Por. Roberto A. Valenciano Capín.
Con la presentación de la compañía sonorense, Antares, una de las compañías con mas trayectoria en el quehacer dancístico nacional, quienes compartieron con el público potosino sus XX años de trayectoria ininterrumpida en estos devenires tepsicorianos.
Los bailarines sonorenses bajo la dirección de Miguel Mancillas presentaron la coreografía “Tu hombro”de Miguel Mancillas.
Una pieza que recupera la esencia de Antares; la preocupación de hablar sobre la soledad y la interioridad del individuo en relación con los demás.
al que implica. El cuestionamiento en cómo se debe de llegar a enfrentarse sin dejar de ser yo, así como la indefensión de los personajes.
Una obra que demuestra la madurez del también coreógrafo. Con una dramaturgia del movimiento que queda signado en ese juego que va desde un dúo hasta el quinteto, al sumarse a este proyecto la bailarina Tania Alday y el cantante Emanuel Bojórquez que contribuyen a desentrañar la complejidad del movimiento, así como las excelentes atmósferas logradas por Ivonne Ortiz.
Siempre en la inquebrantable búsqueda de una continuidad del movimiento y no caer en la facilidad del lugar común, a pesar de la complejidad del movimiento que pasa desapercibido por la excelsa calidad interpretativa de los integrantes de esta compañía sonorense; Isaac Chau, David Salazar y Gervasio Cetto.
Una pieza coreográfica que incorpora el video como parte de un discurso paralelo, donde los bailarines demarcan el olvido, abandono y la nostalgia, así como la confrontación de distintos de la sexualidad reflejados en los mingitorios o baños.
Tu hombro, una coreografía que podría caer en lo pretencioso, pero es más bien una secuencia de una madurez en la forma de plantear una de las principales preocupaciones que no solo le atañe a este creador sonorense, sino a muchos, a pesar del mordaz y seductivo post modernismo.
Para muchos queda con un buen sabor de boca, al presentar una seductora y penetrante poética en la investigación de sensaciones motrices; para otros la postergación del tiempo a través del movimiento en movimiento.
Además, no hay mejor forma de concelebrar estos XX años de luchas, gratificaciones y denuedos, que siendo parte del justo homenaje a una de los pilares de la danza contemporánea, la muy querida y respetada por el gremio dancístico, la maestra Guillermina Bravo, quien recibió por parte de las autoridades pertinentes por su labor artística en México como en el Mundo, una bella medalla de oro, así como un jugoso cheque y una serie de homenajes dentro de las propuestas musicales y dancísticos. Pero ante todo esto, uno de los máximos galardones que puede recibir un creador, quien ha creado un estilo muy particular de hacer danza y a hecho escuela, es el cálido y respetuoso aplauso del respetable que se dio en buena cita en el Coloso de Villerías, para honrar la sencillez de esta gran mujer mexicana.
Todo esto como parte de las actividades de la XXVII edición del Festival Internacional de danza Contemporánea Lila López.
Como epílogo: En festivales anteriores, era tanto el cuidado por parte de la organización en cuanto a detalles como entrar a tiempo y esperar si era oportuno el programa presentado por la compañía en turno, hasta eran regañados tanto el público como medios de comunicación por entrar a tiempo en las funciones, donde no se quería el mínimo de luz por respeto a la compañía que presentaba su propuesta dancística. Fue muy palpable el descuido de este, al verse abrir puertas como en su casa, tanto por el público y parte de la organización-verdad María González- para perderse el respeto en ese momento lo propuesto por la compañía en turno- Antares-. O será que ya es el final del festival o tuvo que ver todo la maramalla protocolaria por la bienvenida y salida del Gobernador del Estado que estuvo en dicho homenaje. Ahí queda el dato.-
Con la presentación de la compañía sonorense, Antares, una de las compañías con mas trayectoria en el quehacer dancístico nacional, quienes compartieron con el público potosino sus XX años de trayectoria ininterrumpida en estos devenires tepsicorianos.
Los bailarines sonorenses bajo la dirección de Miguel Mancillas presentaron la coreografía “Tu hombro”de Miguel Mancillas.
Una pieza que recupera la esencia de Antares; la preocupación de hablar sobre la soledad y la interioridad del individuo en relación con los demás.
al que implica. El cuestionamiento en cómo se debe de llegar a enfrentarse sin dejar de ser yo, así como la indefensión de los personajes.
Una obra que demuestra la madurez del también coreógrafo. Con una dramaturgia del movimiento que queda signado en ese juego que va desde un dúo hasta el quinteto, al sumarse a este proyecto la bailarina Tania Alday y el cantante Emanuel Bojórquez que contribuyen a desentrañar la complejidad del movimiento, así como las excelentes atmósferas logradas por Ivonne Ortiz.
Siempre en la inquebrantable búsqueda de una continuidad del movimiento y no caer en la facilidad del lugar común, a pesar de la complejidad del movimiento que pasa desapercibido por la excelsa calidad interpretativa de los integrantes de esta compañía sonorense; Isaac Chau, David Salazar y Gervasio Cetto.
Una pieza coreográfica que incorpora el video como parte de un discurso paralelo, donde los bailarines demarcan el olvido, abandono y la nostalgia, así como la confrontación de distintos de la sexualidad reflejados en los mingitorios o baños.
Tu hombro, una coreografía que podría caer en lo pretencioso, pero es más bien una secuencia de una madurez en la forma de plantear una de las principales preocupaciones que no solo le atañe a este creador sonorense, sino a muchos, a pesar del mordaz y seductivo post modernismo.
Para muchos queda con un buen sabor de boca, al presentar una seductora y penetrante poética en la investigación de sensaciones motrices; para otros la postergación del tiempo a través del movimiento en movimiento.
Además, no hay mejor forma de concelebrar estos XX años de luchas, gratificaciones y denuedos, que siendo parte del justo homenaje a una de los pilares de la danza contemporánea, la muy querida y respetada por el gremio dancístico, la maestra Guillermina Bravo, quien recibió por parte de las autoridades pertinentes por su labor artística en México como en el Mundo, una bella medalla de oro, así como un jugoso cheque y una serie de homenajes dentro de las propuestas musicales y dancísticos. Pero ante todo esto, uno de los máximos galardones que puede recibir un creador, quien ha creado un estilo muy particular de hacer danza y a hecho escuela, es el cálido y respetuoso aplauso del respetable que se dio en buena cita en el Coloso de Villerías, para honrar la sencillez de esta gran mujer mexicana.
Todo esto como parte de las actividades de la XXVII edición del Festival Internacional de danza Contemporánea Lila López.
Como epílogo: En festivales anteriores, era tanto el cuidado por parte de la organización en cuanto a detalles como entrar a tiempo y esperar si era oportuno el programa presentado por la compañía en turno, hasta eran regañados tanto el público como medios de comunicación por entrar a tiempo en las funciones, donde no se quería el mínimo de luz por respeto a la compañía que presentaba su propuesta dancística. Fue muy palpable el descuido de este, al verse abrir puertas como en su casa, tanto por el público y parte de la organización-verdad María González- para perderse el respeto en ese momento lo propuesto por la compañía en turno- Antares-. O será que ya es el final del festival o tuvo que ver todo la maramalla protocolaria por la bienvenida y salida del Gobernador del Estado que estuvo en dicho homenaje. Ahí queda el dato.-
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