sábado, 27 de julio de 2013

Danza en Cruz decanto su Santa Fiesta en el Lila López


Fotos: Francisco Acosta
En memoria del Mtro. Eduardo López Lemus

Por: Roberto A. Valenciano Capín

Una travesía al interior de uno mismo, a través de sus pulsos, sensaciones, estadios  y consonantes motores de ver-se en su propia otredad, es lo propuesto por la compañía chilena de Danza en Cruz al ofrecer su trabajo coreográfico "Santa Fiesta" bajo la dirección de la Mtra. Valentina Pávez .
 
Un Coloso de Villerías que nuevamente fue  testigo de esta fiesta lumínica de la danza en esta capital potosina ante una excelente entrada.
 
Siendo alentador el planteamiento de sus creadores, Valentina Pávez y Rodrigo Fernández en cuanto  a la integración de lenguajes contemporáneos y ciertos atisbos  temáticas del folklore para así darle vida y pulso a este hecho escénico.
 
Al tener como punto de referencia, un telón de fondo, en ella, una imagen congelada de un bosque que en momentos descansa en torno de esta serie de viñetas que le van dando su sentido y orientación a esta travesía introspectivo de este joven personaje.

Quien, rodeado entre ánimas y algunos espíritus entre plano y plano surge este encantamiento para ir desentrañando su caminar por estos dos mundos paralelos, ante la pertinente búsqueda y la decisión de este ser humano sobre los caminos a seguir en la vida y el infalible representar y expresar mediante los movimientos del cuerpo la percepción del tiempo y la temporalidad.

Al converger entre un incesante flujo de imágenes, mixtura colorida bajo un incesante flujo de elementos con un tanto de magia, como lo es una caja de madera de donde extrae una bola de vidrio y este proceso de iniciación.

Siempre bajo el pulsante ritmo, un canto al gesto, la mirada hecha danza, sin hacer dejo de la fuerza de movimiento bajo la constante pulsación del flamenco y así como dejarse cobijar en momentos entre la sutileza de susurros al oído que el posible futuro existe.

A pesar de caer en momentos en una estética de lo pulcro, de lo retocado y bonito, se puede evidenciar una gran plasticidad y técnica, así como ir  deconstruyendo con el espectador su propio destino manifiesto.


Uno de los clímax de la obra es sin lugar a dudas, la iniciación o limpia a través de unos juguetones brujos, con sus exuberantes melenas que inquieren a través de movimientos que delatan y despliega imágenes evocativas de este proceso de iniciación y reflexión, así como el lanzamiento de ese pañuelo, signación de la libertad plena en "esta santa fiesta".

Por lo cual, esta exploración tiene su peso al asumir un compromiso de investigación de una poética en movimiento en conjunción con sus pulsos, sensaciones que deja un buen sabor que se complementa con la euforia y satisfacción refleja en los bravos y un extendido aplauso del respetable  a este compañía chilena que se unió a la más grande fiesta de la danza en América Latina, en su XXXIII edición del Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López.

 

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