Por: Nelly Toche
El jazz mexicano está pasando por un momento creativo importante: somos el tercer país con más jazzistas en el mundo. Existen muchos proyectos, incluso casi cada estado tiene su festival.
El momento de trascender es hoy, pero el vínculo con el gobierno o la Iniciativa Privada aún no ha sido el necesario para que esto explote, así lo explicó Gerry López, director de la recién formada Orquesta Nacional de Jazz de México.
“Tenemos una gran cantidad de elementos que inspiran a la composición en este país. Eugenio Toussaint por ejemplo, hizo obras estimuladas por las culturas maya o azteca, o el maestro Héctor Infanzón, quien tiene obras e incluso espectáculos que hablan de la ciudad de México. Hoy nos toca a nosotros llevar más allá las iniciativas”, comenta.
Tenemos una gran cantidad de elementos que inspiran a la composición en este país. Eugenio Toussaint por ejemplo, hizo obras estimuladas por las culturas maya o azteca, o el maestro Héctor Infanzón, quien tiene obras e incluso espectáculos que hablan de la ciudad de México. Hoy nos toca a nosotros llevar más allá las iniciativas”, comenta.
En entrevista para El Economista, el también destacado saxofonista aseguró que estamos ante un fenómeno que tendrá repercusión dentro de muy poco, pero se debe participar de manera activa. Por eso “la orquesta, que inició en enero, está conformada por 20 músicos de entre 18 y 30 años; provienen de distintos estados del país”.
Explicó que buscan dar una estructura al jazz joven y dejar atrás los covers. “Estamos enfocados en la creación, 85% de lo que tocamos es original e incluso contamos con un comité de compositores de la orquesta, que son Alan Fajardo, trompetista; Ignacio Alcántara, guitarrista que vive en Europa; Inés Velazco desde Boston; Ilan Bar Lavi, mexicano-israelí, en Nueva York, y yo”.
“Además, quisimos romper con el formato Big Band, explorando sonoridades distintas, donde cada instrumento vive su momento y es protagonista. Incluso la voz se integra como un instrumento no con letras, sino como parte de esas armonías que se logran en este género”, dijo Gerry López.
Nuevos públicos
En los años 50 tuvimos grandes jazzistas nacionales como Mario Patrón, Tomy Rodríguez y Chilo Moran, entre otros.
El nivel de los jazzistas de la época de oro era tan bueno y tenían tanta demanda de trabajo que no tuvieron el tiempo de hacer proyectos y darle una estructura a este movimiento, contrario a lo que pasó en Francia, Dinamarca o Suiza, explicó López.
Llegaron los años 80 y 90 y el pop les exigía a los músicos de jazz tiempo completo; sin embargo, en los años 2000 llegó una crisis y ya no había giras, ni venta de discos, ni trabajo, y todos estos músicos -que ya no eran propiamente tan jóvenes- se vieron frente a la cruda realidad de que nunca desarrollaron proyectos propios.
“Ahora estamos preocupados por que esto cambie”, por lo que buscan tener proyectos, ser mejores instrumentistas y asumir el papel del jazz en la escena mexicana. Además, “se debe aprovechar que el público ha cambiado; ahora los escenarios son de público joven con llenos totales”, detalló el saxofonista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario