Por: Juan Carlos Talavera
A dos años de los sismos de septiembre de 2017, las autoridades culturales observan pendientes importantes en el rescate del patrimonio histórico en Morelos, Guerrero, Puebla, Oaxaca, Chiapas y la Ciudad de México, por lo que estos trabajos no concluirán en 2020, sino en 2021.
Algunas de estas complejidades prevalecen en el Centro Scop, la parroquia de Nuestra Señora de Los Ángeles, colonia Guerrero; el Templo de la Santa Veracruz del Centro Histórico y el conjunto de 14 conventos ubicados en las faldas del Popocatépetl, declarados Patrimonio de la Humanidad.
Según la Secretaría de Cultura federal (SC), los trabajos de recuperación registran un avance de 42% en los dos mil 340 inmuebles que registraron algún nivel de deterioro tras los sismos de 2017, así como la recuperación de 25 zonas arqueológicas de las 42 afectadas.
Al respecto, Salvador Camarena, coordinador operativo de la Oficina de Sismos del INAH, dijo a Excélsior que en el caso de los edificios religiosos de los siglos XVI al XVIII “a dos años de trabajo tenemos 990 templos recuperados, lo que representa 46% del total, así como 578 inmuebles en ejecución de obra y 750 en estudio”.
Arturo Balandrano, titular de Sitios y Monumentos de la SC y coordinador del Programa Nacional de Reconstrucción (PNR), abordó los pendientes para 2020 y 2021 que se incluirán en el PNR. “Hay una variedad amplia de casas de cultura, museos comunitarios y vivienda histórica que es utilizada como habitación, y un número importante de edificios civiles, oficinas públicas y pequeños teatros”, los cuales quedaron fuera porque dichas solicitudes no integraron los expedientes completos y no fue posible dictaminarlos.
Y recordó que el compromiso del gobierno terminará cuando se cumpla con la recuperación de todos los bienes culturales afectados. “Creemos que podemos hacer la culminación del grueso mayor en el año que viene y dejar sólo para 2021 los casos más complicados”, dijo.
Y confirmó que para 2020 la SC sólo pidió un presupuesto de 333 mdp para el PNR, a diferencia de los 800 mdp obtenidos para este año, aunque aseguró que estarán pendientes “para ver si la Cámara de Diputados amplía o mantiene dicho monto; estaremos atentos a la discusión del presupuesto”.
CENTRO SCOP
Uno de los edificios más complejos de recuperar es el Centro Scop, revestido con murales históricos retirados parcialmente. Sobre éste, el INBA informó ayer que, derivado de recientes análisis, se observó “la necesidad de actualizar el dictamen estructural del conjunto, mecánica de suelos y estudio de costo beneficio, dado que cada edificio tiene una problemática estructural diversa”. Y admitió que no ha concluido el expediente para emitir su Declaratoria de Monumento Artístico, y hasta hoy el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales, poseedor del inmueble, no ha definido su destino.
Colonia Guerrero
Otro ejemplo es la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, que hasta el momento no se ha logrado recuperar del colapso parcial de su cúpula principal “porque nos ha planteado uno de los problemas más graves de restauración en la Ciudad de México”, comentó Balandrano.
Y aseguró que en este monumento el INAH lleva la batuta, pero hasta el momento ya está el proyecto ejecutivo para restaurar la cúpula. “Ahora lo que falta es la asignación de la obra a una empresa especializada que garantice la ejecución del mismo y pensamos que (nos) va a llevar todo el año la obra para terminarla probablemente a fines de 2020 o principios de 2021”.
SANTA VERACRUZ
En el caso de los templos de la Santa Veracruz y de San Juan de Dios, ubicados en la Plaza de Santa Veracruz, sobre avenida Hidalgo, constituyen otro reto. “En este caso, los dos templos tienen afectaciones en sus torres campanario, cúpulas y bóvedas. Fueron apuntalados tras el sismo, pero hoy eso ya no garantiza la estabilidad de las estructuras, así que el INAH ha trabajado en proyectos de apuntalamiento más sólidos, mientras se concluyen los proyectos de restauración de ambos templos”, apuntó Balandrano.
RUTA DE CONVENTOS
Por último está el conjunto de 14 conventos ubicados en las faldas del Popocatépetl. “porque la estructura de los conjuntos conventuales sufrió colapsos en sus elementos arquitectónicos de soporte, torres, muros y bóvedas, y la afectación no sólo fue hacia los inmuebles, sino también a los bienes muebles que se resguardaban dentro de los templos, como esculturas, pintura de caballete y mural, órganos, campanas, objetos de arte sacro y de gran valor histórico”, añadió Balandrano.
En este caso, están en la fase de elaboración de proyectos ejecutivos para la restauración, así como diagnósticos y cálculos estructurales para hacer labores de reforzamiento estructural en todos los edificios. Esto, “con el objeto no sólo de restaurar el valor arquitectónico, sino dejarlos muy sólidos para que en el siglo que viene; sabemos que vendrán otros sismos, esperemos no tan graves, pero cuando vengan el inmueble no sufra tanto como en 2017”, añadió.
SON 275 EMPRESAS
Balandrano habló sobre las empresas especializadas que colaboran en las restauraciones del INAH y el PNR. “Con el INAH trabajan poco más de 275 empresas en los 11 estados —los ocho con declaratoria y tres más que no la tienen, como son Hidalgo, Veracruz y Tabasco—, mientras que en el PNR se prevé utilizar cerca de 250 en los trabajos que realizaremos”.
¿Las empresas pueden repetir trabajos en el INAH o el PNR? “Sí, porque no tenemos tantas empresas especializadas ni calificadas para darnos el lujo de sólo darle un contrato a cada una. Las empresas están haciendo un esfuerzo para tener la capacidad de obra y que no limite la calidad del trabajo, pero sí que nos ayuden a marcar un mayor número de obras”.
¿En qué proceso están en 2019? “Estamos en la contratación y adjudicación de las obras de acuerdo con la normatividad de obra pública”.
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