Por: Reyna Paz Avendaño
Espacios pequeños que evidencian si un monstruo sube de peso, intentos fallidos de los monstruos para asustar a niños fantasmas en una casa embrujada o cómo un monstruo aprende a nadar cuando la cama de agua se rompe, son algunas de las situaciones que narra José Luis Zárate en el libro “Monstruo bajo la cama solicita niño que asustar”, ilustrado por Bernardo Fernández, Bef.
“Me gustan mucho los cuentos de miedo, de monstruos, de vampiros y todas las cosas que sean de la oscuridad, pero también me gusta mirar desde otra perspectiva. Este libro está contado desde la perspectiva del monstruo, es decir, no es que el niño perciba que hay un monstruo bajo la cama es que el monstruo percibe que hay un niño encima de él”, señala Zárate.
En la obra editada por Océano, el autor relata en cada página un cuento de cómo la vida del niño Édgar y la del monstruo debajo de su cama se une con la amistad y cómo crecen juntos.
“De pronto se separan, el monstruo pierde a su niño y el niño a su monstruo y se buscan mediante la imaginación. Édgar empieza a hacer su monstruo y el monstruo va viendo las posibilidades de qué niños hay encima de él y qué nuevos mundos puede ver desde un agujero debajo de la cama”, detalla.
Cada página del libro está llena de humor, hay un momento en que el monstruo no puede entrar bajo la cama porque está llena de comida y juguetes, entonces tiene que arreglar el desorden para caber.
“El niño y monstruo no son enemigos, viven día a día entre ellos y es un elemento cotidiano pero muy simpático porque los dos van averiguando las posibilidades que hay, se dan cuenta que el mundo es más extraño que un monstruo bajo la cama y un niño sobre el monstruo”, indica Zárate.
Monstruo bajo la cama solicita niño que asustar;, de José Luis Zarate e ilustrado por Bernardo Fernandez.
Entre más cercana nos parece una historia con humor, más divertida es, añade el autor. “Traté de que el libro tuviera elementos que pudiéramos reconocer porque los hemos vivido, poner esas pinceladas hacía más creíble al monstruo, esos momentos que tienen que ver con una vida diaria”.
-¿Por qué el uso de párrafos cortos y por qué cada página tiene su propio relato?
-Hay una nueva forma literaria que se llama la twitertura, es decir, cuentos de 140 caracteres que pueden ser transmitidos por redes sociales.
“Me gustó mucho ese formato porque permite dar un atisbo de un mundo, dar con una pequeña frase un escenario más grande y dejar al lector la tarea de completar los huecos y confiar en su imaginación, confiar en que llenará el relato de detalles y anécdotas de su propia experiencia”.
El libro cuenta con ilustraciones de Bef, las cuales transmiten calidez
“Hay un dibujante que a Bef y a mí nos gusta mucho: Edward Gorey, es inglés y hace dibujo siniestro; en cierta manera queríamos homenajearlo y darle un carácter personal. Cada uno de los cuentos son conceptos, nos enseña un lugar, un momento. A Bef se le ocurrió que los dibujos fueran sentimientos y eso le da una calidez al libro porque los personajes nos van cayendo bien y los vamos siguiendo en sus aventuras”, indica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario