domingo, 16 de febrero de 2014

Reviven la tragedia “Atzimba” de Ricardo Castro


 
Por: Juan José Nava
 
En el marco de la celebración del 150 aniversario del entrañable compositor Ricardo Castro en el recinto teatral que lleva su nombre, Durango revivió ayer el reestreno de una de las obras más importantes y brillantes del legado artístico que cosechó este duranguense, “Atzimba”.
 
La ópera extraída de una herencia musical que tras 62 años de permanecer resguardada y en continua investigación por el músico Arturo Márquez para su rescate y difusión -después de haberse extraviado el segundo acto de la misma-, lo que parecía una misión imposible, fue ayer una realidad que cientos de asistentes celebraron y ovacionaron gratamente con júbilo y satisfacción al revivir la esencia musical de este extraordinario trabajo.
 
Abrazados bajo la atmósfera de una luz crepuscular, un cielo dualizado que entrevió la armónica y estrecha relación de los astros con el sol y la luna en la región purépecha de México, se desarrolla esta historia de amor imposible entre Atzimba y Jorge de Villadiego, una princesa tarasca y un conquistador español, respectivamente, quienes viven un amor prohibido.
 
Sobre el pequeño escenario del recinto, que a pesar de sus cortas dimensiones logró adecuarse brillantemente para el desarrollo de la obra con una escenografía minimalista, movible y virtual, la soprano Olivia Gorra y el tenor José Luis Duval, que encarnan a Atzimba y a Jorge de Villadiego, respectivamente como protagonistas, se encargan de fundir esta historia negada por las diferencias de un mundo subversivo entre pobladores y españoles, en el que la trama central es la negación del nacimiento de un amor sufrible que llora su dicha y que tras su andar, corre sangre.
 
En su transcurso durante una hora y cincuenta minutos de duración, ante los altibajos sonoros de la intención dramática, en repetidas ocasiones se elevaron amenazantes los sonidos de la tuba y los contrabajos invocando a la tragedia irremediable, misma que al final sucumbe con el inesperado suicidio por parte de Atzimba ante la desdicha de ver atrapado, herido y condenado a muerte a su hombre.
 
Brillante resultó, por no decir más, la ejecución de la Orquesta Filarmónica de Durango dirigida en esta ocasión por Enrique Patrón de Rueda, y qué decir de la preparación extraordinaria que los actores, intérpretes, bailarines y coros Guillermo Sarabia procedente de Mazatlán y Ensamble del ICED, brindaron a los duranguenses en una noche que sin duda, será inolvidable.
 
La presentación de esta renovada concepción artística deriva de una eficaz y plausible coproducción del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en el marco del programa “Ópera en los estados”, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), y el Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED).
OFRENDA A RICARDO CASTRO

Momentos previos al reestreno de la ópera “Atzimba” en Durango, en el Teatro Ricardo Castro, el Gobernador del Estado C.P.Jorge Herrera Caldera y su esposa, acompañados de Rafael Tovar y de Teresa, Presidente de CONACULTA, y María Cristina García Cepeda, Dir.Gral.del INBA, realización una ofrenda floral al insigne compositor del mismo nombre del recinto, en el marco del 150 aniversario de su natalicio.

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