Por: Roberto A. Valenciano Capín
Una ventana, mientras un hombre se prueba varias camisas, para dar cuenta de esta serie de acciones sustentadas en esta exploración y conocimiento de lo cotidiano
"El solo". Una propuesta expresada a través de la corporalidad del creador colombiano Carlos Ramírez.
"Es como me siento yo cuando estoy solo", lo que realmente le pasa no solo con sus incertidumbres, sino todo este devenir como ser.
Una aproximación a la historia de un cuerpo habitado a través de esta introspección que re-significa la asimilación de la experiencia humana; organicidad del cuerpo no sólo como vehículo de sensaciones, emociones, sino también invitar a estar presente a través de esta reflexión íntima, cómica, conmovedora y delirante sobre el acto creativo, la creatividad y la soledad como aspectos inherentes de la condición humana.
Sino también ofrece otro camino, al internarse en esta experiencia de la creación a través del cuerpo, al extrapolar estos sentires en este incesante cuerpo, contundencia de su expresión, para así lograr momentos - espejos- de una indiscutible belleza a partir de movimientos sentidos, deconstruídos desde el interior.
Y es así como deja su huella en la memoria; un vuelco que cimbra el instante como este momento único, para así forjar creadores de nuestra propia realidad y esta relación de movilizar la vida de otros.
Como esta escena, al repetir tres veces la misma estrofa musical, a partir de la cual desarrolla esta sentida secuencia de movimientos provocados por la sonoridad emanada del solo del violonchelo.
Para así volverse en este viaje que pasa de la alegría al llanto, infalible empatía.
El creador escénico colombiano busca sembrar esta semilla que planta para posibles encuentros.
Esta obra prima del creador colombiano Carlos Ramírez fue estrenada en el año 2004 en el teatro Giratablas de San José de Costa Rica. Es el resultado de una investigación que surgió de un cúmulo de reflexiones sobre el acto creativo y la creación escénica así como de la necesidad del creador de manifestar en escena un lenguaje expresivo personal que conjugue, fusione y disuelva las fronteras entre teatro, danza y performance, así mismo es una provocación que busca resignificar la relación entre el actor y el espectador.
Una obra que celebra sus 21 años de circulación consecutiva, al presentarse en diversos teatros, festivales y eventos internacionales tanto en el ámbito de la danza como del teatro y el performance. Al unirse el Foro independiente de la Guardia del Coyote, en esta capital potosina.
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