Fotografía: Cortesía de Reforma
Metido en las entrañas del Royal Ballet de Londres, el coreógrafo mexicano Francisco Rojas revolucionó su experimentación con el cuerpo.
"Siempre he tenido un entendimiento del cuerpo, pero creo que ahora más: el cómo funciona el gran poder, toda la arquitectura que tenemos dentro, toda esta ingeniería mecánica", señala el artista escénico de 37 años, director artístico de Convexus Ballet Contemporáneo.
Llegó a Londres invitado por Ivan Putrov, quien fue bailarín principal del Royal. Se habían conocido en 2007 durante una gira de la compañía a México. Durante su estancia allá, de mes y medio, Rojas vio trabajar a Wayne McGregor, un coreógrafo requerido por las principales agrupaciones del mundo.
El británico celebraba, en noviembre de 2016, 10 años como coreógrafo residente del Royal Ballet con el estreno de Multiverse, con partitura de Steve Reich, y reponía dos piezas emblemáticas: Chroma, de 2006, que le aseguró el puesto en la compañía, y Carbon Life, una colaboración con Mark Ronson.
Rojas asistía a los ensayos. Veía. Aprendía. Luego, improvisaba para McGregor. Con su retroalimentación amplió su vocabulario del movimiento.
En Londres, tuvo otro encuentro crucial: con Russell Maliphant. El coreógrafo canadiense, quien creó para la bailarina Sylvie Guillem piezas como Broken Fall, le aconsejó ver mucha escultura, que fuera a diario a la National Gallery. Rojas estudió las esculturas de Miguel Ángel y leyó los escritos de Da Vinci sobre el cuerpo humano, y su entendimiento del cuerpo cambió.
Su estancia en Londres se refleja en sus nuevos trabajos. Prepara el estreno con Convexus de RUN! en el Salón de la Danza, junto a la Sala Miguel Covarrubias, el 24 de mayo, con un programa en el que repondrá Contrapunto.
RUN! es su respuesta a lo que percibe como un cambio de época en el mundo con la migración, el caos, la indiferencia. Una crítica que trae aparejado un mensaje de esperanza.
"Detonó del caos, de este periodo de oscuridad", dice.
Y del 3 al 6 de agosto estrenará La arquitectura del cuerpo, con evidente influencia de su estancia londinense.
"Es una pieza basada en las esculturas de Miguel Ángel, en la concepción del cuerpo que tenía Da Vinci y en mi visión del cuerpo arquitectónico en el siglo 21. ¿Hacia dónde va el cuerpo?", se pregunta el ex bailarín de la Compañía Nacional de Danza.
Aun siendo ejecutante de la CND, comenzó a coreografiar, y fundó posteriormente Convexus, con la que ha firmado siete coreografías en los primeros cuatro años de existencia de la compañía.
"Quería una plataforma para producciones nuevas, un repertorio comprometido con la contemporaneidad y el siglo 21, con la vanguardia".
Su compañía viajará también a Ecuador, invitada, del 26 al 30 de abril, al Festival Internacional Los Cuerpos Danzan.
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