El
Museo Federico Silva Escultura Contemporánea invita a la inauguración de la
exposición “Hersúa Geometría Natural”. Por primera vez en San Luis Potosí la
obra de uno de los escultores mas importantes en la Historia de las Artes en
México. Inauguración 7 de junio 20:30 horas. Museo Federico Silva en el corazón
de San Luis Potosí. Jardín de San Juan de Dios.
Manuel
de Jesús Hernández Suárez, por todos conocido como HERSÚA. Es uno de los escultores más importantes de Latinoamérica. Fue fundador de dos importantes grupos
experimentales: Arte Otro (1969) y grupo Ur (1974),
además de participar en los inicios del No Grupo. En 1971 escribió,
junto con Realth de León, el Manifiesto del arte otro. En él, ambos
se declararon en contra del círculo vicioso de un arte elitista y hermético,
que colaborara en la dominación política sobre las mayorías pasivas. Desde
aquellos años, Hersúa apostó por un lenguaje abierto y dirigido a un espectador
activo, y por una renovación del arte público monumental en México.
Al mismo tiempo, sus obras muestran un amplio
conocimiento de la escultura mexicana del siglo XX. Pero también de la
arquitectura, la escultura y el urbanismo prehispánico, al punto que algunos
críticos han sostenido que los planos inclinados en Gwendolyn se
organizan de acuerdo a los ángulos característicos de la arquitectura maya.
En 1985, Hersúa
recibió la invitación de realizar una propuesta escultórica para el IV Gran Premio Henry Moore, organizado
por el Utzukushi-Ga-Hara y
el Hakone Open Air Museum.
Dicha obra no sólo sería aceptada y financiada, sino que habría de resultar
ganadora de uno de los premios, señalando junto con otras la presencia del
escultor en el extranjero. Actualmente la escultura de gran formato, Gwendolyn,
pertenece al recinto antes mencionado, ubicado en Japón. Su versión en pequeño
formato forma parte de una colección privada en la ciudad de México.
En
1987 recibió por parte de la UNAM un reconocimiento por sus 10 años de
investigador, un año más tarde realizó escultura Hened en el Second
International Sculpture Simposium de Australia y en 1989 la escultura Frida en
el Simposium Internacional de Escultura de Baconao en Santiago de Cuba. En 1993
participó con la Escultura IWONA en Europalia 93 en Bruselas, Bélgica. En 2013
se le otorgo el reconocimiento de Ciencias y Artes por parte del Gobierno.
La
obra de Hersúa invita a preguntarse hasta qué punto la escultura se ha vuelto
arquitectura. Destacan por su dinamismo geométrico y sus logrados efectos
estéticos tanto ornamentales como afectivos. Las esculturas de Hersúa invitan
al espectador a transitarlas, a recorrerlas, a modificarlas, a entrar en su
proceso de construcción y deconstrucción, así como a penetrarlas de diversas
maneras utilizando el intelecto y la sensibilidad. En palabras de Hersúa:
“En las esculturas tienes las dos
posibilidades. Si te introduces en alguna de las obras, las relaciones que
entabla tu cuerpo y la cercanía de las partes de la obra permiten cierta
intimidad. La intimidad se da en un espectador activo cuando el productor,
aparte de tener un conocimiento, hace uso en forma inteligente de los
materiales.”.
Entre
sus obras más importantes destaca Semicubiacan, un proyecto de ciudad en el
Museo de Arte Moderno, ciudad de México (1977); Espacio escultórico del Centro
Cultural Universitario, ciudad de México (1979); Símbolo de las ciencias y humanidades
en la Unidad Bibliográfica de la UNAM, ciudad de México; la realización de la
escultura Ave Dos en el Centro Cultural Universitario de la UNAM (1980) Obtuvo
el Hakone Price en 1985 con la obra Gwendolin en The Utsukushi-ga-hara open-air
museum, Tokio Japón. En 1986 realizó la escultura Ovi en el jardín del Museo de Arte Moderno, ciudad de México.
