martes, 4 de febrero de 2014

Todo en un simple gesto, gracias Orquesta Sinfónica del Estado de México


Por: Roberto A. Valenciano Capín

Una caja de pandora  se convirtió el bello Teatro de la Paz en este domingo de la Candelaria durante el concierto que ofreció la Orquesta Sinfónica del Estado de México (OSEM) bajo la batuta del Mtro. Enrique Bátiz.

Con una infalible puntualidad dio inicio tan esperado recital  y concluir en esta capital potosina una extensa gira que se dio a todo lo ancho y largo de la República Mexicana de las consideradas como de las mejores orquestas sinfónicas nacionales.
 
Una OSEM que busca promover un diálogo y esta estrecha vinculación entre la formación tanto de públicos como de práctica interpretativas a través de música tan presente no solo en los circuitos concertísticos.

Un barrullo que ceso ante la entrada de su director y la primera sorpresa musical de este programa confeccionado con gran pasión y regocijo,  la excelsa Obertura "Festival académica de Johannes Brahms para no solo hacer detentar sino disfrutar de  la calidad interpretativa de la orquesta y de “conectar con el público" y vaya que lo hizo ante un monumental lleno de este importante espacio cultural potosino.
 
Como diría puntualmente un critico de música: " No solamente se llenó el Teatro, sino que el público respondió entusiasmado ante la excelencia... algo que no suele darse en este recinto".
 

Frente a estas consideraciones y refrendadas por las palabras del por   L’enfant Terrible de la época entre finales de los 70’s e inicio de los 80’s , el Mtro. Bátiz: "No existe el éxito, simplemente se llega al éxito, pero es un camino de tropiezos y de esfuerzos".

Esta caja de pandora sigue dando sorpresas en este día de la Candelaria. Entre los aplausos, sale de la puerta lateral al escenario a su tiempo la experiencia y las reconocidas virtudes tanto en la dirección como en la interpretación que le ha dado sus años de trabajo, dedicación y su pasión por la música de su director acompañando a  un sonriente concertino internacional y orgullosamente hidrocálido, el guitarrista Alfonso Moreno con su guitarra española para interpretar con tal grado de sublimidad un concierto de vida como es el de Aranjuez, obra del célebre compositor español Joaquín Rodrigo (1901-1999).


Tres movimientos que se volvieron una sola personalidad que se desplego a través del pulso, el disfrutarlo, compartirlo con su público y así como disfrutar de timbres hermosos emanados del instrumento, sin dejar de brindar esta vivaz y sentida interpretación, impecable en lo técnico,  gracias a la gran complicidad del Mtro. Moreno y la OSEM a través de la dirección del Mtro. Bátiz.

De esta manera fue uno de los tantos estremecimientos de un publico que le brindo como agradecimiento un cálido aplauso y los infaltables bravos, para hacerlo salir dos veces y agradecer su ahora también complicidad.

No hay que olvidar que El Concierto de Aranjuez y el Concierto Andaluz son obras emblemáticas del ‘casticismo’, movimiento estético promovido por Joaquín Rodrigo y el compositor Federico Moreno Torroba. El movimiento buscaba la renovación y autenticidad de la música de arte española mediante la recuperación y puesta al día de las tradiciones barrocas y autóctonas.

Pero no quedo todo ahí, otra sorpresas mas sale de esta caja, la presentación de la soprano guanajuatense Alejandra García Sandoval, ganadora de importante concurso nacional de canto Carlos Morelli 2006 , por cierto una soprano con buenas dotes actorales y así como permitieron disfrutar de unas matizaciones en el fraseo bellísimas. También brilló un agudo limpio y bien proyectado y sin esos gritos que a veces se oyen en las divas de antaño. al ofrecer en su intervención desde  la  pasión y sentimiento con: -O´mio Bambinno caro- de Giacomo Puccini, sin olvidar el dramatismo y desaforo histriónico con- Die quel Frisson- de Charles Gounod y concluir con la alegría y de la bonhomía de-Glitte and be gay- de Leonard Bernstein.

Es refrendada su participación con unos sinceros aplausos y los bravos del pie de parte del publico y así concluir esta primera parte.

Se cierra momentáneamente esta caja para decantar y organizar las sorpresas faltantes.

Una segunda parte musicalmente mucho mas festiva, expresiva y emocionante bajo el talante de la Obertura del Barbero de Sevilla de Giacomo Rossini, la polka -rayos y truenos- de Richard Strauss .

Bajo el tiento nacional se desplego la - Obertura Republicana- que se desentraña en la marcha de Zacatecas, Vals Club Verde y la canción Valentina.

Proseguir con la -Polonesa- de Eugene Onegin y culminar con la -Obertura Solemne 1812. Op. 49- de Piotr Illich Tchaikovsky

Cierto es que se ofreció un concierto con un repertorio muy conocido, pero que aun así gozo de ese eclecticismo con el programa ofrecido esta tarde y como suele suceder en  los conciertos que ofrecen estas instituciones orquestales.

Pero el plus que tiene la OSEM es  el generar, de no forzar nada, dejar que surja y la gente escucha esta música por vez primera,   en donde el público valoró y reconoció la calidad artística, una inapelable celebración de las buenas interpretaciones y, dar como  resultado un exitoso concierto reflejo en un Coloso de Villerías casi lleno. 

 
 
 

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