Brasero de persona transformando la muerte en espíritu. Reyna Paz
Por: Reyna Paz Avendaño
La escultura de un músico anciano con dentadura incompleta, con el símbolo de monstruo de la tierra bajo sus pies y con un bastón que indica su peregrinar hacia el inframundo; la representación de un granicero con el dios Cociyo descendiendo del cielo, con nubes y lluvia cayendo de sus manos; y un gobernante zapoteca retratado como jaguar en la puerta de una tumba, son algunas de las 35 mil piezas que forman la colección arqueológica del Museo Ervin Frissell, ubicado en San Pablo Villa de Mitla, Oaxaca.
“Crónica” presenta una entrevista con César Iracheta, director de dicho recinto que se mantuvo 30 años cerrado al público y que reabrió sus puertas el 11 de agosto de 2023 con dos salas de exposiciones permanentes y que a mediados de este año se prevé la inauguración de tres salas más.
“La colección se formó a partir de los años 50 del siglo pasado por Ervin Frissell, un abogado de origen estadounidense que se enamoró de Mitla y llegó a La Sorpresa, un hotel donde ahora está el museo. Se enamoró tanto que primero compró el edificio que es del siglo XVII y la gente empezó a venderle piezas, acumuló una gran cantidad junto con su amigo, el artista plástico Howard Leigh”, narra Iracheta.
Al poco tiempo, el “gringo de los idolitos”, como era llamado Ervin Frissell, abrió un pequeño museo y en los años 60 le dio la concesión a la Universidad de las Américas que antes se llamaba Mexico City College, institución que lo transformó en un museo privado.
“Esa colección es la más grande que hay en Oaxaca en tema de arqueología, estamos hablando entre 35 mil y 45 mil piezas, la mayoría están en un mal estado de conservación porque son piezas en pedacitos, la gente las encontraba cuando estaban barbechando la tierra o hacían saqueo, las sacaban rotas o como pedacería”, comenta el director.
Escultura de músico tocando caparazón de tortuga. Reyna Paz
El museo se cerró en 1995 por cuestiones administrativas y políticas, hasta que el año pasado abrió como museo bajo la custodia el gobierno del estado de Oaxaca.
MONUMENTALIDAD ZAPOTECA
La primera sala del Museo Ervin Frissell se enfoca en la vida cotidiana de los zapotecas, explica sus rituales y su cosmovisión. El recorrido inicia con efigies tempranas, del 300-100 d.C., donde se representa a Cociyo, dios del agua o del rayo, con sus elementos típicos: cejas almenadas y máscara bucal de serpiente con lengua bífida.
Después, se exhiben ejemplos de efigies con representaciones humanas y glifos calendáricos. Más adelante se explica el uso de los braseros en entierros y una de las piezas a apreciarse es el brasero de un personaje con yelmo de mariposa de noche representada por los ojos y probóscide (trompa) del insecto que significa la transformación de la muerte de una persona a espíritu (data del 500-850 d.C.),
También se muestran esculturas de gran formato como el rostro a escala real de un sacrificador que porta una máscara bucal, y la representación de la Señora 2 Maíz y Señor 1 Murciélago, pareja real deificada con un tocado en forma de gran resplandor y con colmillos y nariz de felino porque se están transformando en nahuales jaguar.
Otros elementos que muestra la primera sala son los atavíos de los gobernantes zapotecas ya que aparecen vestidos como jaguares, parados sobre la Montaña de Sustento y con el Glifo U. Las cédulas explican que el jaguar era el nahual de los gobernantes, la Montaña Sustento es el lugar que los gobernantes deben defender porque ahí se almacenan los recursos vitales y el Glifo U (ave de pico ancho) se asocia al Sol.
Gobernante personificando al dios Cociyo. Reyna Paz
Una escultura monumental que se exhibe es la de un gobernante personificando al dios Cociyo con elementos propios de poder: máscara bucal de serpiente con lengua bífida, pectoral con cabeza humana, ojos del monstruo de la tierra y un tocado.
La segunda sala abierta del Museo Ervin Frisell está dedicada a los símbolos de poder a través de vestigios grabados. “Por ejemplo, antes se daban las órdenes arriba de un petate y no de un trono, se tenía un bastón de mando y se tenía la vírgula de la palabra que es un símbolo especie de caracol que se tiene en los bajorrelieves”, detalla Iracheta.
Un vestigio expuesto es la jamba (columna) de una tumba en donde se esculpió la figura de un gobernante zapoteca de nombre 3 Quij o Caña retratado como jaguar, con un tocado de plumas, cinturón que sostiene un braguero, calzando sandalias, portando en su mano izquierda un bastón y en la derecha una bolsa de copal.
También se aprecian ejemplos de maquetas de templos zapotecas y fragmentos arquitectónicos como estelas, dinteles y lápidas con escenas rituales, es el caso de una pareja rindiendo culto a sus ancestros o la narración de hazañas de gobernantes.
–¿Qué otras deidades aparecen en el acervo?
–Hay deidades de la lluvia nos muestran el contacto entre grandes culturas mesoamericanas sobre todo con la teotihuacana. Tenemos la deidad vieja del fuego, a Pitao Cozobi que es la deidad de la agricultura y el monstruo reptil que sostiene a la Tierra y que en la mitología mexica es Cipactli y para los zapotecas es Tzinacan.
– ¿En Oaxaca hubo escritura?
–Los zapotecas y mixtecas desarrollaron un sistema muy avanzado de escritura en donde los glifos representaban no sólo nombres sino lugares, ideas, hasta las mismas dinastías. Dentro de esta información que nos dan los glifos podemos entender lo complejo de la escritura zapoteca.
– ¿Hay piezas que conserven pigmentos?
–Sí, tienen rojos, negros, blancos y azules, pero es en pocas cerámicas.
AMPLIACIÓN DEL MUSEO
“Se tiene más acervo monumental, se está haciendo la gestión para abrir la segunda etapa del museo que serán tres salas, de las cuales dos serán temporales y una rotativa para mostrarle al visitante más de la colección. El proyecto es que cada tres meses se cambien las salas”, explica César Iracheta, director del museo.
–¿Qué tipo de piezas resguarda la colección?
–Se tienen varios grupos de materiales arqueológicos, la cerámica es la que más predomina tanto utilitaria como ritual. También hay escultura que no sólo es política o religiosa, hay maquetas; y tenemos la lítica tallada que son herramientas y la lapidaria ornamental. Es decir, hay desde pequeñas cuentas de collares hasta grandes ollas donde se almacenaban granos y agua.
–¿A qué regiones de Oaxaca corresponden?
–La mayoría está delimitada a Valles Centrales, lo más al sur que se tiene registrado es Zaachila y Cuilápam, al norte es el Valle de Etla y al oriente es Mitla. Las fases más antiguas datan del 400 a.C. y las contemporáneas son del año 1500.
Las piezas requieren mantenimiento continuo y un primer avance se hizo gracias al apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), agrega Iracheta, no obstante, ahora esas labores deben gestionarse a través de la Secretaría de Cultura y las Artes (Seculta) de Oaxaca.
“Tenemos un presupuesto asignado de parte del gobierno del estado para actividades educativas a lo largo del año, estamos en la gestión de un presupuesto para la conservación del acervo y en el trabajo de un presupuesto para montaje de exposiciones temporales. No nos cerramos a convocatorias privadas ni donaciones”, señala el director del recinto.
Un vestigio expuesto es la jamba (columna) de una tumba en donde se esculpió la figura de un gobernante zapoteca de nombre 3 Quij. Reyna Paz
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