Por : Roberto A Valenciano Capín
El pianista ruso Grigory Gruzman ofreció un excelso concierto- didáctico en el Centenario Teatro de la Paz.
En esta noche compartió seis visiones de disfrutar de esta genialidad musical a través de los universos de: Domenico Scarlatti, Johann Sebastian Bach, Ludwig van Beethoven, Frank Liszt, Sergei Rachmaninov y George Gershwin.
Gruzman se ha distinguido por ser un pianista con no solamente un dominio técnico abrumador, quien desgrano cada nota y cada cadencia con una precisión y esta elegancia acustica. siendo corroborado este recital al incidir en el aplauso espontáneo entre cada movimiento, el cual el oriundo de Leningrado lo agradeció.
Gruzman se ha distinguido por ser un pianista con no solamente un dominio técnico abrumador, quien desgrano cada nota y cada cadencia con una precisión y esta elegancia acustica. siendo corroborado este recital al incidir en el aplauso espontáneo entre cada movimiento, el cual el oriundo de Leningrado lo agradeció.
Con un buen español ofreció una certera explicación de cada obra.
Como primer hálito musical, el entusiasta pianista interpretó las Sonatas en Fa mayor y Sol del compositor italiano Domenico Scarlatti.
Al destacar Gruzman que Scarlatti ha sido un referente ya que muchos compositores han sido influenciados gracias a sus innovaciones técnicas e interpretativas, las cuales han trascendido hasta los compositores contemporáneos.
Considerado el genio alemán, Johann Sebastian Bach como un gran melodista y "las mejores melodias del mundo", las cuales fueron traspoladas a estos 5 Preludios y Fugas que forman parte del primer libro de clavecín bien temperado.
Después de este gran contraste entre este acento trágico para proponer algo muy alegre, fue expuesto con las 6 Bagatelas del opus 33 y 119 de Ludwig van Beethoven.
Gruzman destacó que es un género que nadie había escrito hasta el momento, la cual se distinguen por se r no solo pequeñas obras sumamente intetesantes, ademas de ser nuevas formas de expresión que tiene alguna similitud con Scarlatti.
"De esta manera ser de mucho placer tanto para Beethoven como para el pianista interpretar estas bagatelas".
Para cerrar esta primera parte de este concierto con la inconmesurable Polonesa-La Heroica- op. 53 de Fryderiyk Chopin.
Bajo este hálito musical del compositor polaco dio inicio esta segunda parte con la Sonata No. 2 de Chopin, para ser contrastada con una obra tan viva como llena de optimismo, nos referimos a -Rigoletto- Paraphrase de Franz Liszt.
Al respecto comento que esta se caracteriza por su gentileza y por ser tan efectiva.
De nueva cuenta este contraste, ahora con una obra muy viva y llena de optimismo con -Preludio op 32/5 en sol mayor y preludio op 23/5 en sol menor del compositor ruso, Sergei Rachmaninov.
Como afirma Busoni que “toda melodía digna de tocarse debería tocarse en mezzo forte”. La observación está recogida en un manual de Charles Rosen: El piano: notas y vivencias, pero aun asi con esta pureza del sonido y un sonido exquisito y una expresividad apoyada en un ligero y recurrente rubato que logró suavizar tanta vehemencia.
Y concluir con esta mezcla perfecta de la música clásica y el jazz, expuesta por el compositor norteamericano George Gershwin con 3 preludios.
Un agradecido y emocionado por la respuesta del público, en donde se destacó por perservar este sentimiento y emoción de la música.
Ante el aplauso de pie y bravos de un público muy diverso, en donde se destaca la presencia de muchos jóvenes, Gruzman les ofreció como regalo una pieza muy rara, titulada "Cajita de música" de Pierre Saint Can.
Para despedirse y perderse entre las del Teatro de la Paz.
Un evento que se realizó gracias a Enlace Cultural Internacional en Acción A.C.
Al respecto comento que esta se caracteriza por su gentileza y por ser tan efectiva.
De nueva cuenta este contraste, ahora con una obra muy viva y llena de optimismo con -Preludio op 32/5 en sol mayor y preludio op 23/5 en sol menor del compositor ruso, Sergei Rachmaninov.
Como afirma Busoni que “toda melodía digna de tocarse debería tocarse en mezzo forte”. La observación está recogida en un manual de Charles Rosen: El piano: notas y vivencias, pero aun asi con esta pureza del sonido y un sonido exquisito y una expresividad apoyada en un ligero y recurrente rubato que logró suavizar tanta vehemencia.
Y concluir con esta mezcla perfecta de la música clásica y el jazz, expuesta por el compositor norteamericano George Gershwin con 3 preludios.
Un agradecido y emocionado por la respuesta del público, en donde se destacó por perservar este sentimiento y emoción de la música.
Ante el aplauso de pie y bravos de un público muy diverso, en donde se destaca la presencia de muchos jóvenes, Gruzman les ofreció como regalo una pieza muy rara, titulada "Cajita de música" de Pierre Saint Can.
Para despedirse y perderse entre las del Teatro de la Paz.
Un evento que se realizó gracias a Enlace Cultural Internacional en Acción A.C.
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