Juan
Acha; importante crítico de arte, decía con respecto a la obra de Hersúa:
“Para
bien o para mal, Hersúa ha concebido sus obras para espacios a cielo abierto”
“…en su
escultura todavía subsiste, en su calidad de sistema, problemas propios por
resolver hoy centrados en el real y concreto espacio transitable. Esto aproxima
a la escultura a la arquitectura y al paisaje”
Es de
esperarse, por consiguiente, que las generaciones venideras prosigan las
exploraciones emprendidas por escultores, diseñadores urbanos y arquitectos de
hoy, acerca de los efectos estéticos del espacio transitable. De aquí resulte
fácil inferir la importancia, para el futuro, de la escultura de Hersúa como
guía o inspiración.
En su
obra, manifiesta su inquietud por el hombre, el medio ambiente, lo urbano, la
arquitectura y su relación con lo habitable, los niños y el uso del lenguaje
del color.
En
Frida, el Espacio Escultórico que realizó en Santiago de Cuba, hay concordancia
entre el monumento y el espacio de su entorno
y este se abre para que el visitante lo recorra, se sienta dentro de la
obra y se apropie de ella y la cuestione y se cuestione y con ello cumplir con
la función social que toda obra de Arte debe tener.
La obra
de Hersúa, pretende provocar al espectador para que se integre a ella y que sus
características estéticas y escultóricas motiven su imaginación, sentimientos y
formas de interpretarlas.
Usa
nuevos materiales en su escultura, lo que le permite participar con esta en los
espacios reales y concretos, pero además los estructura (obra y espacio)
logrando con esto que su escultura sea transitable.
Ha sido
merecedor de importantes premios y reconocimientos como el Gran Premio Henry
Moore; con su obra “Gwendolyn” y en ella vuelve su preocupación por el papel
que juega el público “La escultura
transitable a diferencia de la Oriental,
no tiene como propósito la contemplación porque en ella se integra el espectador
al recorrerla.
Hersúa
no solo es un productor de Arte y un Escultor de reconocido prestigio nacional
e internacional; es también un hombre comprometido con su tiempo, con su
sociedad y con el arte.
Nace en
Cajeme (Cd. Obregón) Sonora, y se cría Guasave
Sinaloa, aunque procede de una numerosa familia, desde entonces él se considera
un solitario. A propósito de la soledad, Hersúa dice: “somos totalmente cuando
estamos en soledad”.
Es su
padre quien compra a Hersúa su primer estuche de pinturas y pinceles.
Vivió en
el campo, de ahí su gusto por los grandes vacíos. Desde su niñez gozaba con ir
al mar y disfrutar de aquella inmensidad.
Al
terminar su secundaria decide dejar a su familia, pues le gustaba la
aventura y decide probar suerte en
diferentes lugares, incluyendo a los Estados Unidos.
En 1964,
se marcha a la Cd. De México en donde vivió por un tiempo, con uno de sus
hermanos; un amigo de éste que estudiaba dibujo publicitario en la Escuela
Nacional de Artes Plásticas (E.N.A.P) de la U.N.A.M, lo invita para que
ingresara a dicha plantel para estudiar pintura.
En su
primer año, en la E.N.A.P, obtiene el primer lugar en el concurso de
autorretratos, organizado por dicha institución.
Para
1968, tiene su primera exposición individual en Cd. Juárez Chihuahua, como
parte de los festejos culturales organizados por los XIX Juegos Olímpicos
celebrados en México. Pero para ese entonces la pintura ya no le atraía y
cuestionaba el anquilosamiento de la academia desde el punto de vista
pedagógico y de sus programas de estudio, entre otras cosas. Desde entonces y
tal vez desde su primera juventud se le consideraba como un rebelde.
Funda,
el grupo experimental “Arte Otro”, en 1969, junto con Sebastián, Luis Aguilar
Ponce y Eduardo Garduño.
El
discurso filosófico-político-estético de Hersúa plantea que el espectador debe
integrarse de manera más activamente en el discurso estético de la obra de
arte, elaborando su propia interpretación, propone que el espectador pase de
ser un observador pasivo, para convertirse en activo.
La
exposición tendrá una vigencia del 7 de junio al 25 de Agosto 2013.
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