viernes, 18 de febrero de 2022

La literatura pandémica y sus autores son revisitados en 16 ensayos




Por: Reyna Paz Avendaño

Los libros que fueron escritos durante una pandemia, aquellos que narran la experiencia de pandemias o las novelas futuristas que plantean muertes por epidemias son varios, por ejemplo, “Decamerón” de Giovanni Boccaccio y “La peste” de Albert Camus. Algunos de estos títulos los retoma Marco Antonio Mendoza Bustamante en “De la peste negra al coronavirus. Las pandemias que la literatura nos cuenta”.

A través de 16 ensayos el autor también comenta la vida de los escritores durante los años de crisis sanitaria. Es el caso del “Diario de la peste”, escrito por Daniel Defoe, quien recuerda la peste negra que afectó a Europa en el siglo XVII, cuando él era un niño, y las medidas que se tomaron: aislamiento de los enfermos, entierro de los fallecidos antes de la salida o después la puesta del sol.

Una de las obras poco conocidas que reseña Mendoza Bustamante en su libro editado por Panorama es “El último hombre” de Mary Shelley, un relato postapocalíptico situado en el año 2073 donde tres personajes miran el fin del mundo.

“Es un libro raro, se publicó en 1826 y quedó en el anonimato. Es una novela apocalíptica de ciencia ficción y narra la historia de un mundo en el futuro que ha sido arrasado por una plaga, la novela fue duramente criticada en su tiempo y es el último hombre porque es el último náufrago que está recorriendo el mundo, las bibliotecas”, comenta el autor.

Otro libro poco común en la obra de un escritor es “La peste escarlata”, de Jack London, que también se sitúa en 2073, siete décadas después de que una pandemia ocasionó el declive de la civilización, ya que en ese presente lo humanos se dedican a cazar y desconocen todo de la tecnología lograda hasta el 2013.

“Mucho se ha dicho si este es un libro profético sobre el brote de coronavirus. Se publicó por primera vez a principios del siglo XX, es una historia que se desarrolla 60 años después de una epidemia que no se pudo controlar, la muerte roja, que no es otra cosa que una alegoría de la peste negra o muerte negra que históricamente había asolado al planeta”, detalla Mendoza Bustamante.

Uno de los supervivientes de esa era anterior se encuentra en San Francisco, Estados Unidos, viaja con sus nietos y les relata cómo fue que se convirtieron en cazadores recolectores en un mundo que ya está prácticamente despoblado.

“A diferencia del último sobreviviente del 2013, sus nietos tienen un intelecto más limitado, lo mismo que sus habilidades, sin embargo, nos muestra cómo la humanidad es capaz de reformularse y de generar una nueva era aún en medio de esta muerte escarlata”, comenta el autor

Un libro que también recuerda Mendoza Bustamante es “Némesis”, de Philip Roth, ambientada durante la Segunda Guerra Mundial con historia que se desarrolla en Newark, Nueva Jersey, a donde llega una epidemia de poliomielitis.

“Es una novela poco conocida y que está ambientada en una comunidad judía durante el verano de 1944, en el que se desata una epidemia de poliomielitis, el número de víctimas crece de forma alarmante y el protagonista que es un joven profesor judío que dirige una escuela de verano se enfrenta a la muerte de sus alumnos y nos muestra no solamente los efectos de la pandemia sino también de la discriminación”, señala el autor.

En todos los libros que incluyo vería algo similar: nos pone frente a nosotros mismos, como humanidad al descubierto, añade.

“En el caso de Némesis deja atrás cualquier noción que pudiéramos tener de solidaridad entre la humanidad, el dolor que vive cada persona no se apaga con una muestra de solidaridad pero cada persona busca sobrevivir, busca salir adelante”, expresa.

ESPERANZA.

Mendoza Bustamante comenta que la historia tiene un ciclo que se repite por lo tanto es necesario recordar lo que las generaciones anteriores experimentaron.

“Si nos echamos un clavado a la manera en que hemos superado las pandemias nos daremos cuenta que es igual, así como en el siglo XIX hubo remedios falsos y falsa información, al final lo que debe prevalecer es la esperanza y la certeza de que la humanidad tiene las herramientas para salir adelante”, indica

Siempre y cuando pongamos lo mejor de nosotros: la solidaridad, la lealtad, la responsabilidad y la preocupación de quienes nos rodean.

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