Por Olga Borobio
Berlín. La historia de la cultura maya
muestra al hombre contemporáneo lo que puede suceder si se rebasan los límites
de la naturaleza y no se respetan, declaró hoy a Notimex el científico e
investigador alemán Nikolai Grube.
Grube, quien dirige el instituto de Americanística en la
Universidad de Bonn, ha escrito varios libros y publicado numerosos artículos
al respecto, forma parte de las actividades del Año Dual México-Alemania, con
el que se está proyectando la imagen de México en el país europeo.
“El Año Dual está teniendo buen eco (en la prensa alemana).
Las exposiciones y actividades culturales están contribuyendo a que se haga una
diferenciación, y se conozca que México tiene magníficas universidades,
literatura, ciencia, institutos de investigación, y arte”.
El doctor Grube va a dar una ponencia en junio en el Museo
Martin Gropius Bau en Berlín, donde se muestra la exposición Los Mayas, con
piezas arqueológicas de 29 museos e instituciones, algunas de las cuales aún no
se han visto en México.
“Los mayas son una de las grandes culturas antiguas del
planeta y muestran al mundo de hoy que fue capaz durante cientos de años de
sobrevivir exitosamente en la selva tropical. Lograron fundar una gran cultura
urbana en ese medio natural que es tan extremadamente frágil”.
Indicó que su cultura alcanzó un nivel muy elevado con arte,
ciencia, arquitectura, astronomía, matemáticas, grandes urbes.
Sin embargo, dijo el epigrafista, con el paso de los siglos
los límites de la naturaleza en que vivían dejaron de ser respetados, tales
como el frágil ecosistema de la selva, la escasez de recursos acuíferos, las
capacidades de producción del suelo, el número de pobladores que se puede
alimentar y mantener en esas condiciones.
“La población creció tanto que se llegó a los límites de la
producción agrícola en el suelo tropical. Muchos habitantes ya no pudieron
vivir en las ciudades por el hacinamiento, la erosión, la deforestación de la
selva, destrucción del suelo y la disminución del nivel del agua“ de que
disponían, así como otras consecuencias que afectaron negativamente a la
ecología y la vida del hombre maya”.
Ese curso de los acontecimientos llegó a su culminación en
la Era Clásica Tardía, a la que ubicó a partir del octavo siglo de nuestra era.
En siglos anteriores habían cuidado la regeneración del
suelo por medio de la adaptación de la agricultura a las necesidades de éste,
construyeron terrazas para la protección de la tierra.
Construyeron un complejo sistema para la distribución del
agua, sistemas hidráulicos en ciudades.
“Eso se pudo hacer hasta que la población alcanzó un punto
máximo de crecimiento” en comparación con los recursos de que se disponía.
A partir del siglo VII de nuestra era hubo largos períodos
de sequía, lo que tuvo dramáticas consecuencias para el hombre y para el suelo.
A ello se sumaron las guerras, que probablemente estallaron por la lucha por
los recursos, dijo Nikolai Grube.
Manifestó que la cultura maya sigue ejerciendo fascinación
en gran parte porque creó muchas estructuras, tuvo logros culturales como el
calendario y la escritura, la planeación de caminos. Todo eso ya existía en
Europa en ese tiempo, pero ambas culturas llegaron a esas respuestas y
soluciones en forma completamente independiente.
“Para nosotros, en el tiempo moderno es sumamente
interesante poder observar que los seres humanos alcanzan las mismas
respuestas, las mismas invenciones, pero sin haberse influido los unos a los
otros”.
Eran maestros en la elaboración de esculturas, de la cerámica,
que alcanza un nivel de calidad que es comparable con las mejores piezas de la
cultura antigua griega, puntualizó.
Esculpían sin herramientas de metal, no conocían la rueda, y
a pesar de ello pudieron construir en el difícil suelo selvático edificaciones
monumentales.
El científico dijo a Notimex que “en Alemania hay un fuerte
interés en la cultura maya. También gustan otras culturas antiguas, pero en la
actualidad la fascinación la captan las culturas maya y egipcia”. El
especialista alemán ha escrito varios libros sobre los mayas con traducciones a
otras lenguas.
Atribuyó a ese interés por la cultura maya la buena recepción
de que han gozado sus libros en Alemania y en otros países. De esas culturas
antiguas tan sobresalientes, la maya es la menos conocida, dijo.
Apenas en los últimos 20 años se ha producido un enorme
reconocimiento público de la cultura maya.
Esa reacción ha sido posible tras decifrar la escritura de
los glifos mayas, que han permitido profundizar en ella, destacó Grube, quien
es uno de los pocos científicos alemanes especializado en la escritura maya.
“La comprensión de su escritura fue la llave para conocer su
historia, sus dinastías, a los reyes, su mitología, su cosmología, su religión,
nos permitió saber qué pensaban los mayas de ese tiempo”, apuntó.
Subrayó que eso diferencia a los mayas de otras culturas
indígenas en Latinoamérica, porque además de los monumentos arquitectónicos
tenían la escritura.
“Los mayas no desaparecieron, lo que se resquebrajó fue la
cultura urbana, grandes ciudades mayas tuvieron que ser abandonadas. Eso
ocurrió en los siglos IX y X de nuestra era. Tuvo un segundo florecimiento
tardío en el Post-Clásico, que fue el tiempo antes de la Conquista española.
“No hay que olvidar que los mayas siguen existiendo, las
lenguas mayas siguen siendo habladas por millones de personas. Mayas en México
y Guatemala se consideran los descendientes directos de esa gran cultura”,
advirtió contra su marginalización.
Lo que arquitectónicamente le impresiona más a Grube son los
enormes templos del Pre-Clásico, que fue en el segundo y tercer siglo de esta
era. Están ubicados en el norte de Guatemala, en el sur de Campeche y en
Quintana Roo.
“Fueron construidos templos y palacios gigantescos y enormes
plataformas. Algunos de ellos alcanzan las dimensiones de las pirámides
egipcias“, señaló.
La conferencia que dictará en junio en el Museo Gropius Bau
en Berlín se titula “Reyes de Maíz y Cacao: la ligitimación divina de los
gobernantes de los mayas, porque ya pudimos comprobar que los reyes, para
justificar su poder se identificaban como la encarnación del Dios del Maíz, por
cuyas venas corría cacao líquido a manera de sangre“.
Uno de sus libros que se tradujo al español es “Crónicas de
los Reyes y las Reinas Mayas”, otro es “Mayas, Reyes Divinos de la Selva”.
Otro de sus libros, que sólo está editado en alemán es “El
Calendario Maya de Dresden”, que se base en el Códice Maya que se ha estudiado
en esa ciudad alemana para descifrar la escritura.
Otros libros que ha publicado sobre el tema son para el
sector científico, y en la actualidad está escribiendo un libro sobre los
últimos 100 años de los reyes mayas en la Cultura Clásica, sobre el colapso
maya y los cambios en las dinastías reales en el momento cuando terminó esa
cultura.
El especialista alemán prepara el proyecto arqueológico
Uxul, que es una ciudad maya que se ubica en el extremo sur de Campeche, en lo
que es la reserva biósfera maya o de Kalkmul, a tres kilómetros al norte de la
frontera con Guatemala. En esa zona “estamos excavando una ciudad maya”.
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