sábado, 30 de marzo de 2013

Se revive a Julián Carrillo en el Museo Francisco Cossío



Por: Roberto A. Valenciano Capín

Fuimos testigos de la primicia de disfrutar y a la vez conocer un poco más el  otro lado de la moneda de este singular personaje potosino como es Julián Carrillo, nacido en el pueblo de Ahualulco, San Luis Potosí a través de la representación teatral de la vida de Julián Carrillo. 

Gracias al esfuerzo conjunto del Museo Francisco Cossío en colaboración con el Instituto Potosino de Bellas Artes que se llevó a cabo en  las salas de dicho recinto que alberga inmobilario del creador del Sonido 13.

Al darle vida al fallecido compositor: Aurelio Gutiérrez y Francisco Morán, joven y adulto Julián, respectivamente.

Una emotiva puesta que sin más nos da la bienvenida con esta parte de su vida adulta, en donde más bien se hace énfasis en todo esta cosmovisión creativa que lo envolvía y lo abrumaba, siempre bajo la apremiante premisa: "Todo lo que mueve es música", siendo parte de su filosofìa de vida.

A partir de ésta, sin más trasporta al espectador de forma mediata y gracias al buen tacto de transitar e ir haciéndolo a través de los detonantes de las sensaciones, así como el puntual hecho escénico de su director Marco Veyra por los diferentes ámbitos la vida de Julián Carrillo, personificando desde una infancia, a través de anécdotas, sueños y su primer anhelo de ir a la capital, para escuchar los ruidos y sensaciones que habitan en la capital potosina de aquellos tiempo, así como las imprescindibles caricias y arrullos de su madre.

Hasta transitar por esta etapa adulta de este conmemorable personaje, que va entretejiendo este lado humano y sensible entre sus cómplices: el violoncello, las guitarras devencijadas y mandolinas con quien va trazando su devenir y a la vez resaltar la descriminación que sufrió en el Conservatorio Nacional de Música por ser moreno y feo, pero que con el tiempo fue distinguido tanto por los músicos europeos por ser un maestro prominente de su arte.

Eso si, siempre acompañado por lo musical bajo la interpretación de la cantante Paulina de León y siempre bajo la premisa " Escuche los sonidos de mi cabeza porque también es música".

Hasta autodefinirse como: " soy este también del hombre que regresó de Europa  con mucha fama", "Soy este hombre que  fue denominado como hombre ilustre" o " soy este hombre que busco la vibración del universo, del sonido nuevo".

Para sin más significar este hàlito de universalidad, el mismo Carrillo lanza esa paloma blanca llena de sueños, anhelos y compartirlos entre los asistentes que ofrecieron un cálido aplauso a este sueño compartido y poder desplegar su lado no tan conocido.

En su intervención, Laura Elena González Sánchez, Directora General del IPBA mencionó:“Me da muchísimo gusto que ideas que se tienen de repente se conjunten y se haga un trabajo en equipo", refiriéndose a la participación de ambas instituciones culturales.

Por su parte  Marco Vieyra , director de la obra informó que el texto base de la obra esta hecha de forma conjunta entre el escritor  David Ojeda y él, quien además señaló que: "el reto fue adrentarme en la vida de Julián Carrillo de una manera humana y emotiva, para la creación de la obra me inspire en el acervo Julián Carrillo que actualmente se encuentra en el Centro de las Artes. Me dejó algo que me hubiera gustado que sucediera, él decía que los instrumentos van a evolucionar y los que ahora toco, ya no se van a tocar, eso no pasó, yo esperaba que sí sucediera eso, que nos hubiera rebasado la música y siento que sí la han respetado mucho”. 

Así como también informó que en la puesta en escena se utilizan dos piezas del músico potosino: "Primer cuarto de habitación" y "Meditación".

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