Eduardo Matos en la presentación de sus libros en El Colegio Nacional.
Por: Adrián Figueroa Nolasco
Eduardo Matos Moctezuma recién publicó tres libros: “Death in Mesoamerica”, “Teotihuacan y Tenochtitlan. De la pirámide del Sol al Templo Mayor” y “Chac mool. Sebastian” y los cuales dice que reúnen parte de sus ideas y estudios de los temas que le han interesado a lo largo de su quehacer como investigador.
En entrevista, cuenta el también Premio Crónica que cerró el 2023 con estas tres publicaciones, porque se dio la coincidencia que salieran entre noviembre y diciembre pasados. “Leonardo López Luján se interesó y me propuso que los presentáramos en El Colegio Nacional, dentro de su ciclo La arqueología de hoy”.
De esta manera, cuenta que el primero que salió fue “Death in Mesoamerica”, un libro en inglés que publica la Universidad de Harvard. “Es un tema en el cual siempre he tenido interés, entre otros dos que también he trabajado como son el Templo Mayor y la historia de la arqueología”.
Explica que la muerte en el mundo prehispánico es muy importante en su trabajo de investigación y fue el tema de uno de sus primeros libros que publicó titulado “Muerte a filo de obsidiana”.
“Para presentar este volumen en El Colegio Nacional, invité a Ximena Chávez, porque ella es especialista y dio mucha profundidad al tema”.
El segundo se titula “Teotihuacan y Tenochtitlan. De la pirámide del Sol al Templo Mayor”, y señala que “se trata de un volumen de gran formato con muchas ilustraciones con 560 páginas en el cual pude concentrar todas mis ideas Teotihuacan y después sobre Tenochtitlan, además de destacar algunas semejanzas; no obstante, la distancia de siglos en el tiempo que hay entre una ciudad y la otra: Teotihuacan termina al 650 de nuestra era y Tenochtitlan se funda en 1325”.
En la conferencia en el Colnal, Patricia Ledesma, directora del Templo Mayor realizó una exposición muy completa del libro.
Pero, los mexicas bien la conocían, añade, tanto por tradición como por lo que veían en el terreno: “Veían esos grandes montículos y algunos vestigios dispersados por varios lugares, por lo que se dan cuenta que ahí hay una gran ciudad. Como no saben quién la hizo, la atribuyen a los dioses”. El libro pertenece a la colección BBVA que edita cada año y espera salga a la venta.
El tercero es “Chac mool. Sebastian”, el cual, dice el arqueólogo, está dividido en dos partes: una, en la que habla del artista que es Sebastian y la otra es un recorrido por lo que es y significa el Chac mool.
Durante la presentación en el Colnal, Leonardo López Luján hizo una crónica de lo que es la escultura y cómo sigue destacando en nuestros días, incluso hay algunos con el pene erecto.
CIERRE DE TEMAS
Eduardo Matos cuenta que estos libros es una forma de ir cerrando temas que me han interesado siempre, como por ejemplo el de la “Historia de la arqueología del México antiguo”, que en 2017 salió una reedición por parte de El Colegio Nacional, y ahora este de “Teotihuacán y Tenochtitlan”, con mis principales ideas sobre estas dos ciudades, pero también tengo en mente escribir un libro de gran formato que se llame “La muerte en México prehispánica, colonial e independiente”.
Y además está por salir, en abril en la editorial Planeta, un libro que se llama “Moctezuma y Atahualpa”, un texto a dos voces en el cual “hablo del emperador mexica y el doctor Ruiz, un investigador peruano, habla del emperador inca. Porque ambos tienen coincidencias: les toca enfrentar a los españoles, uno a Cortés y el otro a Pizarro, y mueren los dos, en cierta forma, ejecutados por ellos españoles”.
MÉXICO, UN SITIO ARQUEOLÓGICO
Eduardo Matos señala que la arqueología mexicana, siempre fue motivo de interés para viajeros y desde los primeros documentos que hablan los cronistas del siglo XVI hacen referencia a nuestro pasado prehispánico.
Con el paso de los años, añade, se establecen algunos principios sobre ese mundo, luego algunos pueden cambiar parcial o totalmente. Esto se debe a que se encuentran nuevos datos por el avance de la tecnología que permite tener herramientas que no tenían colegas antiguos, como fechamiento con carbono 14, una mejor forma de excavación más cuidada por el desarrollo de técnicas, entre otras.
De esta manera, añade, vamos perfeccionando y añadiendo nuevos datos que antes era imposible obtenerlos porque no se contaba con la tecnología y, seguramente en el futuro, habrá avances y se refutarán algunas cosas que hoy planteamos.
Esto te lo cuento porque una vez me preguntó un colega tuyo cuántos sitios arqueológicos tenemos y le comenté: nuestro país sólo tiene un sitio arqueológico y se llama México. Y es verdad, donde excavas aparece algo: tepalcates, restos óseos, entre otros. Somos muy ricos en presencia arqueológica desde los primeros hombres desde hace 25 mil años, hasta el momento de la llegada de los españoles. Es decir, hay una riqueza arqueológica bastante grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario