Fotos: Sunny Quintero y Notimex
Por: Juan Carlos Talavera
Veinticuatro obras inéditas del artista plástico Roger von Gunten (Zúrich, 1933) se exhiben en el Museo de la Cancillería en la exposición Azul Nopal, serie íntima que permanecerá expuesta hasta el 8 de agosto, donde cuenta la historia del rescate que él mismo hizo de su obra, entre 1954 y 1986, cuando era perseguido por un empresario que quiso decomisarla con recursos fraudulentos.
“Es una colección de obras que integré durante esos años y para conservarlas tuve que formar una asociación civil, con mis hijos y mi exesposa, quienes me ayudaron a salvarla contra la rapiña de una persona que me persiguió con intenciones fraudulentas, pues no pude impedir que obtuviera órdenes de embargo (irregulares)”, dice a Excélsior el artista que adquirió la nacionalidad mexicana en 1980.
La selección abarca tres décadas de trabajo que mantuvo en secreto y que exhibe ahora, cuando ha pasado el peligro. “Digamos que es una colección a mi gusto, con cuadros grandes y medianos, una selección personal que quise salvar de la rapiña”.
Y aunque este museo sólo expone 24 obras de los 80 óleos y 300 acrílicos y dibujos, es la primera vez que se reúnen en una exposición que tiene un carácter emblemático, con ese color del nopal y del agave, tonos entre azul y verde, reconoce Von Gunten.
La exposición fue ordenada cronológicamente. Así podrán verse la oscilación entre abstracción y figuración de su trabajo. “Eso no quiere decir que haya cambiado a propósito; es una serie que salvamos con una asociación civil de las manos de esos gandallas”.
Baste recordar que, en 1981, buena parte de los bienes patrimoniales y artísticos de Von Gunten fueron embargados a causa de una querella interpuesta por la compañía Promotora de Arte Pictórico, A.C., encabezada por Serapión Fernández Stark, que le autorizaba el embargo de éstos para su posterior venta.
¿A casi 15 años de eso, consiguió resolver aquel problema legal?, se le pregunta al artista. “Poco se resolvió, porque desapareció el depositario con casi 100 obras embargadas. Se llevó la obra y todo ha quedado abierto. Pero ya quedará así, porque tengo el acta de embargo donde consta, título por título, cuántos cuadros se embargaron”.
Y aunque el juez aseguró que, por ley, se debe perseguir este delito como grave, explica, “no ha pasado nada. Por mí ahí termina ya el asunto, no hay nada que hacer; es algo que lleva muchos años”, admite. Sin embargo, recuerda que esa denuncia la explica en la serie Espejo, donde relata esa historia, con 19 telas y documentos”.
Mitología personal
Es claro que a Von Gunten no le gusta hablar sobre corrientes artísticas, ni siquiera del paso que experimentó del abstraccionismo a la figuración. “La obra habla por sí misma, aunque ahí puedes encontrar una mitología personal que, en mi caso, está poblada de música, literatura, paisajes y cosas que me suceden, que integro a los cuadros; es un proceso intuitivo que no puede justificarse con razones”.
(En el trabajo artístico) “lo que uno hace es codificar formas, porque uno tiene que transmitir el mensaje adecuado mediante forma, color, factura y cómo se distribuyen esos elementos llenos de melodía, armonía, ritmo; no representan algo que se pueda describir. Además, en la pintura también se hace visible algo que no se puede decir o cuya descripción no aclararía nada, pero al verlo se espera que sí”, asegura.
¿Significa que su trabajo no es un proceso consciente? “Debo decirte que sólo veo los elementos visuales que forman una pintura con la misma libertad que un músico haría en sus melodías; una estructura en la música es una estructura atemporal y en la pintura es más bien espacial”.
¿Pero existe una atracción por los paisajes mexicanos? “Sí, el mar, el bosque, los volcanes. Ésas serían mis inspiraciones, lo que me motiva a usar ciertas formas y colores”.
¿La literatura también lo inspira? “Bueno, a nadie se le ocurre una novela que describa cada minuto del héroe. Ahí también se hace una selección y codificación para que resulte una estructura transmisible y comprensible para el lector. Por otro lado está la precisión poética, importante en una obra de arte y no sólo en una construcción verbal”.
“Es complejo de explicar porque no hay paralelismo entre lo que se ve y lo que se dice. Por ejemplo: representar un cuadro que el espectador ve podría despertar asociaciones propias en el espectador, pero la experiencia artística no es tan lineal, el ideal es cuando el autor puede transmitir mediante una imagen algo al espectador, quizá una vivencia”, asegura.
Esto demuestra que el arte es una experiencia individual a partir de una perspectiva auténtica, insiste. “Por eso creo que es ilusorio todo lo que tenemos, lo que vemos y recordamos; creo que al ver una obra de arte, leer un poema, contemplar un cuadro o escuchar una melodía, se despiertan sensaciones irrepetibles”.
Mundo onírico
Por su parte, Natalie Gama, curadora de la exposición Azul Nopal, comenta que ésta servirá para que el público observe el desarrollo en la obra desconocida del maestro Von Gunten.
“Buscamos obra que no hubiera sido expuesta, pero al mismo tiempo él propuso algunos de sus cuadros más queridos, aquellos que representaban para él ciertos recuerdos. Es una exposición que representa tres décadas en el imaginario de uno de los artistas más representativos de la Generación de la Ruptura”, detalla.
Al mismo tiempo esta muestra representa el imaginario simbólico de Von Gunten en su obra, un artista cercano al mundo onírico que siempre nos ha recordado la fantasía, esa naturaleza ideada a partir de la fantasía o una especie de poesía donde encontramos representaciones figurativas, un autorretrato, una tendencia para trabajar con la imaginación con figuras y colores que él reestructura”, añade.
Algo curioso en estas obras es la utilización del color negro, añade, el cual parecería una evocación de la tristeza, pero él mismo ha dicho que el uso de este color en varios momentos se debió a que trabajaba en un estudio con mucha luz, advierte la curadora.
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