Por: Juan Carlos Talavera
No habrá edición 2020 del Festival Entijuanarte en Tijuana, debido a la contingencia sanitaria por covid-19 y porque los organizadores fueron desalojados de la sede que ocuparon durante los últimos siete años, pese a que las autoridades locales que encabeza el presidente municipal, Arturo González Cruz, no emitieron aviso alguno ni requerimiento formal para la revocación del comodato del espacio.
Ahora, esta sede será utilizada para “servicios a la comunidad” como la entrega de apoyos a adultos mayores, madres solteras y demás programas sociales, detalló a Excélsior Cecilia Ochoa, directora del Entijuanarte, quien prometió que buscará una nueva sede para 2021.
La historia del desalojo inició el pasado 10 de junio (Excélsior 11/06/2020), cuando Ochoa lo denunció, sin conocer las causas y sin notificación previa, pese a que contaba con el compromiso de la primera dama del ayuntamiento, Minerva Terrazas de González, de continuar con el contrato de comodato. Además, denunció que las autoridades borraron el mural elaborado por el colectivo Lapiztola, de Oaxaca, en la fachada exterior del inmueble, sin consulta ni autorización.
El Festival Entijuanarte se realizó durante siete años consecutivos.
Y reveló que, de acuerdo con la más reciente conversación con su abogado, las autoridades locales le exigirán firmar dos documentos: la liberación del inmueble, y otro donde se comprometa a no levantar cargos contra los funcionarios que participaron en el desalojo.
¿Firmará dicho documento?, se le cuestionó. “Sí firmaré. Te mentiría si dijera que no tengo miedo. No olvido que (en días pasados) me privaron de la libertad a plena luz del día, que tuve a mi espalda 15 policías con armas largas y que ellos me dijeron que tenían autorización del presidente municipal para usar la fuerza pública. Es una pesadilla que se puede prolongar y mi familia ya desea salir de esto. Yo también. Lo que pasa aquí, sucede en todo el país y quienes se han mantenido en lucha… hoy están muertos”.
¿Cuál será el siguiente paso? “En 2021 el Festival Entijuanarte buscará una ciudad, un municipio o ayuntamiento que desee dar asilo a un movimiento cultural y a la gran derrama económica de turismo cultural que hemos generado para Tijuana desde su primera edición. Tengo la certeza de que los norteños, fronterizos y tijuanenses somos amados a lo largo y ancho del país y que encontraremos una ciudad que nos brinde las garantías individuales, humanas, de seguridad y a quienes les interesen los derechos culturales”.
Si algo tengo claro como gestora es que el arte se itinera, que Entijuanarte y las actividades artísticas no son destruibles, sólo mutan y se transforman, que si las cortan y las podan, vuelven a crecer”, añadió.
¿En dónde buscará sede? “Por lo que hoy vivimos nuestro futuro inmediato podría ser cualquier lugar del país o del extranjero donde seamos bienvenidos.
Entijuanarte tendrá su décimo sexta edición pospandemia covid-19, en 2021, donde la cultura y las artes bajacalifornianas encontremos terreno fértil para renacer”.
DESALOJO IRREGULAR
El desalojo de la fundación y del Festival Entijuanarte comenzó el pasado 10 de junio (Excélsior 11/06/2020) cuando policías y autoridades acudieron para desalojar a los ocupantes del predio ubicado en la colonia Moreno, de Tijuana.
Además, detalló que la mudanza tuvo varios contratiempos, como amenazas y violencia por parte de la autoridad e irregularidades de fondo, como el que la fundación nunca recibió las tres notificaciones para desalojar, dado que los juzgados permanecieron cerrados entre el 18 de marzo y el día de hoy, debido al covid-19.
El ayuntamiento debió hacer un documento a través del juzgado civil para informar que daban por terminada esa colaboración. Entonces se pudo aceptar o no. Y en caso afirmativo, debieron darnos 30 días para el desalojo. Por eso están tan urgidos de que me vaya, porque saben que incurrieron en irregularidades y delitos”, apuntó.
En días pasados, medios locales informaron que el delegado municipal Joaquín Aviña acusó a los integrantes del Entijuanarte de utilizar el espacio para el lucro de particulares, y afirmó que en éste se comercializaba bebidas alcohólicas, por lo cual el inmueble cambiaría su vocación.
Además, Ochoa reconoció que las autoridades acopiaron fotografías con bebidas alcohólicas halladas dentro del inmueble. “Quiero decirte que nos plantaron una caja con 12 botellas vacías de cerveza Indio, y cuando le pregunté al personal de la delegación de dónde había salido eso, sólo se rieron”, recordó.
Después fui informada que la delegación contaba con fotografías con siete botellas de vino, ron y whisky en el interior. En efecto, estaban en nuestra bodega y eran parte del rider de los artistas que han asistido (como de Fernando Delgadillo y Concha Buika), como parte del catering para camerinos que viene en los contratos”, comentó.
Sin embargo, señaló que hoy nadie comenta las actividades culturales del espacio, como los Sábados de Danza con bebés, las mentorías individuales para la vinculación binacional a las artes, destinadas a artistas locales, los talleres y el impulso del conversatorio Creative Mornings capítulo Tijuana o la apertura de la biblioteca que contaba con 500 títulos.
Así que Ochoa lamentó que este inmueble haya pasado de espacio cultural a extensión del ayuntamiento de Tijuana. “Es una pena que no había pasado ni una semana del desalojo y ya habían repintado las instalaciones con el color institucional. Además, borraron un mural del colectivo Lapiztola de Oaxaca que para nada les estorbaba”. Cabe mencionar que este diario buscó al delegado municipal Joaquín Aviña, pero hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.
AMU
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