viernes, 23 de marzo de 2018

Dueto Marco Schiavo y Sergio Marcheiani hacen dialogar a Poulenc y Dvorak


Por: Roberto A. Valenciano Capín

Indudablemente la gratitud de los conciertos se vuelven estos testimonios elocuentes de sus compositores, en esta ocasión gracias a la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí y el dueto Marco Schiavo y Sergio Marcheiani, respectivamente, bajo la batuta del Mtro. José Miramontes Zapata.

Una travesía musical que transita a partir de una de las sinfonías cumbres del romanticismo, como es la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak en conjunción con una obra  que nos remite a ser  una obra imprescindible dentro del repertorio para dos pianos y orquesta de Francois Poulenc.

Una respetable asistencia para disfrutar de este concierto en el Coloso de Villerías, que vuelve a ser testigo de este concierto perteneciente a la Temporada Primavera- Verano 2018 de la Orquesta Sinfónica de San Luis.

A pesar de la desavenencia de los pianos, este dueto de pianistas italianos lograron con tal contundencia este guiño a la genialidad musical francesa, al enfatizar no solo esta expresividad, intensidad una abrumadora energía y una depurada técnica interpretativa que demanda este concierto.

Tal fue la sinergía con el público asistente, quien no solo reconoció la calidad interpretativa, sino el disfrutar plenamente de este concierto, quien como acto de réplica de agradecimiento ante tal recibimiento ofrecieron como encore: la Danza Húngara No. 1 de Johannes Brahms a cuatro manos.  

"El Concierto para dos pianos y orquesta será, pues, la primera de las grandes empresas compositivas que acometerá Francis Poulenc durante la década de los 30 y que a la vez sera considerado como una de las obras cumbre de esta primera etapa compositiva de Poulenc. A pesar de ser una década muy turbulenta que significaría un verdadero punto de inflexión en el curso de su evolución artística y que estaría marcada por las muertes de personas muy allegadas al músico parisino como el compositor Pierre-Octave Ferroud, el posterior abrazo de la fe católica y el afianzamiento de su música fuera de las lindes europeas, muy especialmente en Estados Unidos".

Para ser complementado este concierto con una de las sinfonías más conocida por sus tres movimientos: Adagio, Allegro Molto, Largo y Scherzo, Molto Vivace, nos referimos a la Novena Sinfonía "Del Nuevo Mundo" de Antonin Dvorak.

En donde se pudo apreciar una destacada interpretación, en donde resaltan la calidad del sonido de las maderas y el imprescindible ensamble de las cuerdas, aunado a unos sostenidos metales.

Como peccata minuta: No hubo programa de mano, la cual tuvo que ser leída por un integrante que conforma parte de la parte técnica de la Orquesta Sinfónica de San Luis.

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