Inspirada por el libro "La esfera", de Fabricio Vanden Broeck, la coreógrafa mexicana Irene Martínez Ríos creó la coreografía "La bola", en la que deja claro que la fuerza y la suavidad no son opuestas, una reflexión que parece vital para la población infantil, sobre todo en tiempos de violencia.
A cargo de la compañía Mandinga Mar que dirige Martínez, el espectáculo infantil tendrá funciones el sábado 25 y el domingo 26 de marzo, así como el sábado 1 y el domingo 2 de abril, en la Plaza Ángel Salas del Centro Cultural del Bosque, cuyo acceso será gratuito.
En declaraciones al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Martínez Ríos explicó que para la coreografía en cuestión tomó como punto de partida las imágenes del mencionado volumen y algunas de las particularidades que el autor resalta, como la capacidad de fluir y de circular.
“Se establece una metáfora entre las características de la esfera con cualidades que podemos cultivar para facilitar que la convivencia cotidiana sea amable y fluida. La bola prioriza la experiencia de los pequeños espectadores para que cada uno se quede con lo que encontró, sintió o consideró más importante”.
La coreógrafa, abundó, hace alusión a un fragmento de este libro que subraya su propósito con el público: “La vida comienza con una semilla o con un huevo. Semillas y huevos tienen una forma esférica… Y esto es por dos razones: la primera razón es que la esfera es la forma adecuada para proteger algo.
“La segunda razón por la que los huevos y semillas tienen forma esférica se debe a que la esfera ofrece la menor resistencia al medio, lo que le permite rodar, fluir y circular fácilmente, sin atorarse (...) Estamos rodeados de esferas, las hay diminutas en el macrocosmos. Hay esferas que son casas, pero solo una que es la casa de todos: nuestro planeta, la Tierra”.
Según Martínez, miembro del Colegio de Coreógrafos de México y del Sistema Nacional de Creadores de Arte, en La bola “hay una exploración directa acerca de las posibilidades de la esfera, como fluir, rodar, girar, saltar y flotar sin atorarse, y como mencioné antes, la suavidad sin menoscabo de la fuerza”.
La pieza se desarrolla en un espacio circular con frente múltiple. La percepción de cada espectador dependerá del lugar en el que se sitúe. Además, como se realiza al aire libre, permite que los más pequeños puedan desplazarse.
Mandinga Mar es una compañía independiente que se ha caracterizado por la diversidad de sus propuestas. Ha trabajado en teatros convencionales, espacios alternativos, plazas y jardines ante públicos de todas las edades.
Se ha presentado en los principales foros de danza de la Ciudad de México y participado en festivales de Alemania, España y Brasil. Desde 2014 organiza el festival bienal de danza al aire libre para infantes Al din don de la dina de la danza.
NTX/MCV
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