La presidenta de la Comisión de Cultura del Senado de la República, Susana Harp, informó que en el segundo periodo ordinario de sesiones, que inicia en febrero próximo, presentará a nombre de esta instancia una iniciativa para reformar la Ley General de Bibliotecas.
El objetivo de esta legislación es impulsar las políticas públicas necesarias para que se destinen los presupuestos a estos espacios, se apliquen de manera adecuada, y reivindicar la figura del “bibliotecario”, que no existe en la ley, y sea una persona que reciba capacitación y no sólo un “acomodadores de libros”.
En entrevista, la senadora de Morena indicó que se trata de una inmensa reforma a esta legislación que por años se ha mantenido así, y que por ello en esta comisión se trabaja para lograr un excelente producto, para lo cual se va de la mano con la autoridad en la materia.
"Estamos trabajando un cambio general a la Ley General de Bibliotecas, de manera conjunta con la Dirección General de Bibliotecas. Como es tradición, se consulta y escucha a la gente que ejecuta para no cometer errores y realmente saber qué hace falta”, puntualizó.
Explicó que la iniciativa propone adecuaciones de espacio físico y acordes con las normas nacionales e internacionales de bibliotecas. Y, sobre todo, “queremos darle un lugar importante al bibliotecario, que no lo tiene; delimitar y ordenar la parte de las bibliotecas, en los municipios, porque de pronto ni siquiera hay un orden”.
Reconoció el esfuerzo que se hace en los municipios, ya que dedican un pequeño espacio o agencia municipal como biblioteca, lo que es bueno porque se impulsa la lectura, pero indicó que, al ya haber una norma, “ellos también podrán ejercer una política pública para destinar un pequeño recurso para poder ordenar, clasificar, y que el bibliotecario tenga la capacitación básica”.
En México, el tipo de biblioteca y sus objetivos determinan a los usuarios, la colección y los servicios de cada establecimiento.
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