Por: Xavier Quirarte
La palabra portuguesa salgueiro significa en español sauce, árbol que en diversas culturas se considera símbolo de vitalidad, crecimiento, renovación. Salgueiro es también el apellido de una cantante que, desde sus días en el grupo Madredeus y después en su cambiante carrera solista, derrocha vitalidad y se mantiene en crecimiento. Así lo demostró en sus presentaciones en León, Guanajuato y Ciudad Juárez como parte del Festival Internacional Cervantino, gira que cerrará el 25 de octubre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
Para Teresa Salgueiro (Portugal, 1969), el canto se ha vuelto algo más profundo de lo que era cuando empezó su trayectoria hacia fines de los 80. Sin embargo, dice en entrevista, “cantar sigue siendo una enorme alegría, es como respirar; es algo que me devuelve energía de vida. Cantar es siempre un desafío, pero también es como una especie de vuelo, una liberación.
“Todo eso se mantiene desde el inicio, pero claro que a lo largo de los años, con todo lo que se va viviendo, con tantas canciones cantadas, tantas palabras para crear un universo musical y sonoro, la conciencia de lo que es cantar ha crecido. El canto, una forma de comunicación maravillosa, sigue siendo para mí una responsabilidad ante las personas que me escuchan y ante la música misma”.
Si Salgueiro percibe una liberación al desplegar su arte, se trata de una sensación que el público también experimenta ante su canto cristalino, sin afeites. Algo así le ocurrió en su periodo de formación con su contacto con diversos tipos de música.
“La verdad es que siempre que escuchamos cantar a alguien que nos gusta, aprendemos mucho. Y también con quien no nos gusta —dice entre risas—, pero lo que nos gusta nos brinda un ejemplo y una inspiración”.
La cantante refiere que dos figuras fueron su fuente de inspiración más fuerte: José Afonso y Amália Rodrigues.
“Aprendiendo las canciones de ambos me inspiré profundamente y cantaba con mis amigos cuando tenía 15 y 16 años, saliendo un poco por la noche, descubriendo la Lisboa antigua. De estos convivios nocturnos para mí los más importantes eran aquellos en los que yo cantaba a capela en un pequeño café o en medio de la calle. Cantaba y las personas me escuchaban, aplaudían y me pedían que volviera a cantar. Para mí, que nunca había imaginado que la música se convertiría en mi vida, se volvió algo muy importante. Cantando estas canciones me invitaron para hacer una audición para un grupo que estaban formando y que más tarde se convirtió en Madredeus”.
Un camino extraordinario
Salgueiro se dio a conocer mundialmente gracias al éxito de Madredeus, grupo que vendió más de cinco millones de discos y que llevó la música portuguesa contemporánea por todo el mundo. Todavía como parte del grupo comenzó su carrera solista con el disco Obrigado en 2007, aunque un año después anunció su retiro.
“La música y la poesía nos tocan profundamente, nos hacen pensar, nos hacen cuestionar la vida, nos hace pensar que tenemos compañía en nuestro pensamiento”
El gran legado de su época con el grupo es inmenso, explica. “Con Madredeus hemos hecho un camino extraordinario. Amália Rodrigues había recorrido todo el mundo, y Madredeus surgió cuando ella prácticamente ya no cantaba. Claro, no hay comparación, son dos historias muy distintas, pero no había nadie que saliera de Portugal, por lo que nuestro éxito fue una aventura única y extraordinaria.
Teresa Salgueiro en concierto de la gira cervantina en León, Ciudad Juárez y Guanajuato capital antes de arribar a Ciudad de México. /Gabriel Morales
“Para mí ha sido como una escuela de canto porque los desafíos de las canciones eran muy distintos. Había algunas que las cantaba de una manera muy natural, pero había otras que me imponían un desafío para no cambiar el estilo de la obra. También aprendí lo que es la vida de un músico, la dedicación, lo que es estar siempre en gira. Fue una escuela inmensa y la verdad es que cuando miro atrás me alegro muchísimo de ver que ha sido una aventura única en términos estilísticos, porque hacíamos una música que no se hace más”.
La cantante dice que la música de calidad tiene cada vez menos canales en los medios de comunicación, “pero no es que no sea importante. Precisamente porque es importante, cada vez tiene menos espacios donde se pueda escuchar, porque la música y la poesía nos tocan profundamente, nos hacen pensar, nos hacen cuestionar la vida, nos hace pensar que tenemos compañía en nuestro pensamiento, nos hace tener esta voluntad de unión. A lo mejor por eso también la mayor parte de la música que se escucha en la radio y la televisión es de entretenimiento, que a veces tiene calidad —a veces no tiene ninguna—, pero no tiene esa función de cuestionar, de desvelar a la gente”.
Arte para celebrar la libertad creativa
Si algo inspira a Teresa Salgueiro a hacer música “es la conciencia —cada vez más fuerte conforme pasan los años— de la extraordinaria aventura que es estar vivos y estar en contacto con otros seres para mantener siempre un diálogo. También me inspira la memoria de la música, que es vastísima y riquísima, y celebrar la libertad creativa con los músicos que me acompañan desde hace algunos años —un contrabajo, dos guitarras, batería, percusiones y un acordeón— para poder visitar épocas y latitudes diversas, creando un universo sonoro específico reconocible, pero al mismo tiempo muy abierto”.
Xavier Quirarte, es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras
xavierquirartenuevo@gmail.com
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