El urbanista Conrado Romo.
Por: Reyna Paz Avendaño. @REYNISAPAZ
Una perversión del capitalismo en las ciudades es utilizar la cultura para producir riqueza mercantil y no para cultivar conocimientos, es decir, importa si eres un programador o una figura en Tik Tok, pero si eres la cuentacuentos del parque que narra historias a los hijos de las trabajadoras sexuales eres una práctica desechable. Así lo expresa en entrevista Conrado Romo (Guadalajara, 1988) a propósito de su libro “Ciudad Copyright”.
La obra editada por el Fondo de Cultura Económica (FCE) se conforma de nueve ensayos en donde el autor reflexiona sobre los modelos de ciudades impuestos (inteligentes, creativas, cyborg y del copyright) por empresarios y gobierno, así como su vínculo con la gentrificación.
“Los centros de nuestras ciudades tienen una serie de capitales simbólicos que para los inversionistas resulta bastante atractivo, aunque muchos de nuestros centros históricos de las ciudades no se encuentran en las mejores condiciones porque no ha habido interés por parte de las autoridades, sí tienen sitios de interés histórico y turístico pueden resultar bien para las campañas de marketing”, indica.
Sin embargo, Romo considera que lo anterior es injusto porque las personas que habitan esos espacios tienen que defender su territorio porque la rehabilitación no es para mejorar sus vidas. “Se hace con el único objetivo de que aquellos inversionistas que quieran entrarle a los procesos de rehabilitación tengan mayores incentivos y mayores herramientas con las cuales poder vender su producto”.
¿Cómo influyen los términos industrias creativas, emprendimiento e innovación en la gentrificación?
Los discursos de la innovación y la cultura siempre se piensan como la cara amable, pero al final legitiman proyectos inmobiliarios que además se basan en el despojo y en la expulsión de personas de forma violenta simbólica y física.
“Una perversión que promueven las industrias creativas es un tipo de modelo muy específico donde la cultura y el entretenimiento se confunden, es decir, deja de existir la idea de cultura como una forma de cultivar a las personas, de promover formas de entendimiento del mundo, de dar capacidades, de problematizar, de criticar, se deja eso de lado y la cultura se convierte en formas de entretenimiento”.
Los actuales proyectos de ciudades inteligentes o creativas no son proyectos sobre las culturas, agrega Romo. “Son proyectos sobre un cierto tipo de cultura que invita a aquellos sujetos que poseen habilidades para la generación de propiedad intelectual a participar ahí, si tú no eres programador, si no eres una figura de Tik Tok no les interesas porque buscan culturas que produzcan riqueza mercantil y no intelectual”.
MEGA PROYECTOS
El interés de Romo por el tema de ciudades ideales nació en Guadalajara cuando en los alrededores del Parque Morelos, el más icónico e histórico de la ciudad tapatía, se propuso la construcción del complejo habitacional Villas Panamericanas.
“Nació para darle hospedaje a los deportistas que participaban en los Juegos Panamericanos desarrollados en Guadalajara en el año 2009, a partir de ese momento empezó un proceso de lucha, de pugna por el espacio y posteriormente los habitantes ganaron porque la construcción se hizo en un predio distinto, en las afueras de la ciudad”, narra el autor.
Ante ese panorama, los actores privados y públicos que habían adquirido terrenos alrededor del parque ya no tenían un proyecto de construcción, es por ello que, en 2012, el entonces presidente Felipe Calderón seleccionó a Guadalajara para ser una Ciudad Creativa Digital.
“Se buscaba hacer una intervención en todo el centro histórico para convertir a Guadalajara en el Silicon Valley de México, iba a haber oficinas, complejos habitacionales, cafés, galerías de arte y todas las grandes empresas de las industrias creativas iban a querer estar en Guadalajara”, señala.
Sin embargo, en los alrededores del parque habitaba gente que no estaba contemplada en el proyecto, añade Romo. “A quienes no les preguntaron qué querían de su barrio, qué aspiraban, qué problemáticas tenían, sencillamente los hicieron a un lado, entonces el libro nace de esta inquietud”.
GENTRIFICACIÓN
En palabras del autor, la gentrificación no es un efecto de la urbanización, es la práctica para alentar el despojo.
“No es una cosa que ocurre naturalmente frente a los procesos de rehabilitación de las ciudades. La gentrificación es la articulación de una serie de prácticas y acciones claramente diseñadas para la expulsión de las personas, es algo diseñado. La gentrificación es la acción consciente que obliga a personas a migrar a otros espacios para dejar sus propiedades que tienen algún tipo de capital simbólico, financiero e histórico para ser ocupados por una clase social distinta”, afirma.
Romo indica que la gentrificación ocurre en todo el mundo porque el territorio se convirtió en un bien financiero.
“Los territorios históricamente en el capitalismo han sido espacios de pugna porque tienen bienes materiales, tienen riquezas, sirven para producir e incluso, hoy por hoy ya no importa que tenga un territorio, en sí mismo es un valor financiero porque se puede especular. En ese sentido, la gentrificación es solamente una de las formas de disputa por el territorio”, señala.
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