Por: Eleane Herrera Montejano
Para el director de la Filarmónica de las Artes, Enrique Abraham Vélez Godoy, las fiestas en México llevan un ritmo in crescendo: empiezan con cierta calma, siguen con la cena y pasan a subir el volumen de la música hasta que revienta el “fiestón”.
Es por ello que el programa del concierto “Esto es México” contempla una variedad musical que arrancará con el vals “Sobre las olas” de Juventino Rosas. Posteriormente, incluirá bolero, danzón, un intermedio y cerrará con el jolgorio de Chava Flores y otros temas de la cultura popular.
“Nunca es suficiente”, “Mentiras”, “Luna Mágica”, “Yo no fui” y el “Huapango” de Moncayo son algunas de las canciones más populares que se presentarán el jueves 15, a las 18:00 horas y el viernes 16 de septiembre (agotado), en el Auditorio Fra Angélico del Centro Universitario Cultural (CUC).
“No me gusta el término de Fiesta Mexicana. Eso significa cualquier época, no sólo septiembre. Si en México reúnes a tus cuates es una fiesta mexicana”, explica el director concertador, respecto del título que va por su tercera edición.
Sobre la importancia que tiene la música en la conformación de la identidad nacional, Enrique Abraham considera lamentable que solo durante las fiestas patrias se dé auge a los compositores mexicanos de música sinfónica.
“Revueltas, Moncayo, Rosas y Márquez son poco común de ver en una programación de marzo a abril. Comentaba con el productor que justo las orquestas hacen eso. Nosotros no, hemos tratado de hacer otras fechas”, añade.
También concede que se conocen las mismas obras de los mismos autores, pero que existe una gran cantidad y variedad de compositores y obras mexicanas.
En su opinión, la música mexicana se distingue por su rítmica y agrega: “la música está escrita casi siempre en 4/4 y la música mexicana tiene compases raros. Tienen cinco octavos y medio o cosas raras”.
En el caso específico del “Huapango” de Moncayo, Enrique califica que se trata de la obra que más se ha hecho importante (no “la más”, sino “la que se ha hecho más”, aclara). “Es parte de la identidad mexicana porque está basada en sones veracruzanos. Escuchas la marimba, la bamba y aunque no quieras te mueves o mueves el piecito porque te provoca algo esa música”.
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