Su recuerdo lo lleva a los 12 años, cuando el fuego de la pasión por la danza flamenca recorría su cuerpo. De sangre gitana, nacido en Córdoba, España, Cristóbal Reyes cuenta que en el baile vio algo que lo motivaba y que le llevó a seguir “los pasos de pegar patadas como loco cuando niño”.
El bailaor ha recorrido incontables países, entre los que se encuentran Gran Bretaña, Argentina, Uruguay y México, en este último ha pisado los escenarios del Palacio de Bellas Artes, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris y el Festival Internacional de Danza Ibérica Contemporánea, “el mejor festival de flamenco en el mundo, y mira que conozco todos”, confiesa en entrevista con MILENIO el también coreógrafo, conferencista e instructor español.
“A mis 14 años llegó a mi vida el gran Antonio Ruiz Soler, que en esa época era una estrella mundial. Me vio bailar, le gusté y me metió en su compañía. Después llegué a Madrid, estuve como año y medio o dos años, y tanto expresó mi trabajo que con 16 o 17 años me hicieron el mejor bailaor del año en España. Trabajé en todos los entablados emblemáticos de Madrid e hice mi propio ballet”.
Larga relación
El bailaor, quien participó en el Festival Internacional de Danza Ibérica Contemporánea, que se llevó a cabo del 10 al 17 de julio en Querétaro, dice que su relación con México se ha dado por diversos motivos, principalmente profesionales, como cuando hizo pareja con Cristina Aguirre, una figura emblemática del flamenco en nuestro país y “forjamos nuestro propio entablado”.
Inclusive, la cantante de música ranchera Lola Beltrán fue su comadre. “A mí me quisieron deportar y yo soy muy nervioso. El jefe de Gobernación me habló y me dijo: ‘¡mañana se va de mi país!’. Le hablé a mi comadre y le dije: ‘¡me echan!’ Y me dijo: ‘¿quién te echa?’. Al otro día el jefe de Gobernación me ofreció disculpas”, recuerda entre risas Cristóbal Reyes.
En cuanto a su opinión del flamenco que se practica en México, el bailaor asegura que le encanta, ya que “en México hay más afición por el flamenco que en España. ¿Por qué? Porque en España lo tenemos. Es como el mexicano: aquí no le hacen caso al mariachi y van a España y ven mariachi y te dan ganas de llorar. En España tienen el flamenco tan cerquita que no le dan la importancia que debe tener. En México hay mucha afición en toda la República”.
Pero ¿qué es el flamenco para el artista español? “Eso que te hace vibrar, te hace reír y te hace llorar, el flamenco en sí es un sueño hecho realidad. Por eso el flamenco es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”.
En cuanto a la evolución del baile, el maestro de varios artistas reconocidos, como su famoso sobrino Joaquín Cortés, señala que hay personas que piensan que la mejor técnica es bailar más rápido, así que su recomendación a los nuevos talentos es que “tienen que conocer el flamenco, cada palito del flamenco, y una vez que aprenden eso y aprenden los ritmos, es cuando deben empezar a bailar. Que sepan a lo que van y no que bailen técnicas a lo loco”.
En resumen, dice, “mi vida ha sido puro estudio y trabajo: dirijo, coreografío, doy conferencias y hago seminarios. Ahora mismo no tengo compañía, pero dirijo la de mi sobrino Joaquín Cortés. Hago coreografías, hago algún evento y presento el trabajo que he hecho”.
Sobre Joaquín Cortés, quien participará en la siguiente edición del Festival Internacional de Danza Ibérica Contemporánea, recuerda una anécdota relacionada con quien fuera su pareja, la modelo internacional Naomi Campbell. “Una vez tuve que pasar en un hospital toda la noche porque ella se emborrachó y se tomó un bote de pastillas. Por eso digo que la juventud, para llegar a ese estrellato, lo tienen complicado. Las grandes estrellas se hacen así, no sólo con el puro baile o el cante”.
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