Por: Mtro. Arturo Garrido Puga
La postura de unos pocos
(beneficiarios) que, defendiendo la estabilidad inmóvil del sistema, han
naturalizado el privilegio como algo necesario e inevitable, adoptando la
“razón arrogante”, aquella que ve las cosas de forma lineal donde ciertas
estéticas y criterios se asumen con el derecho de descalificar a aquello distinto,
desconociendo el derecho de los otros, se olvidan que el mundo y por tanto el
arte es diverso.
Reducir las cosas a la estreches que impone el
pensamiento jerarquizante, es matar y destruir la posibilidad de otras
visiones, lenguajes y construcciones estéticas, comparto la ponencia que
presente en el coloquio de la UNAM con el deseo de abonar a la discusión hoy
urgente.
“Las teorías y las escuelas, como los
microbios y los glóbulos, se devoran entre sí y con su lucha aseguran la
continuidad de la vida” .Marcel Proust
Mi intención es hablar
sobre la necesidad inclusiva y encontrar métodos y acuerdos que permitan que
más artistas de la danza sean beneficiados por los programas del FONCA, (Como
se menciona en el enunciado de estas mesas) es urgente que nos reconozcamos
plenamente en nuestras diferencias, para desde allí trabajar en conjunto para
crear nuevas y mejores oportunidades.
En el libro “Campo de poder, campo
intelectual”, Pierre Bourdieu dice: “El autor no se conecta de modo directo a
la sociedad, ni siquiera a su clase social de origen, sino a través de la
estructura de un campo intelectual, que funciona como mediador entre el autor y
la sociedad.
Dicho campo, por otra parte, no es un espacio
neutro de relaciones interindividuales, sino que está estructurado como un
sistema de relaciones en competencia y conflicto entre grupos en situaciones y
posiciones diversas…
El campo intelectual, a la manera de un campo
magnético, constituye un sistema de líneas de fuerza… que, al surgir, se oponen
y se agregan, confiriéndole su estructura específica en un momento dado del
tiempo”.
En este sentido, entiendo la situación actual,
como una lucha de campos de poder, determinados por la pertenencia de
intelectuales y artistas a distintas líneas de fuerza.
Las relaciones del arte y la cultura con el
Estado han respondido a una estructura clientelar; la discrecionalidad
institucional ha sido el modus operante de un sistema corrupto en el
otorgamiento de recursos. La política cultural del Estado ha sido fundamentalmente
propagandística, creando una imagen de libertad y justicia social que oculta la
estreches y la corrupción real.
El arte y la cultura fueron por años, la
fachada de un sistema que se dedicó a desmontar las relaciones comunitarias y
gremiales en favor del pensamiento y la organización empresarial
Al revisar la lista de asociaciones civiles
que han recibido recursos millonarios, me pregunto: cómo es posible que los
creadores, hayamos batallando durante años, haciendo nuestro trabajo con
migajas, mientras se repartía millones a instituciones e individuos (para
muchos de los cuales, el arte y la cultura eran solo un modus operandi para
captar recursos del Estado).
El FONCA al crearse mostró una apariencia
democrática de libertad creativa y de opinión, necesaria para legitimar a fines
de los 80 el ingreso (con todo su poder) del neoliberalismo; pero ha sido
incapaz de sumar a su sistema conceptos tales como: pertinencia social,
equidad, representatividad, diversidad conceptual, creativa e ideológica y ha
permitido que se tejan relaciones de influencia y círculos de poder.
Hay grupos y creadores de gran calidad a los
que no se ha dado apoyo y hay grupos y creadores que de forma continua han
recibido becas y subsidios durante años, insertados en una red, creando un
círculo vicioso.
Es larga la lista de propuestas que hemos
hecho en los últimos cuarenta años de danza en México. Estamos en otro momento
y creo que hay que construir el diálogo de hoy, el que es urgente y necesario
De acuerdo al informe presentado por el FONCA
hace unos días, encontramos que: habiendo solicitado beca 128,268 artistas, el FONCA
ha permitido que 243 artistas concentren individualmente entre 4 y 6 millones
de pesos (cada cual) mientras la mayoría era desatendida.
Hay artistas que no han recibido (ningún)
apoyo, mientras unos pocos han recibido hasta 25 becas cada uno.
Se ha permitido que 5 grupos escénicos reciban
becas durante 14 años, mientras descalificaban a otros que nunca habían
recibido apoyos.
Hay creadores que han sido becados durante 21
años, mientras otros nunca fueron apoyados.
Es inaceptable que haya artistas rechazados
por no coincidir con el gusto de unos jurados; se tiene que revisar los
criterios de selección y apoyo a la creación y producción artística.
Requerimos de un pensamiento y una actuación
más equitativa, la lógica del modelo actual del FONCA nos ha llevado a una
situación de conflicto e inequidad que debe superarse; tratando de abonar en
este sentido, me permito hacer las siguientes propuestas:
1.- Que se incrementen los recursos económicos
del FONCA para permitir que un mayor número de artistas accedan a este
beneficio.
2.- Dado que los recursos a la cultura son
limitados propongo qué se expanda a dos años el tiempo en que alguien becado
pueda volver a postularse, y aquellos que llegan a obtener tres o más becas en
una misma convocatoria a partir de hoy, solo puedan presentar propuestas cada
tres años, permitiendo de esta forma que otros postulantes tengan la opción de
obtener una beca.
3.- Al crearse la
convocatoria México en escena se planteó en un principio que, dicho estimulo
buscaba impulsar la independencia y la autonomía económica de los grupos consolidados,
pero en la práctica, lo que ha sucedido es que los grupos que aprendieron a
gestionar ese recurso, repiten con solvencia los tramites, instalados en un
espacio relativamente cómodo, alejados de la intención inicial.
Por lo que propongo que los grupos puedan
recibir dicha beca un máximo de cinco ocasiones; permitiendo que otros grupos
tengan acceso a dicho estimulo. Y aquellos que, a la fecha actual, han sido
becados más de cinco ocasiones ya no puedan postularse nuevamente a dicha
convocatoria.
4.- El sistema Nacional de
Creadores no puede ser el espacio privilegiado de una casta especial; sino el
espacio que permite y estimula la calidad, la pertinencia, la diversidad, la
trayectoria de una vida para el arte y el sentido social por encima del
márquetin de la imagen.
Propongo que dicho estimulo pueda ser
concedido un máximo de cinco ocasiones, permitiendo el ingreso a dicho sistema
de otros creadores.
Mtro: Arturo Garrido
Puga (Coreógrafo y Bailarín) Proyecto
Coyote S.L.P.
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