miércoles, 5 de septiembre de 2018

Vida pública de Jaime Torres Bodet opacó su faceta como escritor



La labor que desempeñó en el ámbito público en diversos cargos opacó la vida como escritor del diplomático y funcionario público Jaime Torres Bodet (1902-1974), aseguró el escritor Francisco Montellano.

Entrevistado previo a la presentación del libro “Jaime Torres Bodet. Iconografía” en la Feria del Libro del Instituto Politécnico Nacional (IPN), refirió que a Bodet se le conoce más como un hombre que ocupó diversos cargos que como autor.

“Fue un funcionario de los que ya no existen, un hombre con una cultura muy amplia, muy profesional como funcionario, ético, que solucionó muchos problemas y además tuvo muy buenas ideas alrededor de alfabetizar al pueblo de México.

“Se le conoce más como funcionario que como escritor, aunque inmerecidamente; perteneció al grupo de los contemporáneos. Lo que sucede aquí es que su obra literaria ha sido poco difundida, a pesar de haber tenido grandes texto, pero la vida de funcionario prevalece sobre la de escritor”, indicó.

Además de haber sido el primer director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Montellano lo recordó como un personaje que perteneció a las filas de los jóvenes escritores de la generación vanguardista surgida en los primeros años del México posrevolucionario.

“Fue un hombre que desde que comenzó a trabajar en los años 20 al lado de José Vasconcelos, no paró como funcionario público, hasta el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz. Llevó una vida frenética, viajaba mucho, fue un hombre por complejo y relevante en un México muy bronco”, indicó Montellano, uno de los autores de la obra al lado de Adriana Konzevik.

En el texto editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE) se ofrece un amplio panorama de la vida de ese personaje, que constituye un recorrido gráfico por momentos clave de su vida, desde sus primeros años y su formación académica, su paso por el servicio exterior mexicano y sus años al frente de la Secretaría de Educación Pública, hasta la última etapa de su vida.

El compendio fotográfico se complementa con detallada cronología que destaca los acontecimientos más relevantes, tanto de su vida pública como privada.

“Se trata de un material hecho a partir de los archivos personales de Torres Bodet y algunos como el Archivo General de la Nación y Fototeca del INAH, se hace una reunión biográfica, pero de fotografías, acompañado de un texto de Adriana Konzevik, sobre el personaje.

“Son cerca de 200 fotografías que narran su vida, desde que nació hasta sus últimos días”, detalló Montellanos para quien la parte literaria de Bodet se escribió en revistas, muchas de ellas colaboraciones con sus contemporáneos.

De acuerdo con el sitio web de la enciclopedia de la literatura en México elem.mx, Jaime Torres Bodet cultivó tanto la poesía como la narrativa y el ensayo. La poesía constituyó para él una tarea permanente. Publicó 14 títulos, el primero en 1918 y el último en 1958.

En esos 40 años existen cambios notables en sus propuestas poéticas, sin embargo, predomina un interés fundamental por la búsqueda del ser consigo mismo; la mirada con la que indaga es diferente, la intencionalidad no. Como narrador él mismo se consideró siempre apenas un experimentador.

Sus novelas y cuentos se alejan del Realismo para insertarse en las evanescentes atmósferas de la literatura intimista, en la que los giros del pensamiento constituyen el punto focal del desarrollo discursivo.

El ensayista que hay en Torres Bodet deambula por una gran variedad de temas, desde los análisis pictóricos y la crítica literaria hasta los discursos políticos y los libros de memorias.

NTX/MBH/IAM

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