Por: Reyna Paz Avendaño
La primera bebé concebida mediante fertilización in vitro se llama Louise Joy Brown, nació en Oldham, Inglaterra, el 25 de julio de 1978 y hoy se calcula que existen entre ocho y diez millones de personas nacidas mediante este procedimiento. Así lo narra Isabel Zapata (Ciudad de México, 1984) en su libro In vitro, ensayo donde cuenta cómo fue el proceso de concebir a su hija mediante fertilización asistida.
“En un principio empezó siendo una especie de cuaderno de notas, iba tomando apuntes, guardando citas que veía, platicaba con alguien y anotaba lo que habíamos conversado, poco a poco fue tomando la forma de un posible libro. De ahí fue que pensé en la estructura, de tratar de darle la forma de ensayo, fue un semillero y fui tomando ideas”, platica en entrevista la autora.
Zapata señala que el deseo de compartir una experiencia íntima nació porque considera indispensable la conversación entre mujeres sobre las diferentes maneras de acercarse a la maternidad.
“Fue el deseo de entablar el diálogo con otras mujeres sobre temas que me parecen importantes y literarios de los que no se habla lo suficiente, siguen siendo tabú muchos temas de la maternidad, pero lo es más el tema de la reproducción asistida”, indica.
La autora comenta en el libro (editado por Almadía) que uno de los mitos de ser mamá es que las mujeres se convierten en madres cuando nace su hijo y no desde el momento en que el cuerpo se prepara para la fertilización. Por ejemplo, Zapata escribe que la primera fotografía de su bebé fue la de dos embriones que le dieron el día de la transferencia, cinco semanas atrás de su primer ultrasonido.
“La maternidad es un tema que está presente en la vida de las mujeres queramos ser madres o no, es el mandato social más potente hacia una mujer en el sentido de que tu deber, rol o función en la sociedad es la procreación, obviamente no lo es pero se nos repite tanto que de pronto lo cuestionamos. No podemos librarnos del tema porque en algún momento debemos de decidir ser madres o no”, expresa.
La autora señala que la función de la vida es dar más vida y como ejemplo está el embrión, ¿cómo equilibra Isabel Zapata esa función de la naturaleza con los estereotipos hacia la mujer?
“Es importante que las mujeres entendamos estos temas, saber qué pasa en nuestros cuerpos cuando somos madres, antes del parto, durante el parto y en los primeros meses del bebé. Tener la información clara ayuda a tomar mejores decisiones. Quise compartir mi historia de reproducción asistida porque muchas mujeres congelan sus óvulos, pero en realidad no saben lo que implica, los estudios y la preparación del cuerpo”, responde.
Zapata añade que le gusta la divulgación científica y por eso su libro tiene una amplia indagación en biología y medicina. “Soy una bióloga frustrada. Para este libro traté de leer lo más que me fuera posible para darle sentido a mi experiencia y para escribir el libro; traté de entender el proceso de gestación, los problemas de infertilidad y traté de tejer los elementos científicos para que apoyaran la parte testimonial”, destaca.
Por último, la autora indica que otro mito de la maternidad es que las mamás son conocedoras del cuerpo humano.
“No hay polvos mágicos que nos haga saber todo, que nos haga saber cuándo el bebé tiene hambre o frío. En realidad, no sabes qué hacer, no todo lo puedes, somos personas y también nos cansamos, nos equivocamos y perdemos la paciencia. Hay que acabar con la idea de que las madres son todopoderosas. Sí es tu hijo el que tienes frente, pero es otra persona, entramos en un proceso de aprendizaje que debemos vivir con el mayor gozo posible”.
ILUSTRADO. In vitro tiene ilustraciones en acuarela del artista Alejandro Magallanes quien reproduce las imágenes de los diversos ultrasonidos tomados a Isabel Zapata.
“Magallanes es el autor de la portada, es un increíble artista y amigo, todas sus ilustraciones están basadas en imágenes reales, le pasé las imágenes de los ultrasonidos, él las convirtió en acuarelas para darle un toque más visual al libro”, comenta la autora.
Zapata también expresa que hoy, en medio de la pandemia, tener una hija imprime de optimismo los días. “Es la cara del futuro despertando a ti todos los días, eso da ánimos y energía”.
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