Ante
este bombardeo de redes sociales para ser partícipes de la presentación de
esta propuesta escénica desde tierras
germanas, "Built of last"
creada por este binomio creativo de Meg
Stuart/Damaged Goods y Munchner
Kammerpiele, en estas tierras potosinas, al unirse a la Ciudad de México como únicas
presentaciones en su gira por estas tierras mexicanas.
Un Centro Cultural Universitario Bicentenario que afortunadamente lució con muy buena entrada, en donde se dio cita un tanto la comunidad dancística como un público gustoso de la danza.
Hay
que apuntar que ésta obra fue seleccionada directamente por el Goethe-Institut Mexiko para ser presentado a
los mexicanos, al comentar dicho dato por Eleno Guzmán, el cual no con esto se
justifica el mismísimo hecho escénico que se pudo apreciar en el foro de dicho Centro Cultural Universitario.
En
primera instancia, en el escenario, un gran dinosaurio de madera en su costado
derecho y en su contraparte, un cubículo multifuncional en blanco, regidos por este sistema
solar, así como el despliegue de esta tribu primitiva-futurista en una forma
inicial expuesta en una vitrina del museo, aunado a la música con la fuerza
conmovedora de un maremoto.
La
puesta en escena de dicha obra, en una forma inicial para muchos podrían decir
que no es danza, pero si recae en ésta, aunque también hay este diálogo con el
teatro.
"Quizás
sea cierto decir que uno no está bailando cuando habla de la danza. La danza no
se habla, pero se dice. La danza se dice en su movimiento, crea sus códigos,
rompe esquemas, construye. Dice y soy ésta, y aquella, y la que no tiene
nombre...". La danza en su danzar, y sólo en su danzar, se apropia del
espacio o mejor dicho, dialoga con él".
De
esta manera dar cuenta a partir de esta pluralidad de signos y elementos
intervinientes en la pieza a partir de este concomitante diálogo entre la
deconstrucción del movimiento y la plena exposición del expresionismo, aunado a
este velado humor en conjunción con el
trasfondo en las diferentes etapas de la historia de la danza, claro, sin hacer
dejo de exponer esta memoria social y esta obsesión del hombre por desarticular
el tiempo.
Encuentros improvisados y sugeridos, el
desenfreno del caos dentro del caos, la vitalidad y este sentido musical, en
donde la pauta siempre presente es el cómo bailar o moverse entorno a la
monumentalidad de este eclecticismo musical que circunnavego en esta puesta en
escena.
A
pesar de este caos, incongruencia para muchos, nos regalaron potentes
metáforas, desde esta sutil y bien lograda parodia al ballet mismo, al hacerlo
a través de esta bella imagen de esta sincronización/desincronización de las
manos, emulando a la altivez y sincronía que nos remite al ballet, así como
esta desarticulación del cuerpo y movimiento, parte fundamental de la
investigación del movimiento de Forsythe, así como ésta tan necesaria, tan
urgente recuperación de la memoria no solo corporal sino histórica, al buscar
hacerlas nuestras, al inventar y afirmar una situación que se eleva a un nivel
de manera simbólica de ordenar y dirigir este sistema solar.
En
consecuencia, a lo mejor para muchos fue
una tomada de pelo, al tornarse confusa,
desarticulada en cuanto no solo a su
eficacia discursiva y expresiva de la obra, sino también al no llegar
con tal intermitencia para incidir
en esta memoria sensorial del
espectador, sus interlocutores; el no dejarse seducir/ jugar a ser parte de
ella ( a pesar de invitar a alguien del público a interactuar) o,
simplemente, no dar visos en cuanto a esta dinámica propuesta de
deconstruir para volver a construir a pesar de la contundencia de su final, que
aun así fue agradecida con un sobrio aplauso y hasta por ahí algunos lo
hicieron de pie.
Solamente
resta decir, un Built of Last que enuncia una constelación de ausencias y
afectos que muchas veces quedaron a deber a pesar de una estructura dramática
sustentada, aun así, siendo una obra que conjunto a este mestizaje de creadores
en escena o extranjerías como diría Juan José Campos de Lumen Flujo Cultural. "Al menos justificar
dos de las horas más sufridas en un buen rato... y si señores, que vengan de
Alemania o Bruselas no es garantía DE NADA. De allá también llegan espejitos
para los pobrecitos", será acaso que parece ser que fueron más estos
sublimes vacíos de lo anunciado en estas redes sociales.
Un
evento que fue un esfuerzo conjunto de la Universidad
Autónoma de San Luis Potosí, el Centro de las Artes Centenario y el
Goethe-Institut Mexiko.
No hay comentarios:
Publicar un comentario