Por: Jorge Ricardo
El 26 de febrero, luego de participar en Guadalajara en un mitin por los normalistas de Ayotzinapa, Rossana Reguillo pasó de ser una investigadora sobre violencia, juventud y construcción del miedo, a ser una mexicana más amenazada de muerte.
"Bas a baler verga aki esta tu direcion pinche maestrita de kinta". "Vas a llorar sangre". Es el tipo de mensajes que la integrante de la Academia Mexicana de Ciencias recibe desde entonces por medio de Twitter.
El 3 de marzo presentó una denuncia ante la PGR, la cual ratificó el viernes con número 1065/2015. El caso también ha sido ingresado al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
Para Reguillo, investigadora en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), no hay duda: "Tenemos fuertes indicios de que se trata de granjas de bots y de agencia de redes que están trabajando para el Gobierno estatal", dijo vía telefónica.
Lo mismo consideró uno de sus abogados, Jesús Robles Maloof, miembro del colectivo de activistas digitales Contingente Mx. "Cuarenta mensajes se han hecho desde cuentas que pertenecen a una empresa que ha promocionado acciones del Gobierno de Jalisco", indicó.
Ellos se basan en el rastro que especialistas de Brasil, México y Estados Unidos han realizado de las cuentas de Twitter.
El 12 de marzo Reguillo estaba a punto de dar una conferencia sobre violencia en Nueva York, un evento organizado por la Universidad de Princeton, cuando recibió una amenaza más. "Me he sentido acosada, vulnerable, he tenido que cambiar mis hábitos, me ha minado muchísimo mi capacidad de trabajo", afirma la autora de libros como Culturas juveniles. Formas políticas del desencanto.
Las advertencias de muerte a Reguillo han generado que un grupo de intelectuales e investigadores, como Néstor García Canclini en México; Juca Ferreira, Ministro de Cultura de Brasil, o el escritor argentino Cristian Alarcón, hayan firmado una carta de solidaridad con ella.
Reguillo asegura que ésta es la primera ocasión en que ha sentido la amenaza tan cerca, una sensación que se agrava en vista del peligro latente en México. "Creo que hay un ambiente muy enrarecido de represión, muy claro, creo que hay una enorme preocupación de fuerzas muy oscuras actuando de maneras no legítimas".
Un mes después del secuestro de los normalistas, Reguillo publicó el ensayo Ayotzinapa, El nombre del horror en la revista electrónica Anfibia, de Argentina: "Aunque inédita sea la cruda y aterradora evidencia del grado de descomposición en las estructuras del Estado, no puede ya esconder en ningún boletín de prensa, en ninguna declaración, pose, o lamentación que la narco política capitalista controla buena parte del paisaje nacional", apuntaba.
Robles Maloof considera que el caso sienta un precedente en el tratamiento legal a esta forma de intimidación.
El 3 de marzo presentó una denuncia ante la PGR, la cual ratificó el viernes con número 1065/2015. El caso también ha sido ingresado al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
Para Reguillo, investigadora en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), no hay duda: "Tenemos fuertes indicios de que se trata de granjas de bots y de agencia de redes que están trabajando para el Gobierno estatal", dijo vía telefónica.
Lo mismo consideró uno de sus abogados, Jesús Robles Maloof, miembro del colectivo de activistas digitales Contingente Mx. "Cuarenta mensajes se han hecho desde cuentas que pertenecen a una empresa que ha promocionado acciones del Gobierno de Jalisco", indicó.
Ellos se basan en el rastro que especialistas de Brasil, México y Estados Unidos han realizado de las cuentas de Twitter.
El 12 de marzo Reguillo estaba a punto de dar una conferencia sobre violencia en Nueva York, un evento organizado por la Universidad de Princeton, cuando recibió una amenaza más. "Me he sentido acosada, vulnerable, he tenido que cambiar mis hábitos, me ha minado muchísimo mi capacidad de trabajo", afirma la autora de libros como Culturas juveniles. Formas políticas del desencanto.
Las advertencias de muerte a Reguillo han generado que un grupo de intelectuales e investigadores, como Néstor García Canclini en México; Juca Ferreira, Ministro de Cultura de Brasil, o el escritor argentino Cristian Alarcón, hayan firmado una carta de solidaridad con ella.
Reguillo asegura que ésta es la primera ocasión en que ha sentido la amenaza tan cerca, una sensación que se agrava en vista del peligro latente en México. "Creo que hay un ambiente muy enrarecido de represión, muy claro, creo que hay una enorme preocupación de fuerzas muy oscuras actuando de maneras no legítimas".
Un mes después del secuestro de los normalistas, Reguillo publicó el ensayo Ayotzinapa, El nombre del horror en la revista electrónica Anfibia, de Argentina: "Aunque inédita sea la cruda y aterradora evidencia del grado de descomposición en las estructuras del Estado, no puede ya esconder en ningún boletín de prensa, en ninguna declaración, pose, o lamentación que la narco política capitalista controla buena parte del paisaje nacional", apuntaba.
Robles Maloof considera que el caso sienta un precedente en el tratamiento legal a esta forma de intimidación.
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