Por: Roberto A. Valenciano Capín
Regresa a esta capital potosina, la payasa- mimo Pimpolina con su espectáculo “Sueños de Pimpolina",
Al darle la bienvenida el foro del teatro del Centro de Difusión Cultural Raúl Gamboa del IPBA a esta puesta en escena llena de poderosas poéticas e imágenes, que se vuelve entrañables, gracias a este maravilloso engranaje de la pantomima blanca, el clown y la comedia física.
“El clown es transgresión, libertad y rebeldía. Inventa sus propias reglas para crear su universo propio”, dice Andrea Christiansen
Es así como todo transcurre en una pista de circo, en donde un hombre Gruñón ( el jefe de pista) y una mujer (Pimpolina) se encuentran. Al principio, ella es sólo una payasita inquieta y soñadora dispuesta a disfrutar de cualquier momento en cualquier lugar. Él, es un señor "prohíbelo todo" que se molesta al ver la alegría de ella y la capacidad de generar momentos mágicos en medio de la nada. En este tira y afloja entre quien prohíbe y quien busca las mil y una formas de verse libre.
En donde el público es parte fundamental en el devenir de esta obra, al interactuar, apoyar y solidarizarse con Pimpolina, en contra de este personaje tan autoritario.
Es así como se genera esta posibilidad de generar no solo esta sonrisa, sino, esta complicidad que a su vez inquiere en resaltar esta summa de valores.
"En eso si, siento que Pimpolina tiene como ese rasgo característico que, por un lado es, proponer esta catarsis a través de la risa, pero al mismo tiempo mis espectáculos buscan dejar una reflexión sobre la realidad, sobre la vida, sobre algún aspecto importante de la vida; en este sentido, el clown siempre es un personaje que esta buscando la libertad y, este espectáculo de edo habla, de la libertad y el derecho a soñar, como también este derecho a tomar decisiones y esta individualidad.
Al mismo tiempo es generar en el público la indignación ante la injusticia, frente a lo arbitrario, de hay que buscamos generar esta respuesta, para que también tener ese reflejo bien fresco, de no dejarse".
Al platicar de esta experiencia al presentar esta obra a la comunidad Xi' Oi (Pame) en Santa María Acapulco, como parte de las actividades del día internacional de los pueblos indígenas.
"Mira fue muy buena la experiencia, pero es totalmente diferente porque muchos de ellos no se les ocurría aplaudir, no están acostumbrados a ir al teatro, ni aplaudir; entonces, en muchos momentos se reían como locos, pero suponte que partes que aquí el público aplauden, ellos no están acostumbrados a aplaudir, fue muy linda su respuesta".
En enero del 2009, la actriz celebró el 40 aniversario de la creación de su personaje Pimpolina, con el cual ha recorrido la República Mexicana, Centroamérica, Argentina, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Panamá, Estados Unidos y Francia.
Así como comentar que justo antes de la pandemia, a finales del 2019 estrenaron un concierto clown -Las bodas de Bandolina Clavicene-, en colaboración con la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM), el cual solo se ha presentado dos veces y que ahora esperan que se presente más veces. Así como tiene pensado sacar otro libro.
Así como “seguir creando nuevas ideas, nuevas metáforas en la búsqueda de provocar la risa, el desafío es siempre el mismo”.
Andrea Christiansen, originaria de Córdoba, Argentina, llegó a México en 1978. Inspirada en Julieta Massina logró sorprender a niños y adultos con su personaje de Pimpolina, payasa-mimo.
Acompañada en el escenario por Rafael Juárez, actor, mimo y clown egresado de la Escuela Nacional de Teatro del INBA. Colabora con Pimpolina desde 1996 y es Premio Nacional de Pantomima ITI UNESCO 1994 y 1997. Actualmente dirige la compañía Homoludens y se desempeña como docente de actuación a nivel superior.
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