martes, 4 de agosto de 2020

Maya Goded explora las formas de sanación de las mujeres, la lucha y la resistencia

Fotos: Cortesía Maya Goded

Por: Juan Carlos Talavera

La fotógrafa y documentalista Maya Goded (Ciudad de México, 1967) fue premiada con uno de los nueve “Storytelling Fellows 2020-2021” de National Geographic con el proyecto Sanación, cuerpo y territorio, que documenta la resistencia de las mujeres indígenas contra la explotación de la biodiversidad y de los recursos naturales, así como el conflicto socioambiental en América Latina y la práctica de sus rituales de sanación, experiencias espirituales y medicina tradicional.

En una breve charla, Goded comentó que en este proyecto no sólo explora las formas de sanación de las mujeres, sino también la lucha y la resistencia desde los pueblos originarios, haciendo frente a la violencia y a la pérdida de su identidad en Oaxaca, Chiapas, Puebla y Yucatán.
Goded explora la forma de sanación de las mujeres y sus luchas.

El proyecto le ha llevado dos años de trabajo, pero ahora lo continuará en Ecuador, Chile, Bolivia y Perú, “porque es a través de sus rituales de sanación y de la experiencia espiritual en algunas zonas –con sus plantas sagradas, medicina local y tradicional– como se puede reconstruir el tejido social que ha sido roto por una violencia sistematizada”, dijo.

Para Goded, quien habitualmente aborda temas como la sexualidad femenina, violencia de género, sanadoras y defensoras de sus territorios, este proyecto ha sido una revelación, “y me ha sorprendido cómo (las mujeres) han sido en muchos lugares el corazón de la resistencia y eso me interesa fotografiar, la espiritualidad y la ritualidad como acto personal, pero también como algo comunitario”.

Además, abordó algunas claves en la construcción de este trabajo. “Por ejemplo, en Latinoamérica buscaré mujeres que vivan en comunidades envueltas en su conocimiento ancestral y en sus antepasados, conectando con plantas, montes, ríos lagunas y cenotes”.

Y reconoció que en los pueblos donde ha trabajado, las mujeres son quienes están más ligadas con la naturaleza y la sanación, “porque ellas son las primeras que están en contacto con lo que está pasando en su entorno, con la sobreexplotación de la naturaleza, y son ellas quienes se encargan de la salud en la comunidad y son las primeras que se percatan de los abusos”.

Veo que las mujeres son fuertes y es donde quiero poner la mirada… (porque) a pesar de los francotiradores y de la violencia, ellas tienen que hacerse cargo de la salud de sus hijos, corren el riesgo de salir a la calle y siempre existe una violencia física. Ahí me quiero enfocar en esa mirada y en esa voz de las mujeres, ante tal lucha por cuidar la vida que muchas veces va ligada con los hijos, la población, los recursos naturales, su cuerpo, su territorio y sus saberes”, apuntó.


Niña baila con la Santa Muerte.

ABRIR LAS DUDAS

Maya Goded recordó que desde hace mucho tiempo fotografía su país y las distintas formas de violencia en contra de la mujer.

Ha sido un camino frustrante, pero siempre trato de verlo desde diferentes puntos de vista, aunque lo frustrante ha sido observar donde no hay justicia, como cuando trabajé en Ciudad Juárez, con las desaparecidas”, aunque reconoció que en muchas ocasiones la justicia no viene desde el Estado.

También habló sobre la fotografía. “Para mí, la fotografía es una investigación muy larga que va de la mano de mi vida. Siento que el arte es vivir todos los días y una extensión es la fotografía. Hacer fotografía es abrirme a entender y a romper mis propios tabúes y mi vida, es dialogar y abrir mi percepción a otro tipo de conocimientos. Además, fotografiar al otro siempre es un reto y más con esto de la pandemia, porque nuestra sociedad nos dice no veamos al otro, que es preferible sólo verte a ti y a tu ombligo, aunque para mí es importante el diálogo y aprender del otro”, abundó.

¿Encuentra en la fotografía una forma de denuncia?, se le preguntó.  “De inicio, no me interesa abarcar un tema como una denuncia. Lo que me interesa es abrir preguntas, porque cuando te acercas a un proyecto y partes desde la denuncia, lo único que haces es buscar fotografías para sustentar una idea preconcebida”.

"Yo fotografío desde lo que siento y desde lo que soy:  una mujer de la Ciudad de México. Claro, de repente estoy enojada y hay cosas de las que quiero hablar, pero el mejor ejercicio es partir del diálogo. En cada proyecto yo entro con preguntas y salgo con más, siempre”.

¿Cómo establece su contacto con las comunidades? “Entro con mucho respeto para luego entender. Sin embargo, en Chiapas me ha sido difícil entender y me cuesta ganar la confianza y comprender, pero siempre tengo ganas de aprender a medida que voy fotografiando”.

¿Cómo ha observado el tema de la violencia? “Vivo en un país donde la violencia contra la mujer crece todo el tiempo. Hace poco grabé, junto con otros cineastas, un documental en la Ciudad de México. Yo quería retomar la historia de una mujer que mataron antes de la pandemia, donde su pareja la hizo cachitos y la tiró como si fuera basura. Así que fui al barrio y grabé, pero me impresionó que fuimos muchos periodistas y compañeras fotógrafas.



"De repente, un grupo de mujeres jóvenes hicieron un homenaje a esta chava, enfrente de la puerta donde la mataron y empezaron a salir mujeres del barrio, jóvenes y mayores, quienes empezaron a decir que su papá o su tío las golpea o las viola y que sienten miedo de ser asesinadas. Ellas no habían encontrado el lugar donde contar esa historia, no habían encontrado un eco, pero era fuerte la necesidad de ser escuchadas. Al final, es un tema que sigue abierto y sin solución en este país”, concluyó.

Los otros ganadores del Storytelling Fellows 2020-2021 son: Ian Urbina, LaToya Ruby Frazier, Lynsey Addario, Michele Norris, Nirupa Rao, Ronan Donovan, Ruddy Roye y Tara Roberts.

 

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