Foto: Cortesía de María Diez Canedo y Edgar Gutiérrez Calvillo.
Por: Roberto A. Valenciano Capín
Un interesante y rico recorrido entorno a esta recuperación de esta riqueza de la música instrumental del siglo XVIII en la Nueva España, es lo que ofreció con el recital “Barroco Latino, Música Instrumental del Virreinato de la Nueva España”, La Fontegara en el Coloso de Villerías, en esta XVIII edición del Festival de Música Antigua y Barroca "Los Fundadores".
Un recital en donde se pudo disfrutar de danzas, seguidillas, sonatas y sones, en donde el escucha no solamente dio fe de estas sutilezas musicales que lo habitaron desde lo familiar, lo festivo hasta la sofisticación, sino también desde la fiesta y el baile, siempre bajo el puntual resguardo de lo sustanciado en el salón de la casa, aunque aclara el Mtro. Cruz " aunque sean danzas es propiamente música de salón, de la sala de tu casa no de la sala de conciertos".
Así como degustar de obras de Ignacio Jerusalem, Santiago de Murcía, Luis Misson y varios autores anónimos.
Siempre bajo esta excelsa calidad interpretativa, aunado a este toque preciso y una sutileza en la transparencia de su sonoridad que incidió plenamente en el disfrute y esta capacidad de sorprender en cada pieza interpretada por los integrantes de esta decana agrupación y consideradas de las más sólidas y destacadas de la música antigua de América.
En cuanto a lo presentado esta noche, lo considero el Mtro. Eloy Cruz como una música muy atractiva y "no tanto con una pretensión de alta cultura, sino es música muy de diario, lo que pasa es que ahora lo que oímos es esto- al escucharse al fondo música norteña- y ya ni lo oímos al estar todo el tiempo ahí, pero antes como la música la hacia la gente es música de la gente y es muy inmediata, es lo bonito de esta música".
Aun cuando " hay esa
idea de que toda la música en la Nueva España era religiosa, lo cual es
absurdo. Un país gigantesco, muy poblado y con mucha diversidad de gente
había absolutamente toda clase de
música; aquí tocamos solamente música instrumental pero la mayor parte que tocamos excepto la primera que fue encontrada
en la Catedral Metropolitana de México y estaba bajo un contexto religioso,
toda la demás es música doméstica,
algunas de ellas con influencia teatral".
Siempre bajo la particularidad de que "se supone que el siglo XVIII ya es un siglo en que se distingue ya la "nacionalidad" mexicana, aunque ya sabemos que es un tema difícil discutir y es algo que ésta más o menos forjado. Era un país que ya está casi a independizarse y muchas de las características culturales que nos caracterizan ya estaban formadas en aquel momento, aunque una parte de la Nueva España aún era del dominio español ya se tenía una personalidad por así decirlo".
"Entonces la música que se hacía en aquel momento refleja esa bipolaridad por así decirlo de la parte europea y propiamente mexicana, entonces la mayor de piezas que tocamos en este recital son piezas de origen europeo, principalmente español, italiano y algunos otros países europeos, pero según como se practicaran en nuestro país.
Destaco el Mtro. Cruz que
siempre hay detrás de estas piezas un trabajo de adaptación, de apropiación de
este repertorio que es muy similar al lenguaje, el idioma que hablamos es el
español pero lo hablamos a la manera mexicana. De ahí que tratamos de
acercarnos y de sentir porque esta memoria se genera a través de los propios
instrumentos, en los momentos en que uno se pone con estos instrumentos
antiguos como que haces un click y te pones en contacto con su propio pasado
mexicano".
"México siempre ha sido un crisol, entonces esta música aunque te refleje muchos los orígenes e influencias europeas es básicamente música mexicana, ya reconocible como música mexicana".
Sin embargo, fue contundente al considerar que "el pasado musical, particularmente de México está perdido, es muy poco lo que se rescata y lo que se practica. Toda la música de salón del siglo XIX no se conoce, prácticamente es desconocido. Lo que no se conoce es muchísimo, hay por ejemplo hay una pieza que retrata la independencia de México, hay música para el Tedeum cuando se consumó la independencia en 1821 y un montón de músicas de todo tipo que no se conocen. Lo que me da mucho gusto de todo esto es un programa para ponerse con los bisabuelos, con los tatarabuelos de hace más de trescientos años".
La agrupación se especializa en la interpretación historicista de la música de los siglos XVI al XVIII utilizando réplicas de instrumentos originales. Con formación profesional en México, Boston, Nueva York, La Haya y Montreal, sus integrantes colaboran habitualmente con renombrados grupos y orquestas internacionales.
La Fontegara esta integrada por: María Díez-Canedo, flauta de pico y traverso barroco; Eunice Padilla, clavecín/harpsichord Eloy Cruz, guitarra barroca y tiorba y Rafael Sánchez Guevara, viola da gamba.
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