sábado, 31 de octubre de 2015

Murió Elena Urrutia, activista por los derechos de las mujeres

 
 
 
Por: Ericka Montaño y Ángel Vargas
 
 
La académica y activista por los derechos de las mujeres Elena Urrutia, pionera en estudios de género a escalas nacional e iberoamericana, falleció ayer por la mañana en su casa en la ciudad de México como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio
 
 
Desde hace dos años sufría una enfermedad pulmonar que provocó que se retirara del mundo de la academia. Sin embargo, llevaba una vida social muy activa, por ejemplo, como conferencista y en presentaciones de libros, indicaron a La Jornada sus hijos Lena Paula, Sofía y Óscar. Le sobrevive también su hijo Juan, quien está fuera del país.
 
 
Los hijos de la colaboradora y accionista fundadora de La Jornada expresaron que la investigadora no dejó ningún trabajo pendiente o libro inédito.
 
 
Añadieron que la ensayista integró una biblioteca muy importante de libros relacionados con su especialidad, así como un archivo personal muy vasto, el cual está en proceso de clasificación y catalogación por la familia.
 
 
La biblioteca de Urrutia, precisaron, ya no está completa porque se han donado muchos ejemplares a El Colegio de México (Colmex), institución donde fundó el Programa de Estudios Interdisciplinarios de la Mujer en 1983 y en la que desarrolló gran parte de su carrera académica.
 
 
Hace tres años el Colmex le rindió un homenaje del cual se derivó una publicación, agregaron sus hijos, quienes adelantaron que se prevé la realización de una mesa redonda en torno al trabajo de la investigadora, en la Feria Internacional de la Lectura de Yucatán (Filey), a iniciativa de la escritora e investigadora Sara Poot y UC Mexicanistas.
 
Prolífica autora de libros y ensayos
Elena Urrutia, quien formó parte del Centro de Estudios Sociológicos del Colmex, es autora de numerosos ensayos, artículos periodísticos y libros relacionados con los estudios de género, además de que recibió varios premios y reconocimientos por su trabajo en favor de un mundo más justo para las mujeres.
 
 
El Colmex dio a conocer el deceso de Elena Urrutia vía Twitter, mientras en la página del Programa de Estudios Interdisciplinarios de la Mujer se lee un breve comunicado informando también del fallecimiento de la profesora.
 
 
Al conocerse la noticia, alumnos e instituciones como el Programa Universitario de Estudios de Género de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México y la Comisión de Derechos Humanos del DF, así como la escritora Margo Glantz, manifestaron sus condolencias vía Twitter.
 
 
María Elena Lazo de Mendizábal nació en el Distrito Federal en 1932 y estudio en la Universidad Iberoamericana la carrera de sicología. En su actividad profesional siempre ha estado ligada a la difusión de la cultura, la comunicación y al movimiento feminista, refiere el Diccionario de Escritores Mexicanos del Siglo XX, donde se destaca su trabajo en la empresa cinematográfica Teleproducciones y la adaptación del los cuentos Las vacas, Nuestra Señora, El tuerto y La potranca para la película Raíces.
 
 
El Colmex colocó en su cuenta de Twitter una semblanza escrita por la profesora Karine Tinat, del Centro de Estudios Sociológicos, en la Revista Estudios de Género, número 165 (http://estudiosdegenero.colmex.mx/pdf/Elena-Urrutia.pdf)
 
 
El texto, basado en una entrevista, da cuenta del nacimiento de la preocupación de Elena Urrutia por la situación de la mujer. Cómo fue que eligió estudiar una carrera universitaria, decisión condicionada por sus padres a que fuera con los jesuitas, pues provenía de una familia católica y conservadora.
 
Refiere su matrimonio con Óscar Urrutia, de quien tomó el apellido, su viaje a Bruselas, donde estudió en la Facultad de Lengua y Literatura Francesas, el nacimiento de sus cuatro hijos y su dedicación a ellos hasta que decidió retomar la vida académica. Recomenzó en Radio Universidad, por invitación del filósofo Ramón Xirau, y luego realizó colaboraciones en el diario El Sol. Fue fundadora del diario Unomásuno, luego de La Jornada y también de la Revista FEM, al lado de Alaíde Foppa. Elena Urrutia dirigió la Casa del Lago y el Museo Universitario del Chopo.
 
 
En Casa del Lago organizó un ciclo de conferencias sobre la mujer, que dio como resultado el libro Imagen y realidad de la mujer, que se publicó en 1975 con motivo de la Conferencia Internacional de la Mujer, y con Margo Glantz organizó la Conferencia Interamericana de Literatura Escrita por Mujeres.
 
 
En su currículum de 16 páginas se enuncian publicaciones, como libros, artículos, presentaciones, reseñas, notas periodísticas e investigaciones, así como los cursos que impartió, su participación en tesis, además de presentaciones de trabajos académicos como congresos, seminarios, conferencias y coloquios tanto en México como en otros países.
 
 
 
Una de las últimas publicaciones fue el libro Nueve escritoras mexicanas nacidas en la primera mitad del siglo XX, y una revista, publicada por el Instituto Nacional de las Mujeres y el Colmex. Con motivo de esa edición, Urrutia ofreció una entrevista a este diario, en la cual señaló: Estas escritoras tienen el valor de las pioneras, quienes abren el camino ante una perspectiva y un panorama de literatura mexicana escrita por mujeres que era muy pobre a finales del siglo XIX. Así como esas escritoras abrieron puertas, la académica abrió el camino a los estudios de género y los derechos de las mujeres.
 
 
Los restos de Urrutia serán cremados en Gayosso de Félix Cuevas y depositados, en una fecha aún por precisar, en la parroquia de la Santa Cruz del Pedregal de San Ángel.
Mujer de acción y reflexión
Respecto del fallecimiento de Elena Urrutia, el periodista Javier Aranda Luna expresa: “Pocas feministas de acción  y  reflexión como Elena Urrutia. Como universitaria animó la Casa del Lago el Museo Universitario del Chopo. Para ella el periodismo radiofónico, televisivo e impreso fueron un vehículo para divulgar la cultura y particularmente la literatura hecha por mujeres.
 
 
Su causa feminista la llevó a acercarse a personajes tan disímbolos como Benita Galeana y Susan Sontag, María Sabina y Alejandra Kolontai. Tenía la certeza de que en una sociedad con mayor equilibrio económico y sexual ‘las mujeres serían las más fuertes’. Le preocupaba la ocultación de la mujer en el lenguaje, porque sabía que éste era, es, el principal vehículo de la cultura.
 
 
Sería estupendo que las feministas que tomaron su estafeta recuperen algunos de sus ensayos dispersos en varias publicaciones sobre escritoras latinoamericanas. Sería un mínimo homenaje a su memoria y un documento indispensable para conocer mejor nuestra literatura.
 

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