Considerada una leyenda viva dentro de la literatura infantil y juvenil, la estadounidense Katherine Paterson ofreció la conferencia magistral “El cuidado y la alimentación de un escritor”, en cuyo marco aseguró que “para ser un buen escritor hay que ser un buen lector”.
Durante su participación en el Seminario Internacional de Fomento a la Lectura, que se realiza dentro de la 35 Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ), puso énfasis en que a 70 años de iniciada su carrera puede asegurar que los libros ayudan a entenderse a uno mismo y a los demás.
Recordó a los asistentes que nunca se imaginó que sería escritora y si sus libros han mejorado luego siete décadas de carrera es porque ha sido una buena lectora.
La autora de libros como “El puente de Terabithia” y “El gran Gilly Hopkins” dijo que la lectura fue una actividad que inició aún antes de que ella naciera, pues su madre les leía a sus hermanos mayores, luego pasó momentos mágicos de lectura en familia, actividad que continuó con sus hijos.
De hecho, dijo, fue “El jardín secreto”, el libro que cambió su vida, ya que se sentía muy bien leyéndolo, pues se identificaba con la protagonista, una niña exiliada y sola.
Así que ahora, continuó, su objetivo como autora es escribir libros para niños que sean similares a lo que “El jardín secreto” provocó en ella hace más de 70 años, para lo cual ha tomado temas y experiencias de su vida.
Recuerdos de la guerra y de la evacuación que sufrió cuando vivió de niña en China, así como los problemas de “bullying” que tuvo a los nueve años en una escuela de Carolina de Norte, son temas que ha abordado en sus libros, cuyas raíces se encuentran en esos años tan terribles que vivió en su infancia.
La escritora estadounidense advirtió que en aquella época la biblioteca era un santuario para ella, pues conoció a muchos amigos que vivían en los libros, los cuales le ayudaron a entenderse a sí misma, pero también a los otros y pudo viajar a través de ellos e incluso relacionarse con otros niños, por ejemplo, rusos en plena Guerra Fría.
Para Katherine Paterson, los libros permiten al lector vincularse con otras personas e incluso espiar a los demás, toda vez que los escritores son personas muy privadas y muchos pueden conocerlos íntimamente si leen sus libros.
Ser lectora de tiempo completo y el amor por la lectura han sido parte importante de su vida, pues fue una actividad que la impulsó a arriesgarse a ser escritora, aun cuando ella pensaba que no tenía talento.
Ante promotores de lectura, recordó que una historia, ante todo, debe tener sentido y una historia bien contada es como una estrella bailarina que ayuda a iluminar el caos en el que vivimos.
En el caso particular de los libros para niños, dijo, éstos deben ser creativos para que los pequeños aprendan a ser seres humanos completos, pues en un mundo tan descompuesto como el actual la palabra se vuelve esperanza.
Karen Coeman, coordinadora del Seminario Internacional de Fomento a la Lectura, destacó que Paterson ha ganado gran cantidad de premios nacionales e internacionales, porque es una autora que no sólo conoce al lector, sino que respeta a su público, ya sean niños o adultos.
El Seminario Internacional de Fomento a la Lectura continuará hasta este jueves 12 de noviembre.
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