en la memoria de muchos, a pesar de la diversidad de montajes que se le ha hecho, pero aun así sigue siendo una buena opción para ir al teatro para disfrutar, emocionarse y pasarla bien.
Un agradecimiento a Jeco Producciones y a José Luis de la Rosa, por las facilidades de cubrir este evento.
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