Por: Juan Carlos Talavera
Al menos 24 óleos del joven artista José Luis Cruz Rafael, conocido como Luis Rafael (Veracruz, 1990), se exhiben desde ayer en la muestra Tlalli: entre el cielo y la huasteca, en el Centro Cultural del Tren Suburbano, en Buenavista, en los cuales se pueden apreciar su lenguaje cargado de elementos surrealistas y simbolistas.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el 9 de abril, incluye cuatro series, explicó el artista en entrevista con Excélsior. “En la primera, intitulada Memorias de un pájaro azul, me enfoqué en mi estado emocional, la alteración del ritmo de vida y las formas de interactuar durante el confinamiento, abordando conceptos como el tiempo, el sueño y la memoria”.
La segunda es Malinalli, “donde pongo la mirada en las plantas medicinales que existen en la Huasteca Baja Veracruzana, en las tradiciones de mi familia y de mi comunidad, recuperando saberes a través del diálogo con habitantes de esta región”, para lo cual recurre al concepto de magia y ritual.
La tercera serie es Nahualli, “un proyecto de búsqueda en el que indago en la historia familiar para reafirmar de dónde vengo, quién soy y a dónde voy, a partir del concepto de nahual desde un sentido descolonizado”; y cierra con Tlalli, que aborda una idea sobre el concepto de la tierra y lo sagrado.
Finalmente, Luis Rafael habló sobre sus predilecciones. “Me interesan las tradiciones y saberes de la Huasteca Baja veracruzana, en las formas de ser y de estar de sus habitantes y, sobre todo, de la naturaleza, elemento que siempre está presente, mezclado en mi obra, con el cuerpo humano”, detalló el artista que en su producción incluye algunas evocaciones cromáticas y temáticas con la obra de Rufino Tamayo y Francisco Toledo. Luis Rafael ya ha expuesto en el Museo de la Mujer, el Museo de Historia Natural y el Museo Rectoría (Toluca), y próximamente llegará al Museo de la Ciudad de México.
PROTEGERÁN RECIENTE MURAL DE BANKSY
Una obra reivindicada por Banksy fue parcialmente dañada con pintura blanca en el norte de Londres, lo que llevó el miércoles a las autoridades locales a tomar medidas de protección.
El famoso artista callejero se atribuyó el lunes a través de Instagram este fresco de pintura verde en una pared, representando el follaje de un árbol con las ramas desnudas situado justo enfrente.
Al pie del muro aparecía un personaje equipado con un pulverizador.
El lunes pasado, Banksy se atribuyó este fresco ubicado en el distrito de Islington; ayer la obra fue atacada con pintura blanca. Foto: AFP
Dos días después, tras un desfile multitudinario de curiosos, la obra fue atacada con pintura blanca.
Tras expresar su “tristeza” por el hecho de que haya sido “degradada”, un portavoz del distrito londinense de Islington, donde se encuentra esta composición, explicó que se están manteniendo conversaciones con el propietario del edificio “para que todos puedan disfrutar de la obra de arte, al mismo tiempo que se la protege”.
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