Por: Roberto A. Valenciano Capín
Entre el reencuentro de los integrantes de este trío, un homenaje sentido, aunado a dos obras de gran peso es como el Trío ofreció un recital camerístico en esta novena edición del Festival de Música Libre.
De esta manera es volver a escuchar música de cámara, la cual desafortunadamente no se interpreta y por consiguiente no se escucha música de cámara en general en México."Desde que estábamos en la licenciatura tratábamos de seguir impulsando y poniendo nuestro granito de arena para bien o para mal, al tener el interés de llevar estas obras al escenario y por el trabajo en equipo, ya que nos gusta mucho", comentó Pedro Damián Martínez.
Una Sala de Conciertos del Área de Música del CEART recibió al Trío Quetzal integrado por: Abderrahmán Anzaldúa en el violín, José Luis Herrera en el violoncello y Pedro Damián Martínez en el piano, quienes ofrecieron este recital como un pequeño homenaje póstumo a su maestra Gellya Dubvova.
"Ella fue la que no solo nos encamino no solamente a la música de cámara, sino a la música en general, fue un increíble empujón el que nos daba constantemente y quisimos hacerle este pequeño homenaje, ya que fueron las dos obras que trabajamos con ella ", refirió Damián Martínez.
En esta tarde, este Trío Quetzal que le gusta ofrecer recitales muy contrastantes, ya que nos gustado este shock, ese golpe fuerte de los cambios drásticos, entonces creímos que estas dos obras podían encajar muy bien".
Al ofrecer en primera instancia, el -Trío para piano y cuerdas en Mi bemol mayor, Op.1 n°1- de Ludwing van Beethoven con sus tempos: Allegro, Adagio Cantabile, Scherzo : Allegro Assai y Finale: Presto.
"Beethoven representa lo clásico y estamos hablando de la cuestión técnica, lo complejo y solucionarlo y no ver cuanto le estas sufriendo en solucionarlo".
El pianista y maestro Pedro Damián Martínez reconoció en cuanto a este Trío para piano y cuerdas en La menor Op. 6 de Sviridov, es una obra mucho más expresiva, en especial su tercer movimiento que es la marcha fúnebre, siempre tiene como ese peso para tocarlo y que tratamos de dejarnos llevar por él, sin ahogarnos porque si le tenemos mucho aprecio a esta obra , precisamente por el trabajo con la maestra".
"Ya que cada vez que interpretamos la obra tiene muchísima fuerza desde el primer movimiento hasta el último movimiento. Es bastante desgastante y tal vez técnicamente no es de las obras más complicadas pero sin perder está energía que le al interpretar la obra es ahí que te agotas, si es que realmente tratas de darle ese extra".
Una obra de cámara que se despliega en: Elegy : Allegro Moderato, Scherzo : Allegro vivo, Marcha Fúnebre : Andante y Adyll: Allegretto
Un Trío Quetzal en primera instancia se notó el como disfrutaron de este recital refleja en un buen ensamblaje,excelsa técnica, gran musicalidad, precisión en el tempo y este saber inquirir a través de esta travesía no sólo por estas sensaciones y esta sinergia de compartir con un público mayoritariamente joven que se involucró en este viaje musical propuesto por este trío de músicos egresados del Conservatorio de las Rosas.
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