No podemos decir que estamos dando a las otras culturas que existen en México el lugar que deberían tener si no conseguimos que esas lenguas se fortalezcan, señala Felipe Garrido.
Por: Eleane Herrera Montejano
En un país en que la Constitución completa de 1917 ha sido traducida a 40 lenguas indígenas y el texto explicativo de la Carta Magna a 28 lenguas indígenas, “el esfuerzo que se ha hecho es valioso, pero muy pequeño porque los primeros que deberían estar en posibilidad de defender lenguas somos sus hablantes”, manifiesta el narrador, editor, promotor de lectura, miembro de número y actual tesorero de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), Felipe Garrido.
“No podemos decir que estamos dando a las otras culturas que existen en México el lugar que deberían tener si no conseguimos que esas lenguas se fortalezcan y tengan más hablantes”, considera en entrevista por su participación en el ciclo “Lecturas estatutarias de la AML”.
Como parte de este ciclo, este jueves 11 de mayo, a las 13:00 horas, la AML transmitirá a través de su página Facebook y canal de YouTube la lectura del ensayo “Lenguas originarias: cultura y educación”, a cargo del académico.
ERES LO QUE HABLAS
Para Felipe Garrido, la lengua es el más profundo lugar de la identidad y a cada lengua le corresponde una cultura.
“Los seres humanos tenemos instinto de conservarnos, seguir vivos y ser quienes somos. Oponemos resistencia a que nos quieran cambiar y el lugar más profundo donde estás es tu lengua”, plantea.
“No solamente el hecho de que sea español, sino tu español, el que has desarrollado por razones familiares, del lugar en que vives, vecinos, escuela a la que fuiste, lo que has leído y escribes. Ahí es donde está tu naturaleza y personalidad más fuerte”.
Desde su perspectiva, cuando un hablante siente orgullo de su lengua y tradiciones desea conservarla porque es lo que une con los abuelos y los nietos.
“Por eso creo posible que en México hubiera un orgullo local por hablar las lenguas originarias y hay que trabajarlo en la escuela, el sitio más importante para construir el país. La primera función de las escuelas tendría que ser formar lectores”
¿Por qué es importante la pluralidad de lenguas? ¿No sería deseable un idioma que homogeneizara el territorio?
De acuerdo con el académico, en la historia de México hubo un capítulo en el que se decidió que las lenguas indígenas eran un estorbo y que el país podría progresar mucho mejor si éstas no dividieran a la población.
“Cuando Juárez consigue acabar con Maximiliano y el Imperio, la República se impone y la generación que llegó junto con Juárez al poder llegó a la conclusión de que todos hablando español sería más fácil hacer muchas cosas”, relata Garrido.
Lo gobiernos emanados de Juárez combatieron a las lenguas originarias y Justo Sierra, “uno de los mayores secretarios de educación que hemos tenido tenía el sueño de que desaparecieran las lenguas indígenas porque entonces todos los mexicanos se podrían entender más fácil y profundamente y el país podría progresar mejor… ya sabemos que no tuvo éxito”
Asimismo, el autor de obras como “Para leerte mejor: mecanismos de lectura y de la formación de lectores”, “Cómo leer (mejor) en voz alta: guía para contagiar la afición a leer y El Quijote para jóvenes”, destaca que la importancia que tiene cada lengua es la que corresponde a una cultura.
“Somos todos mexicanos, pero no es cierto, somos la lengua que hablamos: un zoque antes que ser mexicano es zoque, y un hablante de náhuatl, antes que ser mexicano es hablante náhuatl; cada una de estas lenguas tiene una idea del mundo diferente una idea de mundo que tiene sus maneras distintas de ver y juzgar la vida, aspirar a bienestar en ella”.
¿Cómo podemos conseguir que nuestras lenguas originarias se conserven o incluso aumenten sus hablantes?
Más allá de las leyes y decretos que, de aplicarse al pie de la letra resultarían fabulosos, lo que salva a una lenguas es la cantidad de hablantes que engrosan sus hileras. Garrido expresa su deseo de ver a la población mestiza interesarse en hablar lenguas originarias del lugar donde cada quien vive.
“No es fácil. Estás acostumbrada a mirar el mundo y la vida desde tu idioma, eso sucede en cada quién y por eso existen maneras de ser de la gente según las maneras que hable. Cuando aprendes una segunda lengua adquieres una segunda cultura”, indica.
Agrega que uno de los incentivos que tiene la gente para aprender idiomas como el inglés viene de la gran presencia que tiene el mundo.
“Las lenguas que tienen mayor presencia en el país, siendo extranjeras, son las que los habitantes tienen a la mano, que pueden aspirar a tener acceso. Las lenguas originarias no están en ese grupo de lenguas y los motivos para defenderlas son de orden cultural todas, no son de orden económico”.
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