Fue presentado el libro " Sabores de la huasteca. Compartiendo tradiciones" en el Museo Nacional de la Máscara.
En donde se contó con los comentarios del coordinador del proyecto, Roberto Villaseñor González, el gastrónomo Norman Jamil Brizzio Cárcamo y Armando Herrera Silva, Secretario de Cultura de San Luis Potosí.
Roberto Villaseñor González reconoció que este libro es un hecho histórico en estas tipo de investigaciones de culturas populares y mas en especifico en la gastronomía, "si lo vemos en este contexto de México, si, en que sentido, es el primer libro que toma una región, ya que normalmente los libros son de un estado, tal vez a nivel nacional sea un libro de gastronomía mexicana o el libro de un municipio, pero es la primera vez que se toma en términos culturales que se toma la región y se genera un recetario, porque es un recetario de esa región para el fortalecimiento del patrimonio cultural".
En donde no solamente se habla de un recetario, sino es hablar de estas historias de vidas, a lo que comento "El libro en si y sobre todo en la parte del vídeo tiene mucho esta parte de las historias de vida de estas señoras, de los por qué de las señoras en la gastronomía, pero el libro es estrictamente un recetario, pero es un recetario que no se plantea como algo minimizado porque no contiene el contexto histórico, o porque no tiene una investigación más profunda. Los recetarios a lo largo de la historia han sido el mejor elemento para la preservación, la inventiración y en su momento la difusión de la gastronomía en el mundo, el valor de un recetario es amplísimo".
De ahí que puede contraponerse a lo que piensan los académicos de ser un recetario es una parte delimitada, que es un texto limitado y que se concreta a registrar las recetas de una región o de un estado, "pues no, es el mejor instrumento que se tiene para la preservación de la gastronomía tradicional a lo largo del mundo y de la historia".
De hay que este libro tiene dos funciones centrales, al acotar que inconscientemente muchos de estos materiales que tienen que ver con una perspectiva cultural la tiene. Una de sus funciones, es ese trabajo hacia al exterior, que es un trabajo de difusión, "que la gente de afuera, y que vea lo que pasa en esa región, en ese municipio y tenga la posibilidad de valorar lo que se hace ahí; pero para mí el trabajo más importante que el libro tiene la posibilidad de hacer un trabajo de recuperación y fortalecimiento de este patrimonio cultural e inmaterial que es la gastronomía tradicional de la huasteca sobre las propias portadoras, la posibilidad de una mejor trasmisión de las personas de cierta edad que valoran, quieren y ejercen la actividad de la cocina en esas regiones, pero el problemas de que sus hijas y las generaciones futuras también tengan esa posibilidad de hacerlo"
Para finalizar comento que es un libro muy importante que la gente entienda el valor de la cultura popular, el valor de las culturas populares tienen el tono de la identidad mexicana, de ahí que los invito a que se acerquen al libro, que lo adquieran si tiene la posibilidad, les va a encantar, pero también que se acerquen, nadie ama lo que se desconoce. Entonces acepten el valor de la cultura popular y creo que es fundamental para que entendamos que somos como mexicanos y porque pensamos de esta manera, porque hay esta la fuente y la raíz de lo que somos".
En la intervención del gastrónomo Norman Jamil Brizzio Cárcamo hablo sobre la importancia de esta estandarización en cuanto a los ingredientes y procesos de la preparación de los platillos que integran este recetario.
Por su parte, el secretario de cultura potosina, Armando Herrera Silva hizo una puntual descripción del contexto social, cultural y natural de la huasteca.
Para después degustar de un rico zacahuil de Panuco, Veracruz, como los tamales de zarabanda, así como aguas de jamaica, de chía y limón, como ser acompañados por un trío huasteco.
Un libro que no solo incluye cerca de cien recetas de la cocina huasteca, que detallan los procedimientos de una de las prácticas más relevantes de esta zona geográfica particular que goza de un sinfín de ingredientes gracias a su vegetación y naturaleza.
Es un libro que en palabras de su coordinador se busca también el reconocer y agradecer el trabajo de todas las cocineras que bajo la lumbre de la cocina tradicional, preparan estas recetas.
Además que posee más de cuatrocientas páginas, que incluye un disco compacto, estructurado con especialistas en gastronomía, estandarizando los procedimientos para su mejor comprensión en cualquier centro de preparación de alimentos.
Un proyecto conjunto de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas y las Secretarías e Institutos de Cultura y Turismo de los estados de Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz.
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