Fragmento de la pintura 'La farándula del espectáculo'. (Foto: Especial)
Por: Leticia Sánchez Medel
Tocar un instrumento a través del color y de las formas. Poder integrarlo en una obra de arte gracias al entendimiento que se logra a través de la música y la pintura es la pasión que mueve al artista Jazzamoart.
Así como él se nutre de la música, siempre invita a sus amigos músicos y escritores a que se enriquezcan con la pintura. Hace unos días estuvo en North Sea Jazz, en Rotterdam, a donde fue invitado para improvisar, y dice, disfrutó enormemente ese momento.
Ahora participará en el aniversario 20 de Sound Check Expo, se unirá a la fiesta organizada del 21 al 23 de abril por Jorge Urbano, a quien conoce desde antes de la primera feria, y lo une una gran amistad.
Jazzamoart dice que intervendrá con la exposición La farándula del espectáculo, en el World Trade Center de Ciudad de México, para darle un toque de arte plástico al evento: “Es un complemento de arte y queda perfecto porque es un espejo para todos los músicos y para toda la gente que le interesa la música”.
Este es un tema cercano para Jazzamoart, quien siempre se mueve de la teoría a la práctica de la sinestesia entre la música y la pintura.
“Digamos que es un tema que tiene que ver con lo que me nutre, con los músicos, con los sonidos. También es que, independientemente de todo, uno siempre quiere escuchar mejor sus discos, tener el mejor aparato. En el caso de los músicos, tener sus amplificadores e instrumentos para poder producir música de mejor calidad”.
“En ese sentido destaca la realización de esta feria de tecnología y de música que nunca esperábamos que fuera a trascender y llegar a los 20 años. En este foro, los asistentes podrán encontrar mi trabajo, mis cuadros, mis pinturas que acompañan, recrean y se vuelven un espejo del quehacer de los músicos”.
—Su obra sintetiza el sentir y el vivir de Jazzamoart, ¿qué de eso compartirá en la exposición?
El tema de la música desde siempre me ha acompañado porque es una motivación importante para seguir inventando mundos visuales. Pero hay un cuadro que le da título a la exposición que enmarca todo lo que significa este encuentro y es La farándula del espectáculo, que recrea un teatro, un escenario formal, un teatro antiguo, un cabaret o un gran espectáculo nocturno. Todo se funde en esta obra que además pone en evidencia el movimiento que se logra con el actuar de los músicos y las luces que los envuelven.
“La exposición está pensada en todo lo que significa Sound Check Expo en su cumpleaños. Esta pintura la realicé especialmente para este evento”..
“Las otras siete obras muestran tríos, agrupaciones que van desde la orquesta tradicional de gran banda hasta otras creaciones con signos, garabatos y elementos más abstractos que tienen que ver con la música de vanguardia. Hay un cuadro que son cuatro orquestas simultáneas reunidas en su momento por el compositor Karlheinz Stockhausen (1928-2007), reconocido como el gran músico vanguardista alemán, y yo me imaginé cómo sonarían en la pintura”.
“Hay otra pieza llamada Un solo de pintura, que tiene que ver con un solo de batería. Justamente un día, cuando estaba tocando con las escobillas (que en argot se les dice brochas), se me ocurrió ¿y si hay un solo de batería en pintura? Son los más espectaculares porque a la gente le gusta mucho, a mí se me ocurrió que el baterista se subiera al trapecio e hiciera circo con la capacidad de inventar nuevos mundos, como lo hace Antonio Sánchez, nuestro gran baterista”.
“Será atractivo ver mis ocho obras de gran formato, reflejan mi pasión y mi forma de trabajar porque lucirán bien en medio de ese mundo del espectáculo”.
—Escenografías, performances, improvisaciones con jazzistas como Chilo Morán, Héctor Infanzón, Ray Charles y BB. King, entre otros, ¿qué recuerda de esas interacciones?
Es como tocar un instrumento, es fusión, es entendimiento, es diálogo entre la música y la pintura. No se trata de que improvise algo como complemento sino que realmente se fusionen las dos artes. Que los músicos puedan considerar como partitura visual, la pintura, la explosión de atmósfera, que pueda todo ello convocarlos a inventar también muchos sonidos.
“De los primeros músicos que hace muchos años conocí está el dueto de Hilario y Micky, que ya no están con nosotros; Olivia Revueltas, que afortunadamente la seguimos teniendo y que fue de las primeras que creyó en mi trabajo. En fin, mucha gente de México y del extranjero”.
“Cuando me obsesioné con el jazz nunca pensé que estaría en un mismo escenario alternando con grandes maestros de este género musical de México y del mundo”.
“En algún momento, en una exposición o feria de arte, tuve la oportunidad también de hacer improvisaciones con ellos y eso es algo que siempre me ha nutrido y recordaré por siempre”.
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