Stalin. A su dibujo sobre el sanguinario líder soviético, El Chango le puso la frase “El inmortal sobre los muertos”.
Por : Virginia Bautista
El teórico socialista ucraniano León Trotsky (1879-1940) y el político ruso Iósif Stalin (1878-1953) despertaron un interés especial en el caricaturista mexicano Ernesto García El Chango Cabral (1890-1968), a tal grado que les dedicó una serie de retratos, en los que pone de manifiesto “el agudo sentido crítico” que caracterizaba su mirada creativa.
Fueron compañeros de lucha primero y, posteriormente, acérrimos enemigos; tal vez eso despertó su curiosidad. Pero fue Stalin el centro de sus críticas, lo pone del asco: lo dibuja sobre una montaña de calacas, con la frase ‘El inmortal sobre los muertos’”, comenta Ernesto García Cabral Sans.
En entrevista, el hijo del pintor y dibujante veracruzano afirma que su padre estaba convencido de que Stalin era un “inmenso asesino”. Y detalla que “se le atribuye la muerte de 20 millones de rusos, independientemente de los millones que fallecieron en la Segunda Guerra Mundial. Decían que Hitler era una hermana de la caridad, comparado con este muchacho”.
Trotsky, el principal crítico de Stalin —secretario general del comité central del Partido Comunista entre 1922 y 1952—, fue desterrado de la Unión Soviética en 1929 y luego asesinado en México, en 1940, por orden de Stalin.
El Chango confeccionó dos retratos de Trotsky, uno en 1922, cuando era ministro de guerra del soviet ruso, y otro en 1937, cuando llega asilado a México; ambos fueron portadas de Revista de Revistas, de Excélsior, donde colaboraba. Y a Stalin le hizo 16 dibujos.
Estas caricaturas forman parte de las cien obras de El Chango que integran Genios y figuras en la era de León Trotsky, muestra que se exhibe en el Museo Casa León Trotsky, en Coyoacán, donde permanecerá abierta hasta el 14 de abril.
Gloria Maldonado, curadora de la exposición, explica que los dos retratos de León Trotsky fueron el punto de partida para abordar esa época, en la que cohabitaron grandes políticos, científicos y artistas. Y que los dibujos dedicados a Stalin, “que lo muestran como un dictador, un asesino y una amenaza para la paz mundial”, conforman una sala especial.
La mirada del caricaturista revela la injerencia que tuvo Stalin en la izquierda mexicana, como el caso del muralista David Alfaro Siqueiros, quien participó en el primer atentado contra la vida de Trotsky, y el sindicalista Vicente Lombardo Toledano”, detalla.
La investigadora destaca las caricaturas que El Chango le hizo a Alfonso XIII, rey de España, al dictador Francisco Franco, a Adolfo Hitler, Benito Mussolini, Mahatma Gandhi, Charles de Gaulle y Winston Churchill. “El único latinoamericano que retrató fue al revolucionario nicaragüense Augusto César Sandino; y la única mujer política fue la reina Isabel II del Reino Unido”.
Entre los artistas que dibujó destacan Diego Rivera (quien propuso a Lázaro Cárdenas que lo recibiera en México), Frida Kahlo, Roberto Montenegro, Gerardo Murillo Dr. Atl y Salvador Dalí.
Cabral Sans agrega que el dibujo más antiguo que se exhibe es uno del revolucionario mexicano Emiliano Zapata hecho en 1911, y los más actuales son de los años 50. “Cabral criticaba a todos: funcionarios, gobernadores, toreros, artistas; no se le iba un solo fulano, desde el pordiosero al potentado. Siempre con la inmensa alegría que llenó su vida”, agrega.
HACIA GRECIA
Tras más de 40 años de promover la obra de su padre, “desde 1977, cuando Juan José Arreola lo descubrió como uno de los mejores artistas del mundo y elogió la gran aportación de la picardía mexicana en su obra”, Ernesto García custodia un archivo de 10 mil originales, que a partir de 2005 comenzó a catalogar.
En 2012, la obra de El Chango se integró al registro de Memoria del Mundo México, que reconoce la Unesco, por lo que comenzó a recibir apoyos para su catalogación y digitalización. “Falta organizar cerca de cinco mil piezas. Ya tenemos 17 mil en el archivo, entre libros, documentos y dos mil fotografías”, narra.
Quien dirige el Taller Ernesto García Cabral adelanta que 2019 les pinta bien, pues será el año en que se consolide la internacionalización de El Chango, ya que su obra viajará a Grecia.
Señala que las nuevas generaciones deben redescubrir la propuesta artística de su padre, a quien le gustaba presentarse como periodista; pero que también fue actor de cine y televisión, publicista y, en sus ratos libres, bohemio bailador de tangos.
Recuerdo que trabajaba muy concentrado. Dominaba con precisión una gran variedad de técnicas, que incluían el uso de lápiz, pincel, plumilla, acuarela, aerógrafo, y su misión era producir un cartón diario. Primero hacía su sketch en lápiz y luego lo entintaba. Recordaba los rostros de memoria”, añade.
Dice que falta un catálogo razonado, pero la vastedad de la obra dificulta esta labor. “Contactaremos a las nuevas autoridades, pues han manifestado un interés por preservar la memoria del país; eso es la obra de Cabral”, concluye.
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