Por: Roberto A. Valenciano Capín
Una de estas noches llena de esta magia hecha música, bajo la cadencia de este sello de la casa, minimalismo tecno y por tanto, no solo crear sino compartir paisajes sonoros con base en ritmos concretos gracias al multiinstrumentista y compositor hamburgés Michael Rother, quien cumplió cabalmente su cometido de poner a bailar a un público muy ecléctico en lo que fue su primera visita a estas tierras potosinas.
De esta manera, ser una buena antesala de lo que será está segunda edición del Futuro Festival a realizarse en el mes de Marzo, así como también el apoyo del Institut Goethe y el Centro Cultural Alemán en San Luis Potosí.
No hay manera de no sentirse tocado por este viaje musical en donde la música fue la protagonista ante las pocas palabras pero puntuales expresadas por Michael Rother, pero eso si, sin dejar de sonreír.
Michael Rother, un enamorado del silencio, "es muy raro que escuche música, porque disfruta mucho del silencio, además de ser un enamorado de la fotografía, quien comenta sentirse asombrado por el gran colorido que hay en México, al mostrarnos una foto del Centro de las Artes y de algunas casas, un gustoso del mar que sin más se remonta a esa niñez cuando podía ir a nadar después de sus clases bajo este estricto régimen escolar, cuasi militar cuando vivió en Paquistán y, ante todo ser un optimista ante la vida.
Quien nos platica no sólo con esa confianza y su congruencia en lo que le gusta y sin hacer dejo de su buen sentido del humor, en este espacio que le sienta cómodo ante la serenidad que le da esta vista a un espacio tan habitual para él, árboles y su cierta frondosidad. Aun así pide que si le pueden quitar la música de fondo para poder platicar.
Sentados frente a frente, Juan Antonio Ramírez del programa radial Sinapsis como su servidor. Primera pregunta propuesta por Ramírez para dar su punto de vista entorno a este movimiento del rock progresivo tanto italiano, francés y sobre todo alemán, de esta manera ir conocer la contundencia de sus respuestas.
"Es la hora de la verdad, -entre una de las risas que se dio en esta amena charla-. Mi historia es que al final de los años sesentas yo quería olvidar todo y yo acabe escuchando la música en Alemania y la consecuencia era no me interesaba lo que hacían estos grupos, yo hice mis propias cosas y no me interesaban, ya que trataba de desarrollar mi propia música."
Quien despliega esta sinceridad al comentar que "no es muy buena persona para hacerse preguntas de música, porque yo solamente escuche lo que a mí me interesaba y los demás no los conozco."
Hay que entender que pertenece a una generación de músicos que buscaban tener su propia identidad y por tanto, desalinearse ante los grandes grupos ingleses que parecían invadirlo todo.
Al platicarnos que durante su residencia en Paquistán, desde 1960 hasta 1963, tuvo la oportunidad de escuchar música paquistaní e hindú y esta música tiene unas características muy especiales como son la eternidad, las cosas que se repiten" y eso trazo el devenir de lo que es su propuesta musical.
En 1973, regresó a Alemania con su familia y es ahí cuando tiene este encuentro con The Beatles, The Rolling Stones y luego se compro una guitarra y también alguien le regalo un acordeón, porque sus héroes tocaban la guitarra y estuvo muy feliz por muchos años imitando a sus héroes y es así como aprendió la mecánica para tocar.
Y ya a los dieciséis o diecisiete años empezó a mezclar la música de sus héroes y su propia música lo cual duro hasta los años setenta.
En cuanto a este proceso creativo para hacer música para películas comento que "es otro tipo de trabajo, porque te dan el material, ya que tú tienes la película y tú tienes que reaccionar a este material que te dieron, aun así es muy difícil porque ya sabes cuales emociones quieren transmitir, entonces tienes que adaptarte tu manera de trabajar estas emociones para que la película necesita transmitir.
"Me encantan las películas y por tanto no me resultan difícil porque disfruto mucho de las películas y puede volver a ver las películas tantas veces sin aburrirme, y cuando la directora se me acerco y me pregunto si quería hacer la música, me dije que no lo tenia que pensar para hacerlo, porque no tienes esta presión de Hollywood, -al acotar-, no es una producción de Hollywood, es art house, se trata de belleza, se trata de arte y no tienes esta presión, no soy una persona para hacer películas en Hollywood."
A pregunta expresa de que le da mas prioridad, el darle más importancia a los resultados sonoros o los procesos creativos comenta " Para mí no son cosas diferentes cuando el resultado es bueno, tampoco estoy satisfecho con lo que hago, por lo cual no se puede distinguir estas dos cosas al tener que mezclarse y, por tanto no es un proceso tan intelectual, es algo más emocional, instintivo y primitiva. Música primitiva."
En esta noche compartió una travesía de canciones muy energéticas, con mucha fuerza y de buscar este estado de éxtasis, a partir de su etapa como solista y como parte del proyecto Harmonia, quien estuvo acompañado del baterísta Hans Lampe, con quien grabó el alucinante e influyente álbum NEU! '75, y del guitarrista Franz Bargmann, quien ha formado parte de los explosivos Camera, parte de la nueva ola motorik de Alemania.
En fin, se podría decir básicamente que fue un concierto para apasionados y conocedores, pero que logro atrapar a aquellos que estuvieron sin saber a lo que iban y conocer a uno de los pilares del movimiento krautrock e integrante de legendarias bandas alemanas como Kraftwerk, NEU! y Harmonia: Michael Rother.
Todo confluyo gracias al Centro Cultural Alemán en San Luis Potosí, Futuro Festival y la Cineteca Alameda.
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