Por. Roberto A. Valenciano Capin
Un gesto de gentileza tanto para los mismos musicos y para los asiduos gustosos de la música de concierto, fue sin lugar a dudas la presentación en San Luis Potosí del Mtro. Miguel Salmón del Real, dirigiendo a la Orquesta Sinfónica potosina, a la cual ha dejado una notable impresión de limpieza, precisión con la batuta y claridad de conceptos.
Es de destacar que cuenta ciertamente con un programa no tan fácil de ejecutar como es la Obertura Egmont de L. V. Beethoven, Concierto para oboe en Do Mayor, Hob Vll:c1 de F.J. Haydn y la Sinfonía No. 4 "italiana", Op.90 de F. Mendelssohn.
Es de destacar que cuenta ciertamente con un programa no tan fácil de ejecutar como es la Obertura Egmont de L. V. Beethoven, Concierto para oboe en Do Mayor, Hob Vll:c1 de F.J. Haydn y la Sinfonía No. 4 "italiana", Op.90 de F. Mendelssohn.
Aunado a hacerlo en este excelente espacio y demostrar su calidad interpretativa por los concertinos invitados, en este caso al oboista potosino Johan Cancino Mitre con la obra ya citada.
Al ofrecer una destacable interpretación y el hacerlo con aplomo, aunado a una decantada calidad técnica, la cual fue bien reconocido su trabajo por el público potosino que se dio en buena cita a este Coloso de Villerías, a través del aplausos lo hizo salir tres veces para agradecer y regalar la pieza como encore: La cigarra y la Hormiga del compositor italiano, Totti.
Una versión de la que se alcanzó una gran intensidad de riqueza sonora, fue sin lugar a dudas la Sinfonía No. 4 de Mendelssohn. La cual fue leída con notable dirección, al destacar tanto las atmósferas, misteriosas a veces y enérgicas cuando eran convieniente resaltar su efusividad y esos momentos más emocionales.
Para quedar confirmado y poder percibirse la capacidad para ejecutar con transparencia de este joven director serio y dedicado.
Ya sin el arrobamiento que suele pasar a los directores de orquesta, para provocar y simplemente crear ese diálogo fresco no solo con el público sino con los músicos, el cual el público acabó en pleno delirio y ante tal recibimiento, ofreció como encore: La Obertura Ogbert.
Quien agradece a una OSSLP por ser una orquesta magníficamente equilibrada en todas sus secciones y por lo tanto gran personalidad.
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