El Gobierno del Estado de San Luis Potosí a través de la Secretaría de Cultura y el Museo Federico Silva invitan a la apertura de la exposición que se llevará a cabo por el XI Aniversario: "Alberto Vargas. Levedad y Solidez. La Mesura de la Forma". Viernes 19 de Septiembre 20:30 Horas. Entrada Libre.
Jardínes de enigmáticas esculturas
Por Guillermo Sepúlveda
“...le pedí a mi hijo Alberto me hiciera un jardín, pero lo que hizo fue un
paraíso”.
–Héctor Vargas
Recordando las palabras del querido y admirado amigo Luis Barragán:
"Guillermo, un jardín, debe tener magia, misterio, encantamiento,
murmullos, fuentes o estanques... hay que dejarlo crecer de forma natural para que sus diferentes
verdes creen universos, sensaciones de lo infinito".
Fui testigo de la creación y del proceso de
construcción de su casa/torre/taller que le tomó más de 8 años terminar, y de
los jardines que circundan la residencia de sus padres en el mismo predio. Todo
me parecía insólito. La armonización de los diferentes árboles y arbustos
perfectamente integrados al paisaje, y la visión de lo que cada planta iba a
ser en su futuro crecimiento. A la par, he presenciado el nacimiento y
producción de cada una de sus monolíticas esculturas que con el tiempo
se fueron integrando a sus jardines. Frente a esto siempre viene a la
memoria el laureado escultor norteamericano David Smith y su colección de
esculturas en su propio terreno, y el escritor y paisajista Ferdinand Bac,
autor del libro "Enchanted Gardens", que según Luis Barragán me
comentó, fue la base de inspiración de sus proyectos donde se conjuntaron tres
elementos esenciales: paisaje, arquitectura y jardines.
Alberto Vargas ha creado en su predio unos jardines
encantados donde habitan en diferentes sitios sus enigmáticas y monolíticas
esculturas, a veces solas o en grupos. Es un gran placer descubrir su presencia
y contemplarlas de cerca y a distancia. Solitarias y silenciosas destacan por
sus formas y gran carácter, algunas parecen monumentos funerarios (templos para
el espíritu), otras arquetipo de formas sagradas, también hay dinámicas estrellas
de plateados reflejos que parecen surgir del suelo buscando su lugar en el
universo. Vargas creó un lago estanque artificial con murmurantes caídas de
agua donde lotos y plantas acuáticas engalanan con sus flores ciertas
temporadas, y diferentes variedades de peces Koi con sus espectaculares colores
y lomos nacarados danzan en perpetuo movimiento y ritmos insospechados, donde
Vargas habitualmente y en silencio contempla este espectáculo, lección de
belleza y armonía.
La obra de Alberto Vargas es de una precisión y
ejecución extrema que conmueve sobre todo en estos tiempos en donde rifan todo
tipo de manifestaciones efímeras o de mala factura, llegando en la mayoría de los
casos a lo banal.
El acero cor-ten con sus óxidos maravillosos, el
acero inoxidable con sus reflejos y brillos, los mármoles, granitos, plata y
piedras semipreciosas, que en su diversidad conviven como en familia, diversos
espacios cada uno integrados al entorno cumplen una función específica
provocando en el espectador, gozo, serenidad, sorpresa y asombro.
Cuando sus esculturas habitan espacios interiores
o son parte integral de determinada arquitectura, su presencia se transforma.
Estos hábitats permiten al espectador una mayor intimidad y cercanía, y al
convivir con elementos diversos, su presencia serena y elegante destaca y actúa
como la batuta de orquesta que ordena y armoniza los diferentes conjuntos.
Felicidades Alberto por esta magnífica exposición.
Enhorabuena al Museo Federico Silva de San Luis Potosí por su acertado
apoyo a la escultura en nuestro país.
Enhorabuena México, País de grandes creadores.
Monterrey, México
Agosto, 2014.
